Carne de pollo  envasada

¿Por qué es tan habitual que haya retiradas alimentarias? ¿Debemos preocuparnos?

Que no cunda el pánico. Los expertos aseguran que un aumento de las retiradas de alimentos no significa necesariamente que nuestro suministro de alimentos sea menos seguro.

Los alimentos contaminados con bacterias como E. coli, listeria o salmonella pueden ser nocivos cuando se ingieren. Los expertos afirman que los consumidores pueden tomar medidas de prevención pero que su papel en la seguridad alimentaria es limitado.
 

Fotografía de Jessica Pettway, The New York Times, Redux
Por Stacey Colino
Publicado 10 dic 2024, 15:03 CET

Riesgo grave por un fiambre producido en España. Pescado con altos niveles de mercurio. Embutidos contaminados por listeria. Venta de aceite adulterado. Todas estas noticias, publicadas en los últimos días, confirman una vez más un fenómeno que se viene dando desde hace ya un tiempo: se ha vuelto todo un desafío mantenerse al día de todas las noticias sobre retiradas de alimentos.

Algunas de estas retiradas se hicieron simplemente por precaución, pero en otros casos la gente realmente enfermó a causa de los alimentos contaminados. Una persona incluso falleció en Estados Unidos en octubre después de intoxicarse con E.coli en una hamburguesería. Por este y otros casos, la confianza de los consumidores en la seguridad del suministro de alimentos en EE. UU. ha alcanzado un mínimo histórico, con un descenso notable sólo en los últimos cinco años, según una encuesta de Gallup de 2024.

¿Hasta qué punto debería preocuparnos el suministro de alimentos? A continuación te damos las claves para entender cómo nos afectan las retiradas de alimentos y qué podemos hacer para evitar caer enfermos.

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¿Hasta qué punto es seguro nuestro suministro de alimentos?

¿Es el suministro de alimentos realmente menos seguro de lo que solía ser? No necesariamente. El aumento de las retiradas de alimentos refleja la mejora de las pruebas, el control y la trazabilidad, afirma Sara Bratager, investigadora principal de seguridad alimentaria y trazabilidad del Instituto de Tecnólogos Alimentarios de Estados Unidos. "A medida que mejoremos en el seguimiento de los problemas a través de la cadena de suministro, es probable que tengamos más retiradas", señala.

Es importante reconocer la diferencia entre las retiradas de alimentos y los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, añade Nicole Arnold, profesora adjunta y especialista de campo en seguridad alimentaria de la Universidad Estatal de Ohio (EE. UU.): "Una retirada de alimentos se produce cuando se retiran del mercado porque hay motivos para creer que pueden causar enfermedades a los consumidores. Un brote de origen alimentario se produce cuando dos o más personas enferman por comer o beber el mismo alimento o bebida contaminados".

Muchos alimentos se retiran por exceso de precaución. Al fin y al cabo, "los patógenos no discriminan: pueden acabar en los alimentos y afectar a cualquiera", afirma Darin Detwiler, experto en seguridad alimentaria de la Universidad Northeastern de Boston (Estados Unidos) y autor de Food Safety: Past, Present, and Predictions  [Seguridad alimentaria: Pasado, presente y predicciones]. No obstante, los más vulnerables son los niños menores de cinco años, las mujeres embarazadas, los ancianos y las personas inmunodeprimidas, añade.

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¿Cómo puedo saber si mis alimentos están en peligro?

Que no cunda el pánico. Aunque hayas comprado recientemente un artículo que ha sido retirado del mercado, esto no significa necesariamente que tu compra esté contaminada o que vayas a enfermar si la ingieres. Pero sí que es importante prestar atención a las retiradas de alimentos para ir sobre seguro, afirma Donald W. Schaffner, profesor de Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Rutgers de Nueva Jersey (EE. UU.). Puedes hacerlo viendo las noticias, leyendo el periódico o consultando las alertas alimentarias de interés para toda la población que publica periódicamente la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para enterarte de las noticias sobre retiradas de alimentos y brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos.

Además, "algunos supermercados rastrean los hábitos de compra de los consumidores y pueden ponerse directamente en contacto contigo si has comprado un alimento que ha sido retirado del mercado", afirma Schaffner.

Para saber si uno de los alimentos que has comprado ha sido retirado del mercado, busca el número de lote en el envase o la fecha de compra. Si, por ejemplo, una bolsa de zanahorias que has comprado está en la lista de productos retirados, ten en cuenta que "puede haber contaminación en toda la bolsa, ninguna contaminación o una sola zanahoria contaminada", dice Bratager.

El problema es que no es posible saberlo sólo con mirar u oler el alimento, por lo que muchos expertos recomiendan tirarlo a la basura o compostarlo, en lugar de comerlo. Muchas tiendas reembolsan el dinero si se devuelve el producto a la tienda o se presenta un tique del artículo retirado.

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Cómo garantizar la seguridad alimentaria en casa

"Los consumidores desempeñan un papel en la seguridad alimentaria, pero lo que pueden hacer tiene un límite", afirma Barbara Kowalcyk, directora del Instituto de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad George Washington, en Washington D.C.

Para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos, concéntrate en almacenar, manipular y preparar adecuadamente los alimentos en casa.

Conservación de los alimentos:

Después de hacer la compra, refrigera los alimentos perecederos en un plazo de dos horas. Lo mismo se aplica a las sobras: después de cocinar los alimentos, asegúrate de refrigerarlos en un plazo de dos horas. "Asegúrate de que el frigorífico esté a 4°C o menos", dice Schaffner. El congelador debe estar a -17 ºC o menos.

Lavarse las manos:

Antes de cocinar, lávate siempre las manos con agua y jabón antes y después de manipular alimentos. Limpia también a menudo las superficies donde se preparan los alimentos, incluido el fregadero. Aclara todos los productos con agua limpia antes de comerlos o cocinarlos.

Pero tenlo en cuenta: es un error confiar en que el lavado de las zanahorias o pepinos retirados del mercado bastará para protegerte de las enfermedades transmitidas por alimentos. "Enjuagar los productos puede reducir los patógenos, pero no siempre los elimina", afirma Arnold. "En algunos casos, las bacterias pueden estar profundamente incrustadas en las grietas de los productos y, a veces, pueden estar dentro de ellos", explica.

Además, si lavas y pelas zanahorias contaminadas con E. coli, podrías acabar diseminando las bacterias por el fregadero de la cocina y sobre otros alimentos o superficies de preparación de alimentos, dice Detwiler.

No enjuagues las aves, la carne, el pescado o el marisco antes de cocinarlos, porque podrías propagar las bacterias a otros alimentos.

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Evita la contaminación cruzada: 

Mantén la carne, las aves, el pescado y los huevos crudos alejados de otros alimentos, y utiliza utensilios y tablas de cortar diferentes para estos alimentos, aconseja Bratager. Guarda las carnes crudas en el estante más bajo del frigorífico para que sus jugos no puedan gotear sobre otros alimentos.

El Departamento de Agricultura de EE. UU. recomienda desinfectar las tablas de cortar que hayan estado en contacto con carne o aves crudas con agua caliente y jabón, o con una solución de una cucharada de lejía líquida mezclada con unos 4 litros de agua.

Cocina los alimentos a la temperatura adecuada:

"Cocinar es una de las mejores precauciones de seguridad alimentaria que tenemos", dice Schaffner. Aun así, la cocción sólo funciona como salvaguarda en distintos grados, dependiendo de cuánto tiempo se cocine un alimento y de si el horno se calienta a la temperatura adecuada. Por eso, resulta esencial utilizar un termómetro de carne para saber si la carne, las aves o el pescado están suficientemente cocinados, a una temperatura interna de 73 grados. "La textura y el color no son indicadores fiables de que la carne esté hecha", dice Kowalcyk.  

Pero seamos realistas: ¿quién utiliza un termómetro de cocina para gofres congelados tostados o zanahorias asadas? Por eso no merece la pena correr el riesgo de confiar en la cocción para eliminar patógenos en artículos que se sabe que han sido retirados del mercado.

"Cuando se tiene conocimiento de un riesgo de contaminación, es mejor adoptar un enfoque de más vale prevenir que curar, y desecharlo", afirma Bratager: "No te interesa jugar a la ruleta rusa" y arriesgarte en cuanto a la seguridad de tus productos..

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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