¿Por qué la fiesta alemana del Oktoberfest es tan popular en Estados Unidos?
Descubre el pasado menos conocido de Cincinatti (Ohio), incluido su laberinto de túneles centenarios para la cerveza.
Además de ser la sede de la mayor Oktoberfest de Estados Unidos, Cincinnati cuenta con una larga tradición cervecera de casi dos siglos, que incluye las bodegas subterráneas de la fábrica de cerveza Jackson, construidas en 1859.
Septiembre trae polka, pintas y pretzels de gran tamaño a las calles de Cincinnati; sin embargo, el patrimonio cervecero de la ciudad va más allá del muy publicitado Oktoberfest Zinzinnati, el mayor festival de Oktoberfest de Estados Unidos. De hecho, la historia cervecera de Cincinnati es tan profunda que tendrás que bajar hasta el subsuelo para apreciarla.
Más de una docena de sótanos cerveceros de aproximadamente 170 años de antigüedad (excavadas para almacenar adecuadamente las cervezas lager en fermentación) forman el extenso submundo cervecero de Cincinnati. La mayoría se encuentran bajo el distrito histórico de Over-the-Rhine (OTR), un centro de cultura alemana con una impresionante arquitectura de estilo renacentista griego e italiano.
Acceder a las cavernas de cerveza enterradas es como ir de espeleología urbana en clase de historia: supone adentrarse en estrechas escaleras y túneles que conducen a cámaras de fermentación enmohecidas y olvidadas que desempeñan un papel vital en el pasado y el presente de la ciudad.
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La profunda herencia alemana de Cincinnati
Los colonos ingleses y escoceses fueron los primeros en dar a conocer la cerveza en Cincinnati, sobre todo sus apreciadas ales. En la década de 1830, una oleada de inmigrantes alemanes introdujo una nueva forma de elaborar cerveza. Acudieron en masa a OTR, que se convirtió en una especie de Pequeña Alemania, y pusieron en práctica los conocimientos cerveceros de su patria.
A mediados del siglo XIX, la fabricación de cerveza se convirtió en una de las mayores industrias de la ciudad, dando empleo a decenas de miles de trabajadores en todo el proceso de elaboración, desde a los comerciantes de lúpulo hasta un gran número de tabernas y cervecerías. En esta época también saltó a la fama un nuevo estilo de cerveza de Cincinnati: la cerveza rubia. Pero con un pequeño inconveniente: para fabricarla era necesario tallar a mano cuevas bajo la fábrica de cerveza.
“Lager significa almacenar”, explica Michael Morgan, historiador local de la cerveza y autor del libro Cincinnati Beer [Cerveza de Cincinnati], señalando que la cepa de levadura específica y un proceso de fermentación y almacenamiento más largo son los elementos fundamentales que hacen que una cerveza sea lager. “Envejecían una lager entre seis y nueve meses, por eso teníamos esas bodegas, y muchas. Si eres una gran cervecera que fabrica 500 000 barriles al año y añejas esa cerveza durante seis meses, necesitas un espacio enorme”.
Inspiradas en las cavernas cerveceras de Alemania (que ahora los viajeros pueden visitar), las viviendas subterráneas de Cincinnati eran enormes, a veces de cientos o miles de metros cuadrados, y estaban repletas de tanques de fermentación desde el suelo hasta el techo de piedra abovedada. “Las más profundas que hemos encontrado tienen unos 12 metros, es decir, cuatro pisos”, explica Morgan.
La historia del submundo cervecero de Cincinnati
A finales del siglo XIX, la refrigeración artificial hizo que las bodegas de fermentación quedaran prácticamente obsoletas. La Ley Seca y el sentimiento anti alemán tras la Primera Guerra Mundial también expulsaron a muchos trabajadores de OTR. El distrito cambió rápidamente en las décadas siguientes. Se convirtió en una de las zonas más abandonadas de Cincinnati, y en 2009 fue nombrado uno de los distritos más peligrosos de Estados Unidos. Mientras la mayoría de las ciudades con distritos cerveceros alemanes destruían sus bodegas para construir nuevas, “nadie se molestó en venir y demolerlo todo [en OTR]”, dice Morgan. En lugar de eso, muchas fueron selladas y olvidadas.
En las dos últimas décadas, OTR ha acogido un resurgimiento cervecero, incluida la formación del Distrito Cervecero de OTR, que los habitantes de Cincinnati encabezaron para restaurar y devolver las oportunidades económicas a la zona. En 2006, expertos cerveceros locales dirigieron las primeras visitas subterráneas a las pocas bodegas de fermentación conocidas con el fin de recaudar fondos para mejoras en el barrio. A continuación, se embarcaron en una búsqueda del tesoro en busca de más bodegas de lagering selladas, ayudados por planos arquitectónicos, bibliografía y menciones de noticias antiguas (y, por supuesto, mazos para abrirse paso).
Tanto si le gusta la historia como si no, todos los visitantes de Cincinnati deberían plantearse una visita a los sótanos y túneles subterráneos de la ciudad, que incluyen vestigios de una época pasada, como esta polea de ascensor situada en el túnel de la fábrica de cerveza Gerke, construida en 1857.
En la actualidad, Cincinnati cuenta con más de una docena de bodegas de fermentación conocidas, afirma Aaron Deininger, director de la organización sin ánimo de lucro Brewing Heritage Trail de Cincinnati, un proyecto del Brewery District. Y espera que aún queden docenas más por descubrir.
Tanto la Ruta del Patrimonio Cervecero como la empresa American Legacy Tours conducen regularmente a los visitantes por una visita de escaleras chirriantes a través de los bajos fondos de Cincinnati, donde los guías cuentan historias de la tradición cervecera de OTR. Las visitas durante el fin de semana del Oktoberfest, del 19 al 22 de septiembre de 2024, también pueden venir acompañadas de la historia de fondo del evento de fama mundial por excelencia de la ciudad.
Vive el Oktoberfest, las bodegas subterráneas y mucho más
Puede que las bodegas sean un vestigio del pasado alemán de la ciudad, pero el Oktoberfest Zinzinnati, inaugurado en 1976, es producto de su presente. "En el siglo XIX y principios del XX, había mucho orgullo étnico, con sociedades y eventos alemanes por todas partes, y luego pasamos por la trifecta de la Primera Guerra Mundial, la Ley Seca y la Segunda Guerra Mundial después de Hitler", dice Morgan: "Pasamos por un largo periodo de tiempo en el que era ofensivo hablar de la herencia alemana".
A mediados del siglo XX, estas sociedades culturales se recuperaron. El primer Oktoberfest de Estados Unidos debutó en La Crosse, Wisconsin, otra ciudad con raíces alemanas. Destinos de todo el país acogieron estos bulliciosos acontecimientos en los años siguientes, pero ninguno supera el festival anual de septiembre de Cincinnati, que ahora atrae entre 700 000 y 800 000 asistentes al año, lo que lo convierte en el mayor de Estados Unidos, y uno de los mayores fuera de Múnich.
Entre 700 000 y 800 000 visitantes acuden cada año a la Oktoberfest Zinzinnati de Cincinnati (Ohio), lo que la convierte en la mayor celebración de Oktoberfest de Estados Unidos.
Aunque el Oktoberfest y el distrito cervecero de OTR no están asociados, los visitantes pueden disfrutar de ambas odas a la cerveza con excursiones programadas para el festival, como el viaje a las cavernas ocultas de American Legacy Tours o la excursión Over & Under the Rhine de Brewing Heritage Trail, que se detiene en las bodegas subterráneas de fermentación de las cervecerías Lafayette y Gerke.
Otra parada obligada en una bodega abierta al público, y perfecta para la temporada de Halloween, es Ghost Baby, un elegante bar subterráneo situado en la antigua caverna de fermentación de la fábrica de cerveza Noll, que ofrece música en directo, cócteles y rumores de un espeluznante pasado paranormal.
Stephanie Vermillion es una periodista y fotógrafa independiente que cubre viajes de aventura, astroturismo, cultura y conservación para National Geographic, Outside Magazine, Travel & Leisure y Vogue. Su libro para National Geographic, 100 Nights of a Lifetime: The World's Ultimate Adventures After Dark, se publicará en diciembre de 2024. Encuéntrala en Instagram.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.