Todo lo que hay que saber sobre la serpiente cabeza de cobre y su mordedura
Común en el este de Norteamérica y experta en camuflaje, esta especie de serpiente venenosa puede sorprender a un excursionista desprevenido con una mordedura desagradable.
Sus colores y marcas ayudan a las serpientes cabeza de cobre a esconderse sin ser detectadas en montones de madera y hojas muertas.
Ya es verano y las serpientes cabeza de cobre se están dejando ver por Estados Unidos.
Presentes en todo el este y el sur de EE.UU., las cabezas de cobre pueden sobrevivir fácilmente en zonas urbanizadas, como los barrios de las afueras, uno de los motivos por los que esta especie es responsable de la mayoría de las mordeduras de serpientes venenosas que se producen cada año en el país.
Y esas mordeduras aumentan a medida que sube la temperatura: un estudio publicado recientemente sobre el seguimiento de las visitas a urgencias en el estado de Georgia ha revelado que, por cada grado que subía la temperatura, eran más frecuentes las mordeduras de serpientes venenosas.
Esto es lo que debes saber sobre las serpientes de clima cálido y qué hacer si te muerden.
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¿Qué es exactamente una cabeza de cobre?
La cabeza de cobre norteamericana, Agkistrodon contortrix, es un tipo de víbora de fosetas. Las víboras de fosetas tienen hendiduras sensoras del calor entre los ojos y las fosas nasales. Esto les permite detectar animales de sangre caliente en la oscuridad de la noche.
Las muertes por mordedura de cabeza de cobre son extremadamente raras: la mayoría pueden tratarse con visitas al ambulatorio. Este ejemplar es considerado la serpiente más peligrosa en muchos estados de Estados Unidos porque es la que tiene más probabilidades de morder o encontrarse cerca de viviendas humanas.
Su nombre se lo da el color cobrizo de su cabeza. Su cuerpo, de color canela claro y que puede llegar a medir más de un metro, está cruzado por bandas de color marrón oscuro en forma de reloj de arena.
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¿Dónde se encuentran?
Las cabeza de cobre tienen una amplia área de distribución en EE.UU., por todo el este y el centro del país. Están muy extendidas porque pueden vivir en una gran variedad de hábitats, desde zonas boscosas hasta montañas. Lo que convierte a estas serpientes en una amenaza especial para las personas es su afinidad por los depósitos de chatarra, los montones de serrín o los viejos edificios abandonados.
Sus colores marrón claro y oscuro las convierten en expertas en camuflaje. Aunque no son especialmente agresivas, las serpientes pueden asustarse y morder a un transeúnte desprevenido.
Durante los calurosos meses de verano, las cabezas de cobre tienden a ser nocturnas y sólo cazan durante la noche. Sin embargo, cuando las temperaturas empiezan a bajar en otoño, es más frecuente verlas durante el día. Según Penn State, las noches cálidas y húmedas tras un periodo de lluvias son el mejor momento para ver cabezas de cobre.
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¿Quién corre peligro?
Las mordeduras de las cabezas de cobre pueden ser muy dolorosas, pero rara vez son mortales. Entre 7000 y 8000 personas sufren mordeduras de serpientes venenosas en EE. UU. cada año. Los niños o las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren mayores riesgos por el veneno y las complicaciones durante el tratamiento. Puede producirse pérdida de tejido local alrededor de la carne mordida, y pueden surgir complicaciones secundarias por infecciones.
Una hoja informativa sobre las cabeza de cobre del Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte señala que para las personas que viven cerca de zonas boscosas u otros ecosistemas, "eliminar la posibilidad de [encontrarse con] una serpiente es prácticamente imposible".
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan que los trabajadores al aire libre que pisan o están cerca de una cabeza de cobre son los que tienen más probabilidades de sufrir una mordedura.
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¿Cómo se tratan las mordeduras?
No todas las mordeduras de una cabeza de cobre requieren un antídoto.
Un estudio de 2010 publicado en la revista del Colegio Americano de Cirujanos realizó un seguimiento de 88 mordeduras de cabeza de cobre en pacientes atendidos entre 1995 y 2010. De estos pacientes tratados, ninguno recibió antiveneno ni cirugía, sino que fueron tratados para el dolor y la hinchazón.
Aunque las mordeduras de serpientes venenosas pueden ser peligrosas, el antiveneno también conlleva el riesgo de complicaciones. En ocasiones, las reacciones alérgicas inmediatas pueden provocar anafilaxia, y los tratamientos pueden provocar enfermedades tardías.
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¿Están aumentando las mordeduras de cabeza de cobre?
Según un estudio realizado entre 2000 y 2013 por la Academia Americana de Pediatría, sí, en el caso de los niños (hasta la fecha no se han realizado estudios en adultos). El estudio reveló que, en ese periodo de 13 años, las mordeduras de cabeza de cobre notificadas aumentaron un 137%. Cada año se registran en EE.UU. más de 1300 mordeduras de serpiente en niños, y el 39% de ellas son de cabeza de cobre.
Los expertos especulan con que las condiciones creadas por el hombre, como la pérdida de hábitat, la urbanización y el cambio climático, han empujado a las serpientes venenosas hacia los suburbios y hacia el norte.
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¿Qué debo hacer si me muerden?
Los colmillos de esta víbora cobriza producen mordeduras afiladas y dolorosas, y su veneno puede provocar enrojecimiento, hinchazón y hormigueo. Quítate cualquier joya o ropa ajustada que pueda restringir el flujo sanguíneo si se te empieza a hinchar una extremidad.
Los CDC recomiendan buscar atención médica lo antes posible. Mantener la calma y no moverse puede ayudar a detener la propagación del veneno, y es importante anotar el tipo de serpiente, si es posible, para que los médicos puedan utilizar tratamientos más eficaces.
Y no, no se puede succionar el veneno de una herida.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.