A las moscas de la fruta les puede salir cara la fiesta del dátil

Desde 2012, hay estudios que apuntan a que los machos de las moscas de la fruta sin apareamiento preferían comida con contenido alcohólico, algo que no ocurría con los machos apareados. En este caso, los insectos voladores se dan un festín con un dátil que se ha fermentado al sol, pero para algunas la consiguiente borrachera va a tener unas consecuencias peores que una simple resaca.

Aprovechándose de la desorientación de las moscas y su gran capacidad de camuflaje bajo la arena, las larvas de hormiga león, junto con su aspecto extraterrestre, esperan pacientemente hasta que una embriagada mosca se pone a tiro. Ese es el momento en el que deciden darse un festín, para desgracia de la desorientada mosca.

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