Un tornado marino acaba de hundir un yate en el Mediterráneo (y puede que no sea el último)
Una tromba marina mortal es la principal sospechosa del mediático hundimiento de un yate de lujo frente a la costa italiana. La comunidad científica valora la posibilidad de que el calentamiento global aumente la proliferación de estos fenómenos.
Una manga de agua (o tromba marina) vista desde el barco de rescate de migrantes 'Alan Kurdi' de la ONG alemana Sea-Eye en aguas internacionales frente a Malta en el Mar Mediterráneo central, 4 de septiembre de 2019. Se cree que una manga de agua fue la supuesta culpable de la reciente destrucción de un yate de lujo hace pocos días cerca de Palermo, Italia.
La tragedia ha ocupado un papel destacado en todas las noticias: durante la madrugada del 19 de agosto, un superyate en el que viajaban 22 personas (entre ellas el empresario tecnológico británico Mike Lynch) se hundió frente a las costas de Palermo (Italia).
Se cree que el yate Bayesian, de 55 metros de eslora, fue alcanzado por una tromba marina (o manga de agua, es decir, un tornado que se forma sobre el océano), y algunos expertos están preocupados por que el cambio climático pueda empeorar en el futuro estas tormentas tanto en el Mediterráneo como en otras aguas que se calientan rápidamente.
Esto es lo que hay que saber sobre las trombas marinas y sobre la posibilidad de que la subida de las temperaturas vaya a aumentar su frecuencia.
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¿Qué es una tromba marina?
Una tromba marina (o manga de agua) es, en esencia, un tornado que se forma sobre el agua. "Al tornado le da igual la superficie sobre la que se forma", explica David Sills, director ejecutivo del Northern Tornadoes Project de Ontario (Canadá). "Ya sea una ciudad, un bosque, cultivos o agua, el tornado va a hacer lo que tiene que hacer".
Estas columnas de aire en rotación "se forman allá donde exista un límite de aire, por ejemplo, donde choquen aire cálido y frío", dice un portavoz de la Oficina de Meteorología del Gobierno australiano (BOM) por correo electrónico.
Una manga de agua (o tromba marina) durante una tormenta en el mar Mediterráneo, octubre de 2018. Las trombas marinas se forman con más frecuencia sobre aguas cálidas, y las temperaturas de la superficie del mar Mediterráneo se están calentando más rápido que la tasa media de calentamiento.
Los cambios en la dirección del viento a diferentes alturas pueden provocar una rotación.
"Imagina que justo encima del océano, el viento sopla en una dirección", explica Peter Inness, meteorólogo de la Universidad de Reading (Reino Unido). Cuando el viento situado más arriba sopla en otra dirección, "el aire entre esos dos niveles de viento empieza a girar alrededor del eje horizontal".
El aire caliente de abajo se eleva y estos "paquetes de aire que giran también se elevan y estiran en este proceso, y pueden concentrarse en la superficie del agua creando un vórtice", dice el BOM.
A medida que el aire es aspirado hacia arriba en la tormenta, el giro se intensifica como si cuando se saca el tapón de la bañera, dice Innes: "el agua que baja por el desagüe gira muy intensamente porque está siendo aspirada hacia abajo".
Es similar a un patinador artístico, añade Sills: "Cuando meten los brazos, giran cada vez más rápido".
¿Cómo de peligrosas son las trombas marinas para los barcos?
Aunque los vientos asociados a las trombas marinas pueden alcanzar los 88 kilómetros por hora, normalmente se mueven a menos de 40 kilómetros por hora, duran poco y no causan grandes daños. "Normalmente sólo afectan a un punto concreto durante unos minutos", afirma el BOM.
El Bayesian había estado amarrado durante la noche cuando se hundió. Aunque la gente lo ha atribuido a una tromba marina, aún está por confirmar que este haya sido el causante del hundimiento.
"Estaba oscuro y no hay imágenes disponibles", dice Luca Mercalli, presidente de la Sociedad Meteorológica Italiana, por correo electrónico.
Los barcos están diseñados para enderezarse cuando son arrastrados por fuertes vientos. "Los veleros tienen una quilla grande y pesada, de modo que cuando empiezas a volcar, te levanta", explica Sills.
Pero si entra agua en el barco, puede perder flotabilidad. "Es lo que se llama un derribo", explica. "Si pasa mucho tiempo así, las olas entran a espuertas y el barco empieza a hacer aguas. Y entonces empiezas a hundirte".
Un rápido cambio en la fuerza y dirección del viento también es peligroso para las embarcaciones, dice Innes, "porque puede hacer que el barco se balancee hacia adelante y hacia atrás de forma muy violenta".
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¿Causará el cambio climático más trombas marinas en el futuro?
Según un estudio, las trombas marinas son más frecuentes frente a las costas de las Islas Baleares cuando la temperatura de la superficie del mar es más alta, sobre todo cuando oscila entre 22 y 25 °C. Este año, "el Mediterráneo está más cálido que nunca", dice Innes.
Este año, "el Mediterráneo está [a más de 2 °C] por encima de la media", afirma Mercalli, lo que supone una anomalía considerada "extrema". Estas aguas inusualmente cálidas podrían deberse en parte al cambio climático, así como a la variabilidad interanual.
A algunas personas les preocupa que el cambio climático pueda provocar un aumento de los tornados en tierra y agua.
"El calentamiento global aumentará todos los fenómenos meteorológicos extremos, porque inyecta más energía en la atmósfera", afirma Mercalli.
Pero los expertos se muestran cautelosos a la hora de confirmar una relación directa con el cambio climático. "Las trombas marinas son fenómenos de muy corta duración y de escala local, por lo que es difícil atribuirlos a los efectos del cambio climático", afirma el BOM.
El Mediterráneo se está calentando más rápidamente que el resto del océano. Aunque el cambio climático hará más cálidas las temperaturas de la superficie del mar, no está claro cómo afectará a las demás condiciones necesarias para crear trombas marinas.
Las trombas marinas necesitan una diferencia de temperatura entre el aire y el mar. Si el aire se calienta al mismo ritmo que las masas de agua, es improbable que aumenten las trombas marinas, afirma Sills.
También se necesita baja presión. "Aunque el agua esté muy caliente, si hay una zona de alta presión sobre el Mediterráneo, no habrá tormentas", dice Inness: "No habrá trombas marinas".
La dirección del viento también entra en juego. En esta región, el aire húmedo del norte tiene más probabilidades de provocar tormentas que los vientos secos procedentes del norte de África.
Debido a la escasez de datos históricos, no es posible confirmar que las trombas marinas estén aumentando, dice Mercalli, "pero sin duda todas las tormentas fuertes (incluidas las tormentas eléctricas que generan fuertes vientos, ráfagas descendentes, lluvias torrenciales y granizo) están aumentando en todo el mundo y en Italia".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.