La localidad riojana de Mansilla de la Sierra emerge a causa de la sequía
La sequía en el norte de España ha dejado el embalse prácticamente seco, revelando los restos de una ciudad abandonada.
Después de los veranos especialmente secos, la aldea española de Mansilla de la Sierra resurge de entre las aguas. Cuando se grabó este vídeo, el embalse solo estaba al 15 por ciento de su capacidad. La sequía en la región ha dejado al descubierto estructuras que solo se habían visto en raras ocasiones en la última mitad de siglo.
A principios del siglo XX, la pequeña aldea de La Rioja era el hogar de unas 600 personas. En 1959, el gobierno local quiso sacar provecho de los tres ríos que atravesaban la región y en 1960 se obligó a los habitantes a abandonar el pueblo.
La construcción de la presa prometía traer energía hidroeléctrica a la región agrícola, por lo que se erigió un embalse en Mansilla de la Sierra para controlar el fuerte flujo de agua que irrigaba los cultivos y proporcionaba electricidad.
Todavía pueden verse las estructuras abandonadas cuando las aguas del embalse retroceden. Las ruinas de edificios de ladrillo desmoronados dan al pueblo un aspecto fantasmagórico. Además de casas, también emergen parques infantiles, iglesias y puentes.
En entrevistas concedidas a El Periódico, los antiguos residentes recordaban con cariño el pueblo que se vieron obligados a dejar hace casi 60 años. Mientras recorrían la zona abandonada, recordaban y enseñaban a sus nietos las antiguas ubicaciones donde se levantaban sus casas. Sin embargo, la vida en Mansilla de la Sierra se recuerda con algo de pena.
Aunque la presa ha generado una nueva fuente de electricidad para la región, aquellos lo suficientemente mayores para recordar el antiguo pueblo también recuerdan cómo se vieron obligados a establecerse en una nueva aldea cercana donde las familias no tuvieron más remedio que pagar por una nueva casa.
La aldea apareció de nuevo a finales de verano y quedará sepultada otra vez cuando termine la sequía. Cuando el embalse está al máximo de su capacidad, parece un sereno lago azul con escasos indicios de la ciudad que esconde.
Mansilla de la Sierra no fue la única ciudad que sufrió una total inundación a mediados del siglo XX. Cuando finalizó la guerra civil en 1939, la dictadura franquista promovió proyectos de construcción de embalses y presas que prometieron estimular la economía del país. Docenas de pequeñas ciudades, aldeas e incluso antiguas ruinas romanas quedaron inundadas y solo reaparecen cuando los ríos se secan.
A principios de este año, la sequía en España dejó al descubierto unas ruinas romanas perdidas que normalmente permanecían ocultas bajo las aguas de un embalse.