Un nuevo invento mantiene con vida en la superficie a las criaturas abisales

Sin la pequeña cámara presurizada, las vejigas natatorias de los peces no sobrevivirían al ascenso.

Por Sarah Gibbens
Publicado 8 jun 2018, 13:52 CEST
Un nuevo invento mantiene con vida en la superficie a las criaturas abisales

La zona mesopelágica comprende un espacio a entre 200 y 1000 metros bajo la superficie del océano. Es aquí donde la luz solar empieza a desaparecer, por lo que recibe el nombre de «la zona crepuscular».

Esta zona crepuscular alberga ecosistemas fundamentales como arrecifes de coral, hogar de diversas especies de peces que los mantienen. Es una profundidad a la que los humanos no pueden acceder fácilmente. Anteriormente, se han usado vehículos remotos (ROV, por sus siglas en inglés) y técnicas invasivas para estudiar estos complejos ecosistemas.

Pero un nuevo invento ayudará a los buzos a traer a los peces a la superficie, donde pueden ser estudiadas más fácilmente.

Una inmersión peligrosa

La Submersible Chamber of Ascending Specimens o SubCAS, inventada por los científicos de la Academia de las Ciencias de California y el acuario de la bahía de Monterrey, ayuda a sacar a los peces a la superficie de forma segura. El cilindro solo tiene 60 centímetros de largo y tiene capacidad para unos pocos peces a la vez. Una cámara presurizada ayuda a garantizar que los peces que viven en tales profundidades no sufran daños internos en su viaje fuera del agua.

«Antes de la SubCAS, capturar a mano y sacar a la superficie peces vivos implicaba el proceso invasivo de hacer un agujero en sus vejigas natatorias llenas de aire para evitar su sobreexpansión», explica Bart Shepherd, director del Steinhart Aquarium de la academia, en un comunicado de prensa.

La mayoría de los peces óseos contienen un órgano lleno de gas llamado vejiga natatoria que les ayuda a maniobrar por el agua sin flotar hasta la superficie o hundirse hasta el fondo.

Cuando los peces de la zona crepuscular son trasladados rápidamente a la superficie del agua, puede provocar la ruptura de la vejiga natatoria.

La cámara corrige este rápido cambio de presión.

¿Cómo funciona?

Cuando los buzos alcanzan los 55 metros en su ascenso, pasan a los peces de los tarros donde los capturan a una pequeña cámara en la que introducen una burbuja de aire. La cámara se sella con la burbuja de aire en su interior y, durante el resto del ascenso, la burbuja ayuda a mantener la presión.

A 30 metros, los peces se dan a buzos que los llevan a instalaciones en la superficie, donde los peces son liberados mediante una descompresión controlada.

Según la Academia de las Ciencias de California, el método tiene resultados muy satisfactorios. A veces, transportan a los peces a instalaciones diferentes en avión, pero las presiones diferentes, de 150 metros bajo el mar a 10.000 metros en el aire, han sido controlables.

Un análisis más cercano

La SubCAS presenta el beneficio inmediato de ayudar a los científicos a sacar a los peces a la superficie del agua, pero también les permite estudiar mejor a las especies que suelen estar fuera de su alcance.

Para los conservacionistas que tratan de proteger a estas especies vulnerables, entender mejor cómo viven puede ayudar a planear estrategias de conservación más efectivas.

«En una época de crisis global para los arrecifes de coral, descubrir peces extraños y hermosos en hábitats de arrecife inexplorados es fundamental para saber cómo protegerlos», afirma Shepherd en un comunicado. «Estas especies son embajadoras de hábitats importantes que rara vez se incluyen en áreas marinas protegidas o santuarios».

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