La lava del volcán hawaiano Kilauea avanza hacia las casas
La lava que se mueve lentamente puede alcanzar una temperatura media de 480 grados Celsius, mientras que los flujos naranjas más cercanos a la fuente pueden alcanzar los 870 grados.
El volcán Kilauea, en Hawái, entró en erupción el 3 de mayo y la lava sigue fluyendo. La velocidad de su movimiento suele depender de varios factores: el tipo de lava, la viscosidad, la inclinación del suelo y el ritmo de producción de lava. La lava que se mueve lentamente puede alcanzar una temperatura media de 480 grados Celsius, mientras que los flujos naranjas más cercanos a la fuente pueden alcanzar los 870 grados. El dióxido de azufre liberado en el gas volcánico también puede ser peligroso. La exposición a grandes cantidades de gas puede irritar ojos, nariz y garganta.
El volcán Kilauea, en Hawái, sigue en erupción con flujos de lava viscosa, un ardiente recordatorio de la capacidad destructiva de la naturaleza. La noticia copa los titulares y quizá te estés haciendo la siguiente pregunta: ¿cuál es la diferencia entre el magma y la lava?
La distinción entre el magma y la lava está en la ubicación. Cuando los geólogos hablan de magma, se refieren a la roca fundida que todavía está atrapada bajo tierra. Si esta roca fundida llega a la superficie y continúa fluyendo como un líquido, se denomina lava.
Los magmas varían en composición química, que les confiere —a ellos y a los volcanes que los contienen— propiedades diferentes. Los volcanes de Hawái contienen magmas bastante bajos en sílice compuestos de basalto, lo que significa que son mucho menos explosivos. En lugar de eso, rezuman y salpican, creando volcanes en escudo, formaciones con laderas suaves que se han convertido en la silueta geológica propia de las islas.