¿Por qué el zoo de Central Park no quiere capturar a Flaco, el búho real fugado?

En el cuarto crimen zoológico de 2023 en Estados Unidos, un búho real euroasiático fue liberado de su recinto en Nueva York. Lo que ocurrió a continuación sorprendió a los observadores de aves de todo el mundo.

Por Dina Fine Maron
Publicado 24 feb 2023, 12:48 CET
Flaco, el búho real euroasiático que se escapó del zoo de Central Park

Flaco, un búho real euroasiático que se escapó del zoo de Central Park después de que su recinto fuera objeto de actos vandálicos, permanecerá libre y en observación.

Fotografía de Andrew Lichtenstein, Corbis, Getty Images

Eran las 20:30 de un jueves cuando el personal del zoo de Central Park (Nueva York; Estados Unidos) se dio cuenta de que Flaco, un majestuoso búho real euroasiático de orejas negras y llamativos ojos naranjas, no estaba visible. Habían cortado la malla de acero de su recinto y destrozado su exhibición. Había desaparecido.  

Este delito supone la cuarta vez que alguien entra ilegalmente en un zoo en 2023. También se están investigando incidentes en el zoo de Dallas, el de Houston y el Zoosiana de Broussard (Luisiana), todos ellos con cortes en los recintos de los animales. Pero la fuga de Flaco el 2 de febrero y el posterior seguimiento de sus éxitos en libertad han llevado al zoo de Central Park a tomar una decisión sorprendente: Flaco seguirá alzando el vuelo más allá de los muros del zoo, al menos por ahora.

Dejar deliberadamente en libertad a un animal que se ha escapado "no tiene precedentes en mi experiencia", afirma Dan Ashe, presidente y director general de la Asociación de Zoos y Acuarios.

Con cualquier captura, dice, "siempre existe el riesgo de que el ave sufra daños; tendrían que ponerle un cebo y atraparla con una red". Y "el zoo de Central Park está sopesando los peligros de capturarlo (y me quito el sombrero ante ellos), está claro que les interesa su bienestar y están adoptando una respuesta muy comedida", afirma.

Los empleados del zoo de Central Park vigilan cuidadosamente la vida de Flaco
Ornitólogos en Central Park
Izquierda: Arriba:

Los empleados del zoo de Central Park vigilan cuidadosamente la vida de Flaco en Central Park el 9 de febrero de 2023, una semana después de que se escapara de su recinto.

Fotografía de Jeenah Moon, The New York Times, Redux
Derecha: Abajo:

Los ornitólogos se han deleitado observando los movimientos de Flaco por el parque.

Fotografía de Andrew Lichtenstein, Corbis, Getty Images

Flaco no se ha alejado mucho del zoo, lo que facilita su seguimiento. Al principio fue visto por el público y por la policía de Nueva York en la acera y entre los árboles del zoo, pero en los días siguientes a su fuga se instaló en Central Park, una extensión verde de 339 hectáreas de Nueva York. El personal del zoo intentó capturarlo con cebos y grabaciones de cantos de búho real, pero Flaco rechazó el cebo y se desplazó hábilmente por el parque para alimentarse de las numerosas ratas del lugar.

Gracias a estas habilidades, las autoridades se sintieron cómodas dejando al animal en el parque, para regocijo de los observadores de aves locales que han documentado sus movimientos.

"Vamos a seguir vigilando a Flaco y sus actividades y a estar preparados para reanudar los esfuerzos de recuperación si muestra algún signo de dificultad o angustia", declaró el zoo en un comunicado el 17 de febrero. Anteriormente, el animal sólo había vivido en cautividad.

Aunque la decisión de dejar a Flaco en libertad es única, otros animales de zoológico han escapado y permanecido en libertad en el pasado. En el zoo de Dallas, en 2021, una corneja llamada Onyx se escapó del recinto durante un entrenamiento para un espectáculo. El zoo hizo un seguimiento de pistas y posibles avistamientos durante meses, pero el cuervo nunca fue recuperado, según un portavoz del zoo.

Y en el zoológico de Virginia, en 2017, un panda rojo de 19 meses (una especie en peligro de extinción) se escapó y nunca fue encontrado. También fue famoso el caso del panda rojo del Zoológico Nacional Smithsonian, Rusty, que se escapó de su recinto en 2013, pero después de un breve tiempo vagando por un barrio cercano en Washington, D.C. fue capturado y devuelto.

Los zoológicos liberan habitualmente en la naturaleza animales que han rehabilitado, como manatíes y tortugas marinas, y crían animales para liberarlos, como han hecho con hurones de patas negras y lobos mexicanos.

Pero Flaco, a diferencia de otros animales del zoo, es un candidato poco frecuente para permanecer fuera del zoo: no supone un riesgo para la seguridad pública, ha demostrado que puede cazar por su cuenta y no es una especie en peligro de extinción.

Pero sobrevivir en Central Park es mucho más que buscar comida, advierte Ashe. El búho real euroasiático no es nativo de Estados Unidos, y puede tener que defenderse de otros animales, como lechuzas, rapaces o cuervos, señala.

"Los búhos sufren el acoso frecuente de otros animales, que pueden ser especialmente territoriales al llegar la época de anidamiento", dice Ashe.

Otros riesgos para el animal pueden ser los atropellos, los envenenamientos accidentales o la electrocución por cables aéreos, que también son algunas de las principales amenazas para el búho en su área de distribución natural en Europa, Asia y el norte de África.

Ni la AZA ni su equivalente europea, la Asociación Europea de Zoos y Acuarios, llevan estadísticas sobre fugas de zoos o robos de animales. Pero ambos grupos exigen que los zoos realicen simulacros de seguridad para prepararse para tales incidentes como parte de sus requisitos de acreditación.

(Relacionado: ¿Por qué se escaparon 52 papiones de un recinto del zoo de París?)

Preocupación por los delitos recientes contra los zoos

Aunque Flaco no resultó herido durante el robo, el delito sigue siendo muy preocupante, según Ashe. Se trata de un "acto delictivo deliberado, que pone en peligro la seguridad del ave y que aún está siendo investigado por la policía de Nueva York", según un comunicado del zoo de Central Park, que declinó las solicitudes de entrevista para este reportaje.

Se desconocen las motivaciones tanto de este suceso como de la oleada de delitos cometidos recientemente en el zoo. Aunque no hay pruebas de que todos estén relacionados, el jefe del Departamento de Policía de Broussard, Vance Olivier, cuyo equipo está investigando el incidente de Zoosiana, declaró a National Geographic que la policía "no lo ha descartado del todo". Su departamento ha detenido a un sospechoso por el robo en enero de 12 monos ardilla, aunque los animales no han sido recuperados.

Los animales sustraídos de los zoológicos son a veces objeto de tráfico para el comercio de mascotas exóticas o se mantienen como animales de compañía. Muchos tampoco pueden sobrevivir sin los cuidados, la comida y el cobijo a los que están acostumbrados en los zoológicos.

Los zoológicos aprenderán de estos delitos recientes, afirma Ashe, pero las medidas que pueden tomar para protegerse de ataques selectivos son limitadas.

"Siempre habrá un equilibrio", dice, "entre ofrecer un entorno accesible, abierto y agradable tanto para los animales como para los visitantes y mantener unas instalaciones seguras."

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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