Este animal desarrolla una cresta temporal para impresionar a las hembras

El tritón crestado macho toma medidas extremas durante la época de apareamiento. ¿Qué hacen otros machos del reino animal?

Por Liz Langley
Publicado 26 mar 2018, 17:41 CEST
Tritón crestado
Un tritón crestado macho lleva su cresta de apareamiento mientras nada en Europa.
Fotografía de Derek Middleton, Minden Pictures, National Geographic Creative

La mayoría de humanos nos arreglamos cuando queremos ligar. Pero algunos machos del reino animal van mucho más allá del acicalamiento y cambian drásticamente su apariencia física para atraer la atención de las hembras. Las hormonas masculinas como la testosterona suelen provocar estos «adornos» temporales.

Las enormes astas de los alces y de otros cérvidos son los más obvios y sorprendentes, pero ¿qué hacen otros machos menos conocidos para conseguir pareja?

Ranas y sapos

Los machos de muchas especies de ranas y sapos, como la rana bermeja, desarrollan musculosos «brazos de Popeye» y excrecencias nupciales durante la época de apareamiento, según explica Greg Pauly, comisario de herpetología en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles.

Ranas bermejas
Ranas bermejas se aparean en el parque nacional de Retezat, Rumanía.
Fotografía de Erland Haarberg, National Geographic Creative

Las excrecencias nupciales son abultamientos queratinizados —como papel de lija— en las patas de los machos que les permiten agarrarse a la piel resbaladiza de la hembra durante el apareamiento.

El aumento de masa muscular en los brazos les facilita agarrarse a las hembras en caso de que otro macho intente separar a la pareja durante la cópula, o si la hembra trata de «rechazar a un pretendiente que no quiere pasando bajo una rama baja o una raíz expuesta», explica Pauly.

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    Las excrecencias nupciales se desarrollan con la madurez sexual y si la especie las tiene se quedan para siempre, volviéndose más pronunciadas durante la época de apareamiento.

    Tritones

    El tritón crestado ve los brazos y las excrecencias de las ranas y sube una cresta de cuerpo entero.

    Estos miembros del orden de los caudados, originarios de Europa y de Asia occidental, son unos de los «"cambiadores" más drásticos de entre todos», afirma Pauly.

    Al igual que muchas especies de tritón, al principio son larvas acuáticas y salen a tierra como ejemplares jóvenes. Cuando son adultos, vuelven al agua para aparearse.

    Cada época de reproducción, los machos maduros desarrollan brazos musculosos y excrecencias nupciales, así como aletas dorsales que les hacen parecer más grandes e impresionantes a ojos de las hembras y entre ellos. Estos tritones tienen un sistema de apareamiento lek, lo que significa que los machos se congregan en una parte del estanque y las hembras eligen entre ellos, y parte de este despliegue consiste en que otros machos sepan que no deben quitarles su lugar en el lek. Los machos también mueven las colas durante el cortejo, para presumir y enviar feromonas en la dirección de la hembra.

    Salmones

    Algunas especies de salmón se someten «a una gran remodelación en la mandíbula inferior con fines reproductivos», explica en un email Scott Heppel, profesor adjunto de pesca en la Universidad del Estado de Oregón.

    Las mandíbulas inferiores de los machos desarrollan un gancho, denominado pipa, que emplean para enfrentarse a otros machos.

    Salmón rojo
    Un salmón rojo macho muestra su color de apareamiento mientras nada en el estrecho del Príncipe Guillermo, Alaska.
    Fotografía de Hiroya Minakuchi, Minden Pictures, National Geographic Creative

     

    Los salmones rojos en particular se someten a un gran cambio en la estructura del cráneo durante el desove, según explica.

    Pero, a diferencia de los anfibios, los salmones rojos macho no recuperan su físico menos impresionante tras aparearse; en su lugar, los peces empiezan a degradarse y mueren tras su acto final.

    Otros peces

    Las corvinas, los peces sapo y los peces guardiamarina son especies emparentadas que sufren transformaciones menos obvias pero no menos impresionantes.

    A la hora de aparearse, sus hormonas sexuales desarrollan los músculos y sus vejigas natatorias, permitiéndoles hacer vibrar el órgano y creando sonidos (escucha) que hacen las veces de cantos de sirena para las hembras, según Hepell.

    Este sonido es tan fuerte que en Sausilito, California, en la década de 1980, los dueños de una casa barco se quejaron de ruidos que alteraban su paz y tranquilidad y que resultaron ser la serenata de peces guardiamarina.

    Lapas

    Los machos de este molusco marino desarrollan gónadas con hasta la mitad de su peso corporal durante la época de apareamiento. Estas gónadas más fornidas permiten producir más esperma, perfecto para expandir sus genes.

    Lapas zapatilla
    Un grupo de tres lapas zapatilla comunes, cuyos machos tienen penes tan largos como sus cuerpos.
    Fotografía de Blick Winkel, Alamy

    Pero no es el único truco que esconden bajo la concha.

    Las lapas zapatilla comunes viven y se aparean en montones (ver vídeo), con la hembra debajo y los machos más pequeños encima.

    Estos machos intentan aparearse extendiendo sus largos penes — a veces tan largos como sus cuerpos— bajo la concha donde la hembra alberga sus huevos.

    Los machos que no se unen a un montón ya existente pueden adherirse a una superficie ellos solos, y en ese caso pueden convertirse en hembras.

    ¿No es increíble?

    Babosa negra

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