Mamífero, ovíparo y venenoso: la evolución del ornitorrinco sigue encerrando incógnitas
Este extraño mamífero australiano tiene un intrigante árbol genealógico que merece la pena conocer.
Los ornitorrincos cazan bajo el agua, donde nadan graciosamente remando con las patas delanteras palmeadas y dirigiéndose con las traseras y la cola en forma de castor.
Si hubiera un animal que representara la diversificación, ése sería el ornitorrinco. Su aspecto, parecido al de una nutria disfrazada de pato, plantea una pregunta obligatoria: ¿cómo evolucionó este animal tan curioso de esta forma tan inverosímil?
El ornitorrinco es un mamífero australiano con algunos rasgos extrañamente propios de reptiles, como la puesta de huevos. Y, aunque pensamos que mamíferos y reptiles son muy diferentes, hubo un tiempo en el que ambos compartieron un antepasado común, dice Wes Warren, antiguo miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Saint Louis (Estados Unidos) y actualmente profesor de genética en Bond Life Sciences Center de la Universidad de Misuri (EE. UU.)
Estos animales que se alimentan en el fondo del mar recogen insectos, larvas, crustáceos y gusanos en su pico, junto con trozos de grava y barro. Los ornitorrincos no tienen dientes, por lo que los trozos de grava les ayudan a "masticar" la comida.
Warren dirigió un estudio de 2008 que descubrió que el ornitorrinco tiene una "fascinante combinación de caracteres de reptil y mamífero".
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Escisión evolutiva
Los reptiles parecidos a los mamíferos se separaron del linaje que compartían con aves y reptiles hace unos 280 millones de años.
Unos 80 millones de años después, los monotremas (mamíferos que ponen huevos) se separaron del linaje de los mamíferos, explica Rebecca Young, bióloga de la Universidad de Texas (Estados Unidos).
Los machos venenosos tienen aguijones afilados en los talones de las patas traseras y pueden utilizarlos para asestar un fuerte golpe.
En la actualidad, de esa rama del árbol genealógico sólo quedan el ornitorrinco y cuatro especies de equidna.
Según Young, esta división se produjo antes de la evolución de la placenta, "por lo que, en ese sentido, están a medio camino entre un lagarto y lo que consideramos un mamífero placentario de aspecto humano", conservando algunos rasgos de reptil y mamífero.
Aunque el registro fósil de los monotremas es limitado, se han encontrado algunos cráneos, como el del extinto Obdurodon dicksoni. Esta criatura, que vivió durante el Mioceno (hace entre 23,3 y 5,3 millones de años), tiene un hocico similar al del ornitorrinco actual, pero es probable que no sea pariente cercano.
Si bien los ornitorrincos modernos viven en Australia, los fósiles también demuestran que hubo una especie de ornitorrinco antiguo que habitó en Sudamérica.
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Un cuidador de zoo acuna a dos crías gemelas de ornitorrinco, conocidas como puggles, en el Santuario de Healesville (Australia).
Su factura de la luz
Pero por qué los ornitorrincos "dejaron de evolucionar y de perder estos componentes que hacen que un mamífero sea un mamífero", sigue siendo un misterio, dice Warren.
La leche del ornitorrinco se filtra por los poros de su abdomen, no por las mamas, como sucede con en el resto de los mamíferos. Y hay más: otra adaptación increíble es su forma de buscar comida. Los ornitorrincos cierran los ojos, los oídos y la nariz bajo el agua y encuentran a sus presas detectando las corrientes eléctricas con su pico de pato.
Su veneno se encuentra en un espolón en el talón de los machos, un método de administración único entre las criaturas venenosas.
Warren dirigió un estudio en 2010 que halló 83 toxinas en el veneno del ornitorrinco, que contiene genes parecidos a los del veneno de otros animales, como serpientes, estrellas de mar y arañas. Es probable que se trate de un ejemplo de evolución convergente, en la que especies no relacionadas desarrollan rasgos similares.
Así pues, aunque muchos detalles sobre el ornitorrinco siguen siendo un misterio, Young señala que existe "cierta aleatoriedad en la forma de adquirir cosas a lo largo del tiempo", además de mutaciones y adaptaciones que se producen con mayor rapidez.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com el 30 de julio de 2016 como respuesta a una pregunta de un lector. Ha sido traducido al español el 27 de diciembre de 2024.