El mamut está extinto. ¿Por qué quieren considerarlo especie «en peligro de extinción»?

La cumbre internacional de CITES valorará esta propuesta, que podría limitar aún más el comercio de marfil.

Por Dina Fine Maron
Publicado 22 ago 2019, 12:04 CEST
Mamut lanudo
Los mamuts lanudos, sepultados durante años en permafrost —hasta ahora— son valiosos por su «marfil helado». Cuando se tallan, cuesta distinguir sus colmillos de los de elefante.
Fotografía de Jonathan Blair, Nat Geo Image Collection

Una de las propuestas más sorprendentes que se debaten en la cumbre internacional de CITES en Ginebra, Suiza, tiene que ver con los mamuts lanudos —criaturas que vagaron por grandes extensiones de Norteamérica, Europa y el norte de Asia—, que se extinguieron hace más de 4000 años.

La iniciativa para añadir una especie extinta a la lista de animales vivos y regulados resulta polémica, ya que el objetivo del tratado de CITES es impedir que el comercio internacional de productos de fauna y flora silvestres empuje a la extinción a las especies actuales. El tratado no descarta específicamente la inclusión de especies extintas, pero sí afirma que «normalmente, debería proponerse su inclusión».

¿Cuál es el motivo de que Israel haya presentado esta propuesta? Frenar el contrabando de marfil de elefante.

«Como el comercio de marfil de mamut está prácticamente sin regular y sin documentar, y como cuesta distinguir el marfil de mamut del de elefante, existe un riesgo tangible de que el tráfico internacional de marfil de elefante se vea facilitado por la clasificación falsa y deliberada de los especímenes de marfil de elefante como marfil de mamut para evitar los requisitos de esta Convención», explica la propuesta.

El marfil modificado de elefante y de mamut lanudo tiene pocas diferencias físicas. Una diferencia que suele ser invisible al ojo humano es que el marfil de mamut contiene un fosfato de hierro llamado vivianita, que puede provocar defectos verdes azulados o marrones. De lo contrario, los marfiles son idénticos en gran medida. Sin embargo, es fácil identificar colmillos de mamut enteros porque —a diferencia de los de los elefantes— crecen en espiral, como un sacacorchos.

Como el permafrost se ha derretido en los últimos años, cada vez cuesta menos acceder a los mamuts lanudos sepultados bajo el hielo de Siberia y Rusia se ha convertido en un importante exportador de marfil de mamut, una sustancia que a veces se denomina marfil helado.

Entre 1993 y 2003, se importaron a Estados Unidos más de 22 000 colmillos enteros y 500 000 grabados de mamut lanudo, según los datos del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre. Por su parte, los análisis de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el grupo de supervisión de comercio de especies silvestres Traffic indica que «las evidencias de China continental, la Región Administrativa Especial de Hong Kong, Birmania y Estados Unidos apuntan a que algunos vendedores clasifican falsamente el marfil de elefante como marfil de mamut, pero no existe ninguna evaluación exhaustiva que sugiera la amplitud de esta práctica».

Al principio, Israel decidió plantear esta propuesta sobre los mamuts en colaboración con Kenia (que, a diferencia de Israel, sí tiene elefantes que conservar). Simon Nemtzov, experto científico de CITES en Israel y director de asuntos exteriores de la Autoridad de Naturaleza y Parques de Israel, ambos países han colaborado en el pasado en temas de conservación e Israel ha ayudado a formar a algunos guardabosques keniatas en los últimos años. Pero Kenia no cumplió con un plazo del proceso, dejando a Israel como único promotor de la propuesta.

«Ya la planteamos en la última reunión de CITES hace tres años para instar a las partes a detener el comercio de mamut», contó Nemtzov a National Geographic en una entrevista en los meses previos a la conferencia.

«Ahora, damos un paso más para que el mamut sea incluido en el Apéndice II, que no prohibiría su comercio, pero exigiría el registro de todos los intercambios». Significaría que, antes de la emisión de un permiso de exportación, «al país exportador le corresponde demostrar que se trata de marfil de mamut real». (Sin embargo, el tratado no establece un protocolo de verificación.)

Drones para desenmascarar a traficantes de marfil

Nemtzov afirma que la propuesta podría salir adelante porque existen disposiciones en CITES para la inclusión de a una especie extinta si es una imitación de una especie en peligro de extinción viva, pero prevé que Rusia, el principal exportador de marfil de mamut, se opondrá.

«Ahora mismo, el marfil de mamut no está sometido al sistema de CITES, así que no contamos con información sobre qué se intercambia ni de dónde viene», afirmó Nemtzov. «La idea es controlarlo y la inclusión en un apéndice permitirá que eso ocurra».

Si se aprueba la propuesta, los delegados de las 183 partes de CITES tratarían al Mammuthus primigenius —que pisó la Tierra por última vez a principios del Holoceno— como una especie en peligro de extinción, con restricciones comerciales necesarias.

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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