Cómo practicar turismo salvaje ético
Estas son nuestras pautas para vivir encuentros éticos con animales salvajes.
Los turistas adoran a los animales. Quieren acercarse a ellos, aprender cosas sobre ellos. Pero la realidad que muchos turistas no ven es que, para dedicarse a este negocio, los encuentros con animales, como subirse a elefantes o sacarse fotos con tigres, dependen de poner a trabajar a criaturas salvajes.
Distinguir la diferencia entre experiencias de turismo salvaje éticas y problemáticas es uno de los temas espinosos que aborda el reportaje especial de la revista National Geographic: «Suffering unseen: The dark truth behind wildlife tourism» («El sufrimiento invisible: la oscura verdad tras el turismo salvaje»). A los visitantes de entornos como zoológicos o parques nacionales, puede resultar difícil determinar cómo observar animales de forma humana. Para evaluar cómo tratan las instalaciones a los animales cautivos, podemos consultar las «cinco libertades»: estándares reconocidos a nivel internacional inspirados en un informe del gobierno de Reino Unido de 1965. Ten en mente estos consejos antes de tu próxima aventura salvaje:
Infórmate
Busca centros donde los animales parezcan estar bien alimentados y tengan acceso a agua limpia en todo momento. Una instalación con puntuaciones altas en TripAdvisor no es necesariamente humanitaria. Lee los comentarios de una o dos estrellas, en los que los visitantes suelen incluir sus preocupaciones por el bienestar de los animales.
Estudia el espacio
Observa si los animales tienen un entorno adecuado, con refugio, espacios amplios, una zona de descanso cómoda y un lugar apartado, lejos de las multitudes. Desconfía de palabras como «devuelve a la conservación», «santuario» y «rescate». Sé prudente si un centro hace estas promesas, pero ofrece una interacción amplia con una gran cantidad de gente.
Busca banderas rojas
Evita instalaciones donde los animales estén visiblemente heridos o se les obligue a participar en actividades que podrían herirlos o causarles dolor, o donde los recintos no están limpios. Estar encadenados, actuar e interactuar con turistas —darles paseos, posar con ellos, que laven al animal— no es normal para un animal salvaje, aunque haya nacido en cautividad.
No hagas ruido
Sé consciente de que las multitudes y los ruidos anormales provocan estrés, sobre todo en animales que han sido sometidos a entrenamiento basado en el miedo, han sido separados de sus madres al nacer o han sufrido otros traumas.
Adhiérete a lo salvaje
Busca experiencias que ofrezcan la observación de animales que presenten comportamientos naturales en entornos naturales.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.