¿Cómo afecta tu estilo de crianza a tu hijo? Esto es lo que dicen los expertos

Desde la crianza suave a la crianza faro, la manera de criar a nuestros hijos puede mejorar su bienestar y desarrollo de formas insospechadas.

Por Stacey Colino
Publicado 10 ene 2025, 10:48 CET
Niños haciendo equilibrio sobre una barra

¿Deberías coger a tus hijos de la mano en una barra de equilibrio o sólo intervenir si están a punto de caerse? Tu respuesta puede reflejar su estilo de crianza y, según los expertos, puede afectar al desarrollo de su hijo.

Fotografía de Michael Staudt, VISUM, Redux

Vivimos en la era de la crianza infantil metafórica. Primero fue la paternidad tigre. Luego se pusieron de moda los progenitores helicóptero, los padres quitanieves y la paternidad libre. Y ahora parece que es la paternidad suave la que está viviendo su momento de auge.

Además de por la nomenclatura en sí y su significado completo, muchos padres se preguntan sobre si realmente influyen estos estilos de crianza en el desarrollo y el bienestar futuro del niño. En España y otros países de habla hispana, muchas de estas nomenclaturas se han importado directamente de Estados Unidos con su terminología en inglés: parenting.

“Los padres están ávidos de respuestas y estos mensajes se vuelven seductores en redes sociales”, dice Annie Pezalla, psicóloga del desarrollo y profesora asistente visitante de psicología en el Macalester College de St. Paul, Minnesota (Estados Unidos). Como cultura, “cada vez somos más prescriptivos sobre lo que hay que decir o hacer o no hacer, con la mentalidad de que podemos fastidiar a nuestros hijos si decimos o hacemos algo mal”, afirma.

La comunidad científica lleva mucho tiempo preguntándose cómo afecta el estilo de crianza a los hijos. En los años sesenta, la psicóloga Diana Baumrind identificó tres enfoques de la crianza basados en la investigación: la crianza autoritaria, que implica normas estrictas, expectativas elevadas y, a menudo, una disciplina severa; la crianza con autoridad, que se caracteriza por una relación estrecha y afectuosa y por guiar a los niños para que cumplan normas estrictas; y la crianza permisiva, que se caracteriza por la calidez y pocas normas o expectativas, para que los niños se desenvuelvan solos en las situaciones. Más tarde, se añadió un cuarto estilo: la crianza negligente (o no implicada).

El problema con estas caracterizaciones originales es que “la gente no puede identificarse con esas palabras”, dice Kenneth Ginsburg, médico y fundador y director del programa del Centro de Comunicación con Padres y Adolescentes del Hospital Infantil de Filadelfia (EE. UU.). “Si vas a ayudar a los padres a saber qué hacer y qué decir, necesitas nombres nuevos”, explica.

Así es como surgieron estos nuevos estilos metafóricos de crianza.

A diferencia de los estilos de crianza tradicionales, los nuevos no han sido tan investigados y pueden significar cosas distintas para cada persona. He aquí lo que dicen los expertos sobre seis de los nuevos estilos de crianza y sus posibles consecuencias para los niños.

Conocida por dar prioridad a la compasión, la calidez y el respeto, la crianza respetuosa o gentle parenting es un enfoque que ha ganado popularidad en los últimos años. Una de las principales características de este estilo es que se centra en fomentar un fuerte vínculo entre los niños y sus padres.

“Se trata de enfocar la crianza con sintonía, siendo capaces de ver las cosas desde la perspectiva del niño”, dice Sarah Bren, psicóloga clínica licenciada y cofundadora del Grupo de Psicología Upshur-Bren en Pelham, Estados Unidos. Según cómo se establezcan los límites y se maneje la disciplina, puede parecerse un poco a una crianza con autoridad o permisiva, dicen los expertos.

“A los niños les va bien cuando tienen calidez y disciplina”, dice Pezalla, pero este estilo de crianza suave puede ser difícil de mantener para los padres. Un estudio dirigido por Pezalla publicado en la edición de 2024 de PLoS One descubrió que un tercio de los que se identificaban como “padres suaves” expresaban dudas sobre sus habilidades como padres y experimentaban sentimientos de agotamiento. Aún no se ha estudiado a fondo si este tipo de crianza tiene mejores efectos en los niños que otros.

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Padres quitanieves o 'snowplow parenting'

Los padres que practican la llamada "crianza quitanieves" o snowplow parenting (también conocida en Estados Unidos como crianza cortadora de césped o crianza bulldozer) suelen intentar quitar obstáculos del camino del niño. Puede que las intenciones de los padres sean buenas (no quieren que sus hijos se esfuercen o se sientan angustiados), pero no es un enfoque realista, porque los retos forman parte inherente de la vida.

Como padre, “quieres que tus hijos afronten las adversidades o los conflictos con tu apoyo y orientación para ayudarles a desarrollar su capacidad de recuperación”, dice Bren. Si les quitas obstáculos de su camino con regularidad porque temes que tu hijo no pueda manejarlos, puede convertirse en una profecía autocumplida, añade Bren.

Se trata en gran medida de una forma de criar basada en el miedo y puede resultar contraproducente: las investigaciones han demostrado que cuando los padres están preocupados por las posibles amenazas a las que sus hijos pueden enfrentarse en el mundo, esa ansiedad puede transmitirse a los niños, contribuyendo a su propia ansiedad y a una intolerancia a la incertidumbre.

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Padres helicóptero o 'helicopter parenting'

Aunque el término “padres helicóptero” se refiere a los padres que se ciernen sobre sus hijos, también significa que son controladores y sobreprotectores, siempre listos para intervenir en cualquier momento.

Pero, al igual que ocurre con los padres quitanieves, “esta microgestión no ayuda a los niños a aprender a pivotar, a sortear los baches del camino ni a desarrollar la resiliencia”, afirma Michele Borba, psicóloga educativa afincada en el sur de California (EE. UU.) y autora de Thrivers: The Surprising Reasons Why Some Kids Struggle and Others Shine [Prósperos: Las sorprendentes razones por las que algunos niños luchan y otros brillan]. Como resultado, “el niño se vuelve dependiente y le robas la capacidad de actuar”.

Además, las investigaciones han descubierto que la "helicopter parenting" por parte de las madres se ha relacionado con un mayor consumo de alcohol entre sus hijas adolescentes (para que quede claro: este estudio mostraba una correlación entre la crianza helicóptero y el consumo de alcohol de los adolescentes; no probaba la causalidad). Y un estudio publicado en un número de 2024 de Frontiers in Psychiatry descubrió que la "crianza helicóptero" se asociaba con una mayor depresión y una menor autoestima física entre los estudiantes universitarios.

Paternidad libre (o panda) o 'free-range/panda parenting'

Madre panda y su cría

Una madre panda gigante acuna a su cría en el Centro de Conservación e Investigación Wolong de China. Aunque pueda tener un nombre adorable, la crianza de padres panda (también conocida como crianza en libertad) es un enfoque que hace hincapié en la independencia y la libertad del niño respecto a sus padres.

Fotografía de Ami Vitale, Nat Geo Image Collection

En las antípodas de la paternidad helicóptero y la paternidad quitanieves, la paternidad libre  (también conocida como paternidad panda o free range parenting) hace hincapié en la independencia y la libertad de los niños.

Lo bueno es que este estilo puede ayudar a los niños a desarrollar la confianza en sí mismos. Permite "a los niños ser niños y hacer sus propias cosas”, dice Bren.

Pero lo que preocupa es que acaben teniendo demasiada libertad en aspectos de la vida para los que no están preparados. Por eso hay que basarse en lo que un niño es capaz de hacer, dice Borba, y debe haber una guía o “andamiaje”, como ella lo describe, para ayudarle a mantenerse seguro. “Hay que tener en cuenta que nuestros hijos tienen una infancia distinta a la nuestra”, añade Borba. “Tienen un ritmo más rápido y más basado en el miedo y son nativos digitales”, explica.

No obstante, algunas investigaciones sugieren que fomentar la movilidad independiente del niño (definida como la libertad “de recorrer su barrio o ciudad sin la supervisión de un adulto”) está relacionado con una mejor salud física y bienestar psicológico. 

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'Tiger parenting' o paternidad tigre

Aunque hoy en día no se oye hablar mucho de ella, la crianza tigre sigue vigente (y a estas alturas ha sido más ampliamente investigada que muchos de estos otros estilos de crianza).

Popularizada en 2011 con la publicación de las memorias de Amy Chua Battle Hymn of the Tiger Mother [Himno de batalla de la madre tigre], la crianza tigre adopta un enfoque estricto y exigente para criar a los hijos, con altas expectativas y estándares y niveles más bajos de apoyo emocional. “Se basa en el currículum y presiona demasiado al niño en función de los objetivos que los padres tienen para él, en vez de en lo que motiva al niño en función de la clase de persona que es", dice Borba.

Las investigaciones han demostrado que la crianza tigre se asocia a una mayor respuesta al estrés en los niños, medida por los niveles de cortisol. Además, según otros estudios, los niños criados con este tipo de crianza son más propensos a desarrollar ansiedad, síntomas depresivos y una mayor sensación de distanciamiento de sus padres.

Paternidad faro o'lighthouse parenting'

Uno de los estilos de crianza más recientes, la crianza faro, término acuñado por Ginsburg, se sitúa en un punto intermedio: no es tan estricta ni controladora como la crianza tigre, pero tampoco es tan permisiva como los padres pandas. 

Con la crianza faro, la idea es que los padres ofrezcan orientación y una fuente constante de apoyo desde la orilla, al tiempo que permiten a los niños aventurarse mar adentro para navegar entre las olas. “No se trata de acercar el faro cada vez más al niño”, dice Borba. Cuando los padres se sumergen, es porque quieren proteger a sus hijos de un peligro real; no porque quieran o necesiten controlarlos, señala Ginsburg. 

“Aunque el nombre es nuevo, en realidad se trata de cómo aplicar lo que hemos aprendido de la crianza equilibrada, que es la crianza con autoridad”, dice Ginsburg, autora del libro de próxima aparición Lighthouse Parenting: Raising Your Child With Loving Guidance for a Lifelong Bond [Crianza faro: Cómo criar a tu hijo con amor para crear un vínculo que dure toda la vida]. “Si los padres actúan como guías cariñosos y establecen límites adecuados, los niños salen mejor parados y sus relaciones son más sólidas”, explica. 

De hecho, las investigaciones han descubierto que la paternidad con autoridad (sea cual sea su nombre), está relacionada con un mayor rendimiento académico y una mayor autoeficacia, así como con una mayor confianza y una mejor autorregulación emocional, entre niños y adolescentes.  “Si se quiere un niño que tenga éxito y se adapte bien, se necesita un estilo autoritario”, afirma Borba.

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Las características de una crianza eficaz

Metáforas y apelativos aparte, hay ciertas características que son esenciales de cara a conseguir una crianza eficaz. La primera es crear un estilo de apego seguro con tu hijo, dice Bren. “La pregunta definitiva es: ¿Se sienten a salvo, vistos y tranquilizados por mí lo suficiente como para sentirse seguros conmigo?”, explica.

Para ello, es importante la sintonía emocional, junto con la calidez, la estructura y la paciencia, dice Borba. Las investigaciones sugieren que la disponibilidad emocional de los padres puede beneficiar el funcionamiento neurobiológico y el desarrollo del niño.

También es importante que los padres sean capaces de ver el mundo a través de los ojos de sus hijos, ayudándoles a sentirse individuales y cómodos con todos sus sentimientos. Estos son los rasgos distintivos del amor incondicional.

Aunque la coherencia en la crianza es importante, Ginsburg afirma que la flexibilidad también lo es: “Lo que cambia es el nivel de orientación. El objetivo es fomentar la interdependencia y la capacidad de prosperar”.

Otra ventaja: estas cualidades de crianza equilibrada pueden ayudar a fomentar lazos fuertes entre padres e hijos. “Cuando eres un padre con una orientación cariñosa, tu hijo te va a querer en su vida para siempre”, dice Ginsburg.

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    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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