Ratas, nuestras poco queridas (y asombrosas) compañeras

Algunos roedores a los que llamamos "ratas" no son verdaderos miembros del genero 'Rattus', pero no dejan de ser una constante en el día a día de las personas.

Por Brian Handwerk
Una rata negra fotografiada en el Centro de Investigación Aviar George M. Sutton

Una rata negra, Rattus rattus, fotografiada en el Centro de Investigación Aviar George M. Sutton. Hay docenas de especies de ratas, pero la rata negra y la rata parda son las dos que viven más habitualmente entre humanos.

Fotografía de Joël Sartore, National Geographic Photo Ark

¿Qué son las ratas?

Parecidas a los perros, aunque no tan queridas, las ratas son nuestras compañeras constantes. De las docenas de especies del género Rattus, las más familiares son las que viven habitualmente entre nosotros: la rata parda (Rattus norvegicus), también conocida como rata noruega o rata de alcantarilla, y la rata negra (Rattus rattus), también llamada rata doméstica, rata de tejado o rata de barco.

Algunos roedores a los que llamamos "ratas" no son verdaderos miembros de Rattus, como la ratas cambalacheras (Neotomas) de América, la rata topo desnuda (Heterocephalus glaber) y las ratas gigantes de carrillos (Cricetomys).

Las ratas son polizones notorios que migraron por todo el mundo junto con los humanos; hoy viven dondequiera que se encuentre el Homo sapiens, en todos los continentes excepto la Antártida. Las ratas no son sólo un elemento ineludible de la vida urbana: en algunos ecosistemas, sobre todo en las islas, estas invasoras han causado estragos en las poblaciones de aves y reptiles devorando huevos y crías, lo que ha llevado a muchas especies a la extinción.

(Relacionado: En Vietnam, las ratas son un alimento popular. ¿Por qué?)

Dieta y hábitat de las ratas

Las ratas tienen éxito porque son adaptables. Habitan en alcantarillas, vertederos, campos y sótanos. Aunque viven a nuestro alrededor y entre nosotros, las ratas son nocturnas y tienden a permanecer bajo tierra, o al menos a cubierto, cuando los humanos son más activos (las ratas negras trepadoras, en cambio, prefieren los árboles o los pisos altos de los edificios).

Se alimentan de todo tipo de alimentos, desde cultivos agrícolas hasta basura, y su dieta suele provenir de los humanos. Cuando no encuentran comida fácil, las ratas también se alimentan de pequeños animales, como insectos y peces. Las ratas pueden comer hasta un tercio de su peso corporal en un día, y los científicos descubrieron una rata cuyo estómago contenía restos de más de 4000 alimentos diferentes.

Las ratas se preparan para una noche de búsqueda de comida en un desagüe de aguas residuales.

Fotografía de Charlie Hamilton James

Reproducción y estructura social de las ratas

Otro motivo por el que las poblaciones de ratas se cuentan por miles de millones es que se reproducen a un ritmo vertiginoso. Durante sus seis horas de celo, cuando es fértil, una rata parda hembra puede aparearse hasta 500 veces con varios machos diferentes.

Una camada tiene una media de ocho crías, y como esas crías ciegas y sin pelo se independizan en sólo tres o cuatro semanas, cada hembra puede tener siete camadas en un año: hasta 60 ratas jóvenes. Si las condiciones son ideales y cada una de esas crías y su propia descendencia también se reproducen al máximo ritmo, una madre rata puede tener 15 000 descendientes en un año.

En casa, las ratas son animales muy sociables y viven en grandes colonias, a veces creando extensas madrigueras. Los roedores trabajan juntos, y los estudios sugieren que el aislamiento social tiene graves repercusiones en el bienestar de las ratas.

Superpoderes de las ratas

Los bigotes de las ratas son más sensibles que las yemas de nuestros dedos, y los utilizan para tocar y sentir cosas de forma parecida a como nosotros utilizamos las manos. Las ratas tienen ojos agudos que se mueven independientemente uno de otro y pueden ver a los depredadores que están justo encima de ellas. Pueden oír sonidos agudos que nosotros no oímos. Su sentido del olfato es tan agudo que hay casos de ratas gigantes de carrillos (Cricetomys ansorgei) que han sido entrenadas para detectar la tuberculosis y las minas terrestres, así como para realizar tareas de búsqueda y rescate.

Las ratas pueden colarse por un agujero del tamaño de su cabeza, lo que dio lugar al mito de que tienen huesos flexibles. Utilizan largas garras para escalar paredes verticales. La rata negra es una escaladora especialmente dotada y puede sobrevivir a una caída de 15 metros.

Y las ratas sueñan. No sólo recorren laberintos cuando están despiertas, sino que los científicos han descubierto que los recorren mientras duermen, posiblemente utilizando un estado de inconsciencia para aprender rutas de viaje. También sueñan con un futuro deseado, como un sabroso manjar, según sugieren estudios cerebrales.

(Relacionado: ¿Sueñan con lo mismo los gatos y las ratas?)

Interacciones entre ratas y humanos

A pesar de su fama de animales sucios, estos roedores se acicalan bien y pasan horas lamiéndose el pelaje para mantenerlo limpio. Por desgracia, ese aseo no les impide ser portadoras de piojos y pulgas, que pueden transmitir muchas enfermedades graves como el tifus y la peste. Sin embargo, algunos estudios sugieren que las ratas no fueron realmente responsables de la propagación de la peste negra medieval.

Las ratas también pueden convertirse en una plaga destructiva. Sus grandes dientes amarillos crecen continuamente, por lo que tienen que roer cosas para mantenerlos limpios. Sus juguetes masticables pueden ser madera, plástico, paneles de yeso e incluso ladrillos. También estropean las cosechas y los alimentos almacenados, ya sea por darse un festín con ellos o por contaminar los restos con sus cuatiosos desechos.

En muchos lugares, los humanos ya se han hartado. En 2023, la ciudad de Nueva York contrató a un "zar de las ratas" para controlar las poblaciones, mientras que Alberta (Canadá) es un modelo para ni siquiera dejar entrar a los roedores. Las ratas han sido erradicadas de más de mil islas, entre ellas Georgia del Sur, en el Océano Atlántico Sur.

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    Una rata libera a un compañero de jaula atrapado durante un estudio sobre la empatía.

    Fotografía de Paolo Verzone, Nat Geo Image Collection

    ¿Es real la leyenda del rey de las ratas?

    El rey de las ratas es una leyenda en la que varias ratas se enredan fatalmente por la cola. El Libro Guinness de los Récords afirma que el mayor rey de las ratas fueron 32 ratas negras encontradas enredadas en 1828 en una chimenea alemana. En 2021 se presentó otro en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Tartu, en Estonia. Pero, ¿son estos grupos de pesadilla realmente naturales, o sólo bromas?

    Las teorías sugieren que, en condiciones extremadamente raras, las colas de las ratas acurrucadas podrían recubrirse de savia pegajosa u otras sustancias, enredándose en un nudo que las ratas en apuros aprietan con cada tirón. Pero también se sabe que las ratas roen sus propias colas cuando quedan atrapadas en trampas, así que no está claro por qué no se liberarían masticando. Dado que los reyes rata, reales o no, son extremadamente raros, su verdadera naturaleza puede seguir siendo un misterio.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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