La última superluna del año y otros fenómenos astronómicos de marzo
Este mes podrás disfrutar de emparejamientos planetarios, haces de luz fantasmagóricos y una superluna en el equinoccio de primavera.
Este mes tendrá lugar la última superluna de 2019, así como una serie de emparejamientos lunares. Esas son solo algunas de las razones para contemplar el firmamento nocturno este mes. Incluso tendrás la oportunidad de avistar un resplandor fantasmagórico provocado por nubes de partículas interplanetarias.
Así que quítales el polvo a esos prismáticos y marca estas fechas en el calendario del mes de marzo.
1 a 3 de marzo: planetas al alba
Al comienzo del mes, los más madrugadores podrán disfrutar de la vista de Venus, Júpiter y Saturno junto a una luna en cuarto menguante. Esta brillante agrupación se podrá ver en la parte sudoriental del cielo casi una hora antes del amanecer local durante un par de días seguidos.
11 de marzo: Marte y la luna
Mira al oeste conforme se haga de noche para observar la luna gibosa creciente cerca de un Marte anaranjado. Ambos mundos parecerán estar separados por casi siete grados y se colocarán juntos en torno a la medianoche local.
18 de marzo: la luna y el corazón del león
El día 18, busca el emparejamiento de la luna gibosa creciente con Regulus, la estrella más brillante de la constelación Leo, el león. Esta estrella de color azul pálido se encuentra a casi 76 años luz, pero parecerá estar separada de la luna por solo dos grados, una distancia igual a la anchura del dedo índice y el corazón sostenidos con el brazo extendido. El dúo cósmico pasará en tándem por el cielo nocturno, pero se habrá separado bastante al alba.
20 de marzo: equinoccio
Astronómicamente hablando, el equinoccio de marzo es uno de los cuatro puntos de inflexión principales en el ciclo estacional de nuestro planeta.
El eje de la Tierra se encuentra inclinado respecto al sol, de forma que, durante la mayor parte del año, un hemisferio está más o menos inclinado respecto al sol, lo que produce las estaciones. Sin embargo, los equinoccios de marzo y septiembre son los momentos en los que ambos hemisferios están igualmente expuestos. La palabra «equinoccio» viene del latín y significa «noche igual», y es en uno de esos dos días cuando los periodos de luz y oscuridad en el ciclo de 24 horas parecen tener la misma duración, casi 12 horas cada uno.
Este año, el equinoccio de marzo tendrá lugar oficialmente a las 21:58 UTC (22:58 hora peninsular española) del día 20, anunciando la llegada de la primavera al hemisferio norte. Aunque seguiremos sintiendo la presencia del invierno en algunas partes del norte, podremos estar seguros de que la Tierra se calentará conforme los días se alarguen y el sol del mediodía se encuentre en un punto cada vez más alto.
20 de marzo: superluna de gusano
Para sumar emoción al equinoccio, la noche del día 20 podremos ver la luna llena en su momento del mes más cercano y de mayor tamaño, lo que da lugar a lo que denominamos popularmente superluna.
Como la órbita lunar tiene forma ovoide, en algunas ocasiones del ciclo lunar de casi un mes se encuentra en perigeo —la distancia más corta de la Tierra— o en apogeo —la más larga—. Si la fase de luna llena ocurre al mismo tiempo que un perigeo especialmente cercano, el resultado es una superluna. Esta coincidencia cósmica ha ocurrido dos veces este año y la tercera y última tendrá lugar este mes.
La diferencia de tamaño del disco lunar entre una luna llena normal y una superluna es insignificante: en este caso, será aproximadamente un 13 por ciento más brillante y grande de lo normal. Pero no hay nada tan cautivador como contemplar ese orbe gigante saliendo por el este tras el atardecer.
Además, la luna llena de marzo se denomina luna de gusano en el hemisferio norte, supuestamente porque es el momento en el que el suelo empieza a descongelarse y aparecen lombrices. Según el Old Farmer’s Almanac, la última vez que se produjo una luna llena en el equinoccio de marzo fue el 20 de marzo de 1981,
21 de marzo: luces zodiacales
Casi una hora antes del atardecer y durante las dos próximas semanas, los astrónomos más diestros del hemisferio norte podrán detectar uno de los fenómenos astronómicos más esquivos: las luces zodiacales.
Este haz de luz piramidal, visto desde una zona campestre y oscura, se puede confundir fácilmente con las luces de una ciudad lejana sobre el horizonte y a veces lo llaman falso amanecer. En realidad, esta luz es el resultado de la luz solar que se refleja en el polvo cósmico suspendido entre los planetas.
El mejor momento para contemplar estas luces fantasmagóricas es casi una hora antes del atardecer, en el horizonte occidental. La franja de luz parecerá estar inclinada hacia la izquierda y atravesará la constelación Tauro, el toro.
27 de marzo: la luna y Júpiter
La luna en cuarto menguante se emparejará con el brillante Júpiter al alba del día 27 y ofrecerá una oportunidad perfecta para observar el planeta más grande del sistema solar. Incluso con prismáticos de baja potencia se podrán contemplar las cuatro lunas principales del gigante gaseoso, conocidas como satélites galileanos. Recuerda colocarte contra un muro o fijar los prismáticos a un trípode para evitar vistas temblorosas.
29 de marzo: la luna y Saturno
Al alba del día 29, busca un Saturno de color amarillo situado a la derecha de la luna, en la parte media del cielo sudoriental. Si tienes un telescopio, no olvides apuntarlo hacia el gigante gaseoso para observar sus famosos anillos.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.