La llegada del solsticio y otros fenómenos astronómicos de junio
Planetas grandes y pequeños brillarán en su mejor momento y la luna también nos dará motivos para observar los cielos de este mes.
Las estaciones cambiarán este mes con la llegada del solsticio de junio, que anuncia el comienzo del calor veraniego en el norte y del frío invernal en el sur. Los astrónomos aficionados también podrán disfrutar de las mejores vistas del planeta más grande del sistema solar, Júpiter, que se encontrará en su momento más grande y brillante en cinco años.
Así que marca estas fechas en el calendario de junio y contempla el firmamento la siguiente noche con cielo despejado.
1 de junio: Venus y la luna
Venus, conocido cariñosamente como el gemelo «malvado» de la Tierra, es uno de los planetas más brillantes en nuestros cielos gracias a su atmósfera densa y reflectante. Actualmente, el planeta se encuentra en la parte baja del horizonte oriental y sale casi una hora antes de que salga el sol, de forma que el periodo de observación será corto.
Pero la mañana del 1 de junio, a Venus se le unirá la delgadísima luna creciente, lo que creará un espectáculo bastante interesante. Intenta utilizar prismáticos para encontrar la luna en cuarto menguante a unos cinco grados a la derecha de Venus, una separación igual a la anchura del puño sostenido con el brazo extendido. Ambos objetos deberían poder verse con prismáticos en el mismo campo de visión.
4 de junio: la luna y Mercurio
Solo unos días después de la visita matutina a Venus, la luna aparecerá en el cielo nocturno junto a otro planeta, el pequeño Mercurio. Busca la luna, que parecerá un filamento delgado, ya que solo habrá pasado un día desde su fase nueva. Un Mercurio de aspecto estelar se situará a solo seis grados a la derecha.
10 de junio: el enorme y brillante Júpiter
La noche del día 10, busca Júpiter en su momento de máxima grandeza y resplandor del año. Esto se debe a que el mayor planeta del sistema solar alcanzará oficialmente la oposición, lo que significa que estará en un punto diametralmente opuesto a nuestro sol desde nuestra perspectiva y estará bien iluminado, siendo visible del atardecer al amanecer.
La oposición también significa que Júpiter se encontrará en su punto más cercano de la Tierra en su ciclo orbital, a unos 640 millones de kilómetros. Así, estará casi 18 millones de kilómetros más cerca que durante la oposición del año pasado, por lo que debería tener un brillo asombroso, superando incluso a la cercana y resplandeciente estrella Antares.
Si tienes prismáticos o un telescopio pequeño, no te pierdas el séquito de satélites de Júpiter y los complejos detalles atmosféricos del planeta. Quienes tengan telescopios más grandes podrán ver la famosa Gran Mancha Roja conforme el planeta gire sobre su eje. Esta tormenta ciclónica tiene el tamaño aproximado de la Tierra y lleva rugiendo durante tres siglos. Pero en las últimas semanas, los astrónomos aficionados de vista más aguda habrán observado cambios en la Gran Mancha Roja, según Sky & Telescope. Del famoso ciclón sobresalen grandes filamentos gaseosos —algunos de casi 9.600 kilómetros de largo— que alteran visiblemente su aspecto distintivo.
15 de junio: Júpiter en un triángulo
Poco después del atardecer local del día 15, observa la parte sudeste del cielo en busca de la luna gibosa creciente, que creará una asombrosa formación con los brillantes Júpiter y Antares, la estrella más resplandeciente de la constelación Escorpio. La noche siguiente, la luna estará casi llena y saltará al otro lado de Júpiter, convirtiendo el triángulo en un arco celeste.
16 de junio: Venus y Aldebarán
Si lo que buscas es un gran desafío de observación con prismáticos, intenta encontrar Venus y la brillante estrella Aldebarán, el «ojo» de la constelación Tauro, juntos al alba en el horizonte oriental. Para verlos, lo mejor será encontrar un lugar de observación con vistas despejadas del horizonte oriental y empezar a observarlo unos 45 minutos antes del amanecer local.
18 de junio: Mercurio y Marte
Tras el atardecer, mira hacia el oeste para contemplar un encuentro cercano entre Mercurio y Marte. Los dos mundos estarán separados por solo medio grado, igual a la anchura de la luna llena, por lo que será el encuentro más cercano de estos pequeños mundos en los cielos terrestres en 13 años.
Marte es cinco veces más brillante que Mercurio, por lo que suele costar más detectar el planeta más interior. Pero como ambos mundos estarán muy cerca el 18 de junio, Mercurio debería ser mucho más fácil de encontrar. Y una vez se hayan puesto estos planetas interiores, busca una luna gibosa emparejada con el brillante planeta Saturno, que saldrá con ella al sudeste.
21 de junio: solsticio de verano
Para el hemisferio norte, el verano comenzará oficialmente a las 15:54 UTC del 21 de junio (17:54 hora peninsular española). Durante esta estación, el eje septentrional de la Tierra se inclina ligeramente hacia el sol, de forma que el hemisferio norte recibe más luz solar directa y experimenta temperaturas más cálidas.
Por su parte, el solsticio de junio marca el comienzo del invierno en el hemisferio sur, ya que los lugares al sur del Ecuador alejan del sol, lo que provoca temperaturas más frías.
El primer día de la nueva estación y durante unos pocos días en adelante, el sol parecerá salir por el mismo lugar en el horizonte, de ahí el origen de la palabra «solsticio», que significa «el sol está estático» en latín. A partir del solsticio de junio, los días empezarán a acortarse en el hemisferio norte y a alargarse en el sur.
23 de junio: Mercurio en su mejor momento
Mercurio suele ser un planeta difícil de observar a simple vista, ya que nunca se aleja mucho del sol en los cielos terrestres, de forma que aparece justo antes del amanecer o durante un breve periodo de tiempo tras el atardecer, y se pierde fácilmente entre el resplandor del crepúsculo.
Pero durante el mes de junio, Mercurio se irá alejando del sol e irá ascendiendo en el cielo del atardecer. Y la noche del día 23, alcanzará su distancia máxima del sol desde la perspectiva de los observadores, lo que facilitará su detección. Después del 23, el pequeño planeta empezará a hundirse de nuevo hacia el horizonte occidental y se perderá en el brillo del atardecer antes de que acabe el mes.
Recuerda utilizar prismáticos, si puedes, para escudriñar la parte baja del cielo occidental unos 20 minutos antes del atardecer. Busca un pequeño objeto tenue y de aspecto estelar. Después, debería ser fácil observarlo a simple vista.
30 de junio: la luna y Aldebarán
Este mes tendrás una segunda oportunidad de encontrar la resplandeciente estrella Aldebarán, el «ojo» de la constelación Tauro, el toro. Sin embargo, esta vez la luna creciente hará las veces de guía, ya que solo se encontrará a tres grados de la estrella, igual a la anchura de los tres dedos del medio.
Tendrás poco tiempo para contemplar este emparejamiento estelar, ya que Tauro saldrá sobre el horizonte oriental una hora después del amanecer local.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.