Consejos y precauciones para el 'Sleepmaxxing', la nueva moda para (supuestamente) dormir mejor
Desde aperitivos de kiwi hasta mascarillas de ruido blanco, esta tendencia promete un descanso más profundo.
Desde los cócteles de melatonina hasta las máscaras de ruido blanco, el sleepmaxxing es una etiqueta que engloba cualquier consejo, truco, artilugio o truco que pueda ayudarte a dormir más rápido, a permanecer dormido y a dormir más profundamente. Aunque algunos trucos están avalados por la ciencia, los expertos advierten de que otros podrían ser más perjudiciales que beneficiosos.
Las noches inquietas dando vueltas en la cama no son nada nuevo y, en las últimas semanas, los contenidos relacionados con la búsqueda de un sueño reparador han dado un curioso giro en TikTok. Una tendencia viral llamada sleepmaxxing ha empezado a inundar los feeds de muchísimos usuarios mostrándoles técnicas creativas (y a veces sorprendentes) que supuestamente ayudan a que podamos dormir mejor. Se ha puesto de moda compartir consejos para lograr un descanso más profundo y reparador, que van desde el taping bucal y los expansores de fosas nasales hasta los cócteles de magnesio o estrategias para dormir a base de kiwis.
Pero, ¿funcionan realmente estos trucos? ¿Son seguros? Expertos del sueño opinan sobre la ciencia que hay detrás del sleepmaxxing, sus riesgos potenciales y por qué tantos recurren a las redes sociales para pedir consejo sobre un problema tan universal como el sueño.
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¿Qué es el sleepmaxxing y por qué se ha vuelto tendencia?
En pocas palabras, sleepmaxxing es un término que engloba cualquier consejo, truco o artilugio que pueda ayudarnos a dormir más rápido, más tiempo, más profundamente y mejor, que se podría traducir al español como optimización del sueño o aprovechar al máximo el sueño. El propio nombre es un guiño al “looksmaxxing”, otra tendencia de TikTok centrada en optimizar la apariencia.
“El Sleepmaxxing se ha vuelto tan popular ahora porque la gente se está dando cuenta de la importancia del sueño en relación con su bienestar general”, dice Clete A. Kushida, neurólogo y experto en sueño de Stanford Health Care (en Estados Unidos).
“Con más rastreadores de salud y dispositivos portátiles que incluyen el seguimiento del sueño, ahora los consumidores pueden obtener información diaria sobre sus etapas de sueño. La gente hace sleepmaxxing porque quiere encontrar formas de maximizar su salud mental y física, o porque tiene dificultades para dormir y busca una solución fácil”, añade.
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¿Funcionan realmente los trucos del sleepmaxxing?
Entonces, ¿son realmente capaces estos trucos virales para conciliar el sueño y de verdad mejorar el descanso, o simplemente estamos hablando de un efecto placebo?
“Algunas intervenciones, como la melatonina, han demostrado su eficacia en varios ensayos aleatorizados, de doble ciego y controlados con placebo, mientras que otras, como taparse la boca con cinta adhesiva, no se han sido demostradas sistemáticamente en ensayos controlados”, dice Kushida.
Pero algunos trucos tienen raíces científicas. Las gafas que bloquean la luz azul, por ejemplo, ayudan a regular los ritmos circadianos, mientras que comer kiwis antes de acostarse ha demostrado estimular la serotonina y la melatonina y mejorar la calidad del sueño y la recuperación muscular en atletas, según un estudio.
Otros métodos, sin embargo, siguen sin ser concluyentes. Las investigaciones sobre los suplementos de magnesio y su impacto en la calidad del sueño son limitadas, mientras que la eficacia de los dispositivos de ruido blanco presenta resultados dispares.
“Se ha demostrado que técnicas como la respiración profunda o la meditación consciente reducen el estrés y favorecen la relajación, lo que ayuda a mejorar la calidad del sueño”, afirma Anita Shelgikar, presidenta electa de la Academia Americana de Medicina del Sueño y profesora de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos). “Sin embargo, la meditación de la glándula pineal, que promete dormirte en menos de 10 minutos, carece de un respaldo científico sólido”.
Curiosamente, los métodos más eficaces para conciliar el sueño no son nuevos, sino que se ajustan a un concepto de eficacia probada conocido como higiene del sueño.
Según Neal Walia, neumólogo de UCLA Health (EE. UU.), la higiene del sueño engloba hábitos y condiciones para crear el mejor entorno para que el cuerpo logre un sueño reparador y minimice las posibles interrupciones.
Una buena higiene del sueño incluye dormir en un ambiente fresco de entre 15 y 19 grados, disminuir la exposición a la luz antes de acostarse y mantener un horario constante de sueño y vigilia para promover el ritmo circadiano del cuerpo y la secreción de melatonina.
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Cómo optimizar el sueño de forma segura
Aunque algunos trucos para conciliar el sueño pueden tener algún mérito porque a veces den resultado, los expertos recomiendan precaución antes de probar intervenciones más extremas como el taping bucal o la ingesta de suplementos no regulados.
“Investigaciones limitadas han mostrado que el taping bucal puede no ser eficaz para todos los que respiran por la boca durante el sueño, y en algunos casos empeora el flujo de aire durante el sueño”, dice Kushida.
“También existe el riesgo de aspirar flemas y contenidos de reflujo a los pulmones si se tapa la boca; he oído hablar de pacientes que habían desarrollado neumonía por aspiración después de taparse la boca”, añade.
Los expertos insisten en que hay que ceñirse a métodos cuya seguridad y eficacia estén demostradas. Sin embargo, incluso con técnicas de eficacia probada, existe una clara advertencia: centrarse demasiado en optimizar el sueño (una obsesión conocida como ortosomnia) puede, irónicamente, dificultar la conciliación del sueño.
Por lo tanto, si tienes problemas para dormir, considera la posibilidad de consultar a un médico antes de derrochar en un rastreador de sueño portátil o una máscara de sueño costosa. “A menudo, los que mejor duermen son los que menos piensan en ello”, dice Walia.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.