¿Cuándo es el mejor momento para empezar un nuevo hábito (y no dejarlo enseguida)?
Olvídate de las resoluciones de Año Nuevo y similares, los expertos dicen que la mejor manera de cambiar un hábito es mediante los llamados "puntos de inflexión" de tu propia vida... y actuar rápido.
Run It Up, un club de corredores en Dallas, Texas (Estados Unidos), ha crecido de unos 20 miembros a cerca de 300. Si estás concienciado de ponerte en forma, los expertos dicen que no deberías esperar a una fecha arbitraria como Año Nuevo para empezar.
Propósitos de Año Nuevo. Limpieza de primavera. Enero seco. Teoría de Octubre. Nuestra cultura está obsesionada con el establecimiento de metas colectivas y la idea de que la formación de nuevos hábitos durante épocas específicas del año conducirá a resultados exitosos. Pero resulta que no hay evidencia real de que ese sea el caso.
En realidad, las investigaciones sugieren que solo dos de cada 10 personas cumplen con sus propósitos de Año Nuevo a largo plazo y los científicos dicen que no parece haber una época del año en la que sea más probable que tengas éxito.
"No conozco ninguna investigación que demuestre que empezar de cero en enero u octubre o en cualquier otro mes te que estés más predispuesto a mantener un nuevo comportamiento", dice Wendy Wood, psicóloga conductual de la Universidad del Sur de California (Estados Unidos) y autora de Good Habits, Bad Habits: The Science of Making Positive Changes that Stick [Buenos hábitos, malos hábitos: la ciencia de hacer cambios positivos que duren].
La realidad es que, cuando se trata de establecer nuevos hábitos, realmente hay un momento ideal para hacerlo, pero puede que no sea cuando piensas. Además, el por qué de tus motivaciones y el cómo persigues tus objetivos son mucho más importantes.
Esto es lo que los expertos tienen que decir sobre cuándo debes comenzar un nuevo hábito, además de cómo hacer que tus esfuerzos duren más de semanas o meses.
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Por qué nos gusta la idea de hacer cambios juntos
Es útil empezar por entender por qué nos sentimos tan atraídos a establecer objetivos de forma colectiva y en las mismas fechas cada año.
Una explicación es que los seres humanos son seres inherentemente sociales y "pertenecer a una comunidad es una necesidad humana fundamental", explica Selena Bartlett, neurocientífica de la Universidad Tecnológica de Queensland en Brisbane, Australia. Los rituales colectivos como las resoluciones de Año Nuevo, dice, "satisfacen el impulso humano de encajar, sentirse apoyado y ser parte de algo más grande que uno mismo".
También está el factor de lo que los psicólogos llaman "puntos de referencia temporales", momentos como el comienzo de un nuevo año, una graduación o un cumpleaños, "que se sienten como un borrón y cuenta nueva o un nuevo comienzo porque nos permiten separar mentalmente nuestros hábitos pasados de las metas futuras", dice Harold Hong, psiquiatra clínico y director médico de un centro de recuperación de adicciones en Carolina del Norte (Estados Unidos).
Hay algunas ventajas en este método de establecer metas, incluida la motivación externa, la oportunidad de aprender e inspirarse en otros y, quizás sobre todo, ser responsable ante alguien más que uno mismo.
"Las investigaciones muestran que las parejas que se ponen a dieta juntas tienen más probabilidades de perder peso y no recuperarlo que las que lo hacen solas", dice Christine Whelan, profesora clínica y científica del consumidor en la Escuela de Ecología Humana de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE. UU.). Una razón para esto es que ambos miembros de la pareja se aseguran de que el otro se adhiera a sus objetivos.
Hacer cambios al mismo tiempo que los demás también significa que tienes a otras personas con las que compartir tu éxito y progreso, añade Hong, lo que hace que el nuevo comportamiento sea más gratificante y más probable que continúe.
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La desventaja de la fijación de objetivos colectivos
Al mismo tiempo, muchos de estos beneficios pueden invertirse, como cuando dependes de un compañero para mantenerte motivado y deciden dejar de ir al gimnasio. "Es probable que también te hagan querer quedarte en casa", dice Katherine Milkman, profesora de la Escuela Wharton de la Universidad de Pensilvania (EE. UU.) y autora de How to Change: The Science of Getting from Where You Are to Where You Want to Be [Cómo cambiar: la ciencia de ir de dónde estás a dónde quieres estar].
También es común que quienes fijan metas colectivas comparen sus resultados con los de los demás y se desanimen si otra persona está teniendo éxito y ella no. "El hecho de que algo parezca estar funcionando para otra persona no significa que estés fallando, pero esa es a menudo la narrativa que nos contamos a nosotros mismos", dice Whelan.
Wood agrega que algunos de nuestros objetivos más importantes en la vida, como la seguridad financiera, la productividad en la escuela o el trabajo o tener una dieta saludable, requieren comportamientos o prácticas continuas y duraderas que son "más difíciles de sostener con motivos abstractos como la idea de la responsabilidad social".
Otro problema de estar emocionado por un nuevo comienzo es que es difícil mantenerse motivado meses después cuando tu nuevo hábito "ya no se siente fresco o nuevo", dice Milkman.
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Entonces, ¿cuándo es realmente el mejor momento para hacer un cambio?
Tales razones muestran por qué no siempre es prudente vincular los nuevos hábitos con momentos fugaces o personas de ideas afines (temporalmente) y, en cambio, identificar razones profundamente arraigadas y personalmente significativas para cambiar.
Wood llama a esos momentos "puntos de inflexión", como una próxima reunión de la escuela secundaria que te hace querer perder algunos kilos, llevar al límite tu cuenta bancaria y darte cuenta de que es hora de mejorar tu carrera o tener un susto de salud que te despierte para priorizar un estilo de vida más saludable.
Hong dice que esos momentos tienden a proporcionar sentimientos duraderos de motivación "porque están arraigados en algo significativo y más profundo que simplemente estar de acuerdo con todos los demás".
Al mismo tiempo, uno no tiene que esperar una llamada de atención. "Realmente no hay razón para posponer los cambios que sabes que deben ocurrir", dice Kyle Smith, científico del cerebro y el comportamiento en Dartmouth College (Estados Unidos). "Si tu cuerpo te dice que cambies algo, escúchalo y no esperes a que suceda algo drástico", añade.
Qué hacer cuando te llega la motivación
Independientemente de lo que impulse su motivación, Wood dice que es fundamental tomar medidas tan pronto como sientas el deseo porque "es posible que solo tengas una breve ventana de oportunidad para tomar decisiones sobre lo que quiere hacer antes de que tus viejos hábitos se interpongan en el camino".
Milkman está de acuerdo y dice que los momentos de motivación son momentos ideales para poner en marcha un plan que mejore la probabilidad de obtener resultados positivos a largo plazo, incluso después de que la motivación disminuya. "No hay nada de malo en usar un nuevo comienzo momentáneo como trampolín para prepararse para un cambio a largo plazo", dice.
Por ejemplo, escribir un horario diario que incluya tiempo para tu nuevo hábito y publicarlo en algún lugar donde lo veas todas las mañanas. También puedes apuntarte a un gimnasio mientras tu motivación es alta para comprometerte a un pago mensual que te mantendrá motivado para usar la suscripción incluso después de que tu interés en ponerte en forma comience a enfriarse.
Milkman dice que algunas personas también establecen lo que se llama un "dispositivo de compromiso" que proporciona una recompensa o un castigo para mantenerlos motivados después de que su impulso inicial disminuye.
Por ejemplo, los fumadores en un estudio ingresaron dinero voluntariamente en una cuenta de ahorros, pero solo pudieron acceder al dinero después de pasar pruebas de orina aleatorias durante seis meses. Si fallaban, su dinero se confiscaba y se destinaba para a caridad. Los fumadores que participaron en el estudio tuvieron una tasa de éxito un 40 por ciento más alta que los fumadores que no habían usado un dispositivo de compromiso.
Más trucos para mantener un nuevo hábito
Otra estrategia para la creación exitosa de hábitos es dividir los objetivos más grandes en otros más pequeños y específicos. Entonces, en lugar de decir "Voy a perder 5 kilos al mes", establece una meta para limitar su ingesta diaria de calorías e ir al gimnasio durante 30 minutos al día.
"La investigación ha demostrado consistentemente que establecer metas específicas conduce a un mejor rendimiento que las metas vagas o la ausencia total de metas", dice Hong.
También puedes agregar tu nuevo hábito a un hábito ya establecido, un concepto conocido como "apilamiento de hábitos.” Es una práctica que muestra que es más probable que, por ejemplo, leas 10 páginas de un libro todas las noches si lo haces justo antes de hacer un hábito concreto como cepillarte los dientes antes de acostarte.
Hacer que tu nuevo hábito sea agradable también es importante. "Sugiero encontrar un comportamiento que dé alguna recompensa inmediata", dice Wood. "Esto significa que si odias ir al gimnasio, puedes hacerlo más divertido escuchando podcasts mientras corres o hacer ejercicio con amigos", explica.
Independientemente de lo que te motive, es esencial que no te desanimes cuando te equivoques o falles en el camino.
"Desde luego, no es necesario esperar hasta el 1 de enero para hacer el cambio necesario, pero si lo haces y tus propósitos no salen como esperas, inténtalo de nuevo el 1 de febrero, en el Año Nuevo Lunar o el primer día de la primavera", sugiere Whelan. Al fin y al cabo, "aprender lo que funciona para ti y lo que no es importante en el ciclo de cambio".
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.