Valle de Ordino
El valle de Ordino, ubicado en el noroeste de Andorra, es un paraje natural de excepcional valor ecológico, caracterizado por su biodiversidad, paisajes impresionantes y su rica historia cultural. En 2020, fue designado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, reconocimiento que subraya su importancia como área de conservación, así como su capacidad para integrar el desarrollo sostenible con la protección del medio ambiente. En el mismo corazón del valle encontramos el Parque Natural de Sorteny, la joya de la corona de este territorio, un espacio protegido desde 1999 que convierte a Ordino en un destino único, ideal para quienes buscan disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Además de su riqueza natural, Ordino encarna un profundo sentimiento de identidad cultural que lo distingue como una región única dentro de la propia Andorra. Durante muchas generaciones, la comunidad ordinense ha sabido mantener un estilo de vida en equilibrio con la naturaleza que integra prácticas y costumbres tradicionales.

Una Reserva de la Biosfera es un enclave que ha obtenido un reconocimiento por parte de la UNESCO, debido a que combina la conservación de la biodiversidad con un desarrollo sostenible del territorio, promoviendo la armonía entre la naturaleza y las actividades humanas. El valle de Ordino ha logrado este prestigioso estatus debido a su excepcional biodiversidad, que incluye una amplia variedad de especies endémicas y protegidas, así como por su compromiso con la gestión responsable del entorno.
El valle de Ordino ha sabido adaptarse con éxito al auge económico de las últimas décadas, modernizándose con infraestructuras de calidad como sus pistas de esquí, las cuales atraen a miles de visitantes cada temporada. Sin embargo, a pesar de su creciente demanda turística ha logrado preservar su esencia, ganándose el reconocimiento de Reserva de la Biosfera. La región ha encontrado un equilibrio entre el desarrollo de actividades de ocio y la conservación de su excepcional patrimonio natural, convirtiéndose en un referente ecoturístico en los Pirineos.
Plenamente conscientes tanto de su entorno como de sus raíces, los habitantes de esta región siguen trabajando para preservar su rica biodiversidad y valores ecológicos, asegurando que las nuevas generaciones hereden no solo un legado natural excepcional, sino también una manera de vivir que honra el vínculo entre las personas y su tierra.


















Históricamente, el valle de Ordino ha basado su economía en la agricultura, la ganadería y la explotación de los recursos naturales, como la madera y el hierro. Simó Duró, nacido en 1946 y ahora jubilado, pertenece a esa generación que aún recuerda cómo era la vida de alta montaña en Andorra, hace apenas medio siglo.
Esta historia documental nos adentra por tanto en el valle de Ordino, un lugar donde la conexión y la relación entre el ser humano y la naturaleza ha tejido una identidad única. Inka Bellés, una joven guía de montaña, nos lleva a través del Parque Natural de Sorteny, en un viaje en el tiempo que nos permite conocer cómo era la vida en el valle hace apenas unas décadas. En paralelo, Simó Duró, maestro jubilado y defensor incansable del patrimonio ordinense, comparte su sabiduría y nos recuerda la importancia de honrar nuestras raíces, así como de ganar conciencia sobre el rico patrimonio natural y cultural que convierte a la región en un enclave especial.
Por último, Odile Haeffelin, profesora de primaria en Ordino, transmite valores ecológicos a las nuevas generaciones y les inspira a descubrir y cuidar del entorno. A través de estas voces entrelazadas, el relato retrata una comunidad que encuentra en la naturaleza no solo su pasado, sino también la clave para un futuro consciente y sostenible.
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