Algas tóxicas: la nueva y creciente amenaza para la salud de tu perro
Un springer spaniel inglés sentado en la proa de una canoa en Long Pond, Maine (Estados Unidos).
A principios de verano, Anais Felt llevó a su perra, Cora, a un conocido lugar de baño del lago Tahoe (Estados Unidos). Tras ver que otros dueños dejaban nadar a sus perros en el lago, pensó que el agua era segura. Sin embargo, "en menos de una hora estaba muy enferma, y en menos de tres horas falleció", cuenta Felt en un vídeo viral publicado en TikTok el 3 de julio.
Las culpables, según Felt, fueron las floraciones de algas nocivas: cianobacterias (a menudo llamadas algas verdeazuladas) y algas que pueden producir toxinas. Estas bacterias y algas marinas, que forman parte normal del ecosistema, pueden volverse peligrosas durante las "floraciones", cuando se reproducen rápidamente. Los análisis de la calidad del agua en la zona de South Lake Tahoe, en California, mostraron la presencia de bajos niveles de cianobacterias durante todo el mes de julio.
Las temperaturas cálidas, las grandes cantidades de nutrientes (como el fósforo y el nitrógeno utilizados en los fertilizantes químicos), las precipitaciones y el viento pueden causar un rápido crecimiento, dijo Richard Stumpf, oceanógrafo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), en un correo electrónico.
De 2018 a 2023, 42 perros y 158 humanos en California enfermaron a causa de las floraciones de algas nocivas.
Según la Oficina Nacional de Floraciones de Algas Nocivas de Estados Unidos, las cianobacterias se han documentado en los 50 estados y, como resultado, 25 estados han emitido advertencias sanitarias. Pero los costes de un control preciso pueden hacer que las floraciones nocivas queden ocultas a simple vista, lo que preocupa a los dueños de mascotas, ya que las floraciones suelen crecer en verano y a principios de otoño, cuando mascotas y dueños buscan una forma de refrescarse. En España, apenas la mitad de las zonas de baño de aguas interiores se pueden considerar plenamente seguras de esta amenaza.
(Relacionado: ¿Qué sabemos de la misteriosa enfermedad respiratoria que se está extendiendo entre los perros de EE. UU.?)
Señales de peligro en perros y humanos
Las floraciones de algas nocivas son producidas con mayor frecuencia por cianobacterias, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
Hay diferentes especies de cianobacterias que varían en apariencia, pero normalmente cambian el color del agua a verde, azul, marrón y rojo, dependiendo del tipo. Realizan la fotosíntesis, como las algas, y su proliferación se conoce como floración de algas.
"Varias producen escorias, esteras o espuma", explica Stumpf. "El aspecto de una floración no indica necesariamente su toxicidad. Una buena regla general, sin embargo, es asumir que la espuma es tóxica, ya que la espuma ha concentrado las cianobacterias (y cualquier toxina asociada) en un pequeño volumen de agua", añade.
Un hombre pesca en el embalse de Iron Gate, en el río Klamath (California). Las temperaturas cálidas, la contaminación por fertilizantes y el agua estancada pueden aumentar la probabilidad de floración de cianobacterias.
Como los perros se sienten atraídos por los olores de las algas, según la NOAA, son mucho más susceptibles a la intoxicación por cianobacterias que los humanos. Los perros están expuestos a las toxinas a través del contacto con la piel, el agua potable y la ingestión de algas. Incluso después de salir del agua, los perros pueden ingerir toxinas al acicalarse el pelo y las patas.
Los signos de intoxicación pueden aparecer entre 30 minutos y unas horas después de la exposición, según el tamaño del perro, el tipo de cianobacteria y la cantidad de toxina ingerida.
Las floraciones pueden producir daños hepáticos, nerviosos y cutáneos tanto en humanos como en animales. Los signos más comunes de intoxicación tóxica en perros son vómitos de color verde, babeo excesivo, frecuencia cardiaca elevada, diarrea o heces sanguinolentas, pérdida de apetito, ojos y encías amarillos, hinchazón abdominal, coloración azulada de la piel, urticaria, sarpullido, micción oscura o infrecuente, convulsiones, parálisis y desorientación.
Puedes reducir la exposición de tu perro llevándolo con correa, evitando que beba agua o coma algas y lavándolo con agua limpia si se baña. Para protegerte de las toxinas, utiliza guantes o una toalla para retirar las algas.
Si sospechas que tu perro ha estado expuesto a una intoxicación por cianobacterias, acude inmediatamente al veterinario, ya que las intoxicaciones suelen ser mortales en los perros.
Para los humanos, las toxinas también pueden tener efectos nocivos, como diarrea, náuseas, vómitos, irritación de la piel, ojos y garganta, reacciones alérgicas y dificultades respiratorias. Los dos tipos más graves de cianotoxinas (microcistina y anatoxina) pueden causar insuficiencia hepática, shock, parada respiratoria e incluso la muerte. Los niveles elevados de exposición suelen producirse al nadar, bucear y practicar esquí acuático.
"La prevalencia notificada de toxicosis por cianobacterias está aumentando tanto en perros como en humanos, con riesgo durante todo el año en climas cálidos", dice Laura Robinson, veterinaria de pequeños animales del Hospital Antonio Animal (en California). Señala que no se ha observado un riesgo desproporcionado entre razas, edad o sexo.
(Relacionado: Una misteriosa enfermedad neurológica afecta a las panteras de Florida, especie en peligro de extinción)
¿Es una amenaza creciente?
Los estudios muestran que el calentamiento de las temperaturas, consecuencia del cambio climático, puede ser un factor importante en el crecimiento de las cianobacterias. En el lago Tahoe, las temperaturas han aumentado casi medio grado desde 1968, alcanzando su punto máximo en 2015 con una temperatura media de 11°C. Los lagos son especialmente sensibles al cambio climático, ya que incluso pequeños cambios de temperatura afectan al ecosistema.
"Una de las preocupaciones es la posibilidad de que las floraciones de cianobacterias comiencen antes. Supondrán un peligro durante más tiempo en verano", afirma Stumpf. Aunque señala que algunas especies crecen más eficazmente a temperaturas más frías.
Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU., las floraciones de algas nocivas están floreciendo como consecuencia del cambio climático. Las temperaturas más cálidas y las precipitaciones más abundantes han hecho que los lagos favorezcan a las cianobacterias frente a las algas eucariotas (o algas beneficiosas para el medio ambiente), lo que da a las cianobacterias una ventaja competitiva. En un estudio de laboratorio controlado, se observó que cianobacterias como la Microcystis aeruginosa duplicaban su población en 1 o 2 días en condiciones favorables, mientras que muchas algas eucariotas tardaban de 2 a 4 días en duplicarse en condiciones similares.
El deshielo y la expansión térmica también han provocado un aumento del nivel del mar, alterando el flujo normal de agua y permitiendo que las cianobacterias crezcan con mayor facilidad.
(Relacionado: Un virus mortal se propaga entre los mamíferos marinos ante el derretimiento del hielo ártico)
"Los cambios en el nivel del mar, otro resultado del calentamiento de las temperaturas, pueden afectar a los patrones de circulación del agua, dando lugar potencialmente a zonas de agua estancada donde las cianobacterias pueden crecer más fácilmente", afirma Stumpf. En aguas estancadas, las cianobacterias suben y bajan por el agua para obtener nutrientes, absorber luz solar y liberar calor.
Estas condiciones ambientales cambiantes y una vigilancia imprecisa hacen que los dueños de mascotas tengan que vigilar más de cerca los lugares de baño que antes eran seguros. En su TikTok, Felt señala que no había oído ni leído nada sobre problemas con la calidad del agua y que parecía "preciosa" y clara.
"El lago Tahoe es conocido como una masa de agua limpia, clara y muy fría que no es susceptible a las cianobacterias, pero nuestro mundo está cambiando", publicó Felt en Instagram.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.