Esta fotógrafa quiere romper los estereotipos sobre los musulmanes
Lynsey Addario nos cuenta su experiencia trabajando con comunidades musulmanas de Estados Unidos durante un reportaje de varios años.
Cuando Lynsey Addario se trasladó a la India en el año 2000 y empezó a documentar a las comunidades musulmanas de Asia, descubrió matices diferentes del Islam y las personas que lo practican. Tras volver a casa, de visita en Estados Unidos, vio que la religión se representaba allí de una forma genérica y unidimensional que no captaba lo que ella había visto en otras partes del mundo.
Dicha disparidad la impulsó a trabajar con comunidades musulmanas de todo Estados Unidos en un esfuerzo por contar sus historias de una forma menos limitada. Las imágenes de Addario aparecerán en el número de mayo de 2018 de la revista National Geographic, en un reportaje sobre cómo prosperan los musulmanes, normalmente incomprendidos, en Estados Unidos. Nos ha contado su experiencia documentando a estas comunidades y cómo esto la ha animado a examinar su propia fe.
Jehan Jillani: Llevas más de 18 años fotografiando el mundo musulmán. ¿Qué hizo que apuntaras tu objetivo a estas comunidades dentro de tu propio país? ¿Y cómo es documentar este tema?
Lynsey Addario: Me crié en Estados Unidos, pero llevo viviendo en el extranjero desde el año 2000, cuando me mudé a la India y empecé a documentar la vida con los talibanes en Afganistán. Fue el primero de muchos viajes por todo el mundo musulmán; después pasé por Asia meridional, Oriente Medio y África. Con cada viaje conocía un matiz diferente del islam, desde las varias interpretaciones de la religión a la diversidad de las personas que la practican. Y cada vez que volvía a casa, a Estados Unidos, pasaba el rato con mi familia, veía las noticias y escuchaba las conversaciones a mi alrededor, y era inevitable ver una idea muy unidimensional de la religión y de los musulmanes en general. Me sorprendió, porque se generaliza de forma radical sobre los musulmanes, como si todos fueran iguales, y me parece extremadamente ignorante. Por eso decidí empezar esta historia hace varios años, para mostrar la amplitud y la diversidad dentro de la religión.
Jillani: El islam en Estados Unidos, como explica más detalladamente el reportaje de Leila Fadel, es una de las religiones más diversas del país. ¿Cómo eliges a las comunidades que fotografías?
Addario: Bueno, para empezar, saco miles de fotos y hay gente en la que me centro que no aparece en la historia, normalmente por la falta de espacio. Trato de fotografiar el espectro, desde los conservadores a los más liberales, desde escenas sorprendentes —como una familia de cinco hermanas, tres de ellas cinturones negros en taekwondo— a escenas más típicas —el rezo, las mujeres con o sin el hiyab— para mostrar, básicamente, que estos estereotipos que suelen perpetuarse no se sostienen.
Como ocurre en cualquier población de personas que corresponden a un grupo religioso, ya sea el cristianismo, el judaísmo o el islam, siempre hay diversidad dentro del grupo. Los hay más devotos, hay quienes observan la religión de forma más laxa; hay personas muy respetables y competentes, pero también hay criminales. Es importante reconocerlo. En Estados Unidos, suelo ver la palabra musulmanes en la misma frase que la palabra terroristas y es demasiado superficial para un país tan diverso como este. Sí, hay terroristas musulmanes, pero también hay terroristas estadounidenses que han sido responsables de muchos tiroteos en masa por todo Estados Unidos. Pero, curiosamente, no se les suele tachar de terroristas.
Jillani: En relación con esto, ¿podrías hablarnos de lo que observaste sobre la diversidad racial de los musulmanes americanos?
Addario: Creo que es un gran error pensar que los musulmanes son normalmente árabes o del sur de Asia, pero el 13 por ciento de la comunidad musulmana es afroamericana, procedente de la época de la esclavitud en Estados Unidos y de quienes trajeron su religión desde África. También proliferó entre la comunidad afroamericana en la época de Malcom X y del movimiento de los derechos civiles, y hoy en día hay un gran número de conversos al islam —casi el 23 por ciento de la población musulmana estadounidense— de todas las etnias y de un abanico de comunidades de todo el país. Quería incluir esta diversidad racial en el reportaje.
Jillani: Esta es una pregunta bastante personal, pero teniendo en cuenta la naturaleza de la historia, tengo curiosidad: ¿Qué relación tienes con la fe?
Addario: Me criaron como católica italiana, con la tradición de ir a la iglesia todos los domingos antes de celebrar una gran comida familiar en casa de una de mis abuelas y asistiendo a la catequesis los martes por la tarde. Pero a medida que me convertía en una mujer joven, empecé a identificarme cada vez menos con el catolicismo y aprendí a apreciar diferentes aspectos de diferentes fes. Soy una persona espiritual y tengo un gran respeto por todas las religiones, pero personalmente ya no voy a la iglesia los domingos. Es interesante, porque llevo muchos años fotografiando en lugares relativamente peligrosos y he pasado mucho tiempo con personas de credos diferentes. Suelo recibir mensajes, emails o llamadas de amigos de todo el mundo diciéndome que rezan por mí, ya sean cristianos, católicos o musulmanes. Mi abuela, que tiene 104 años, siempre le reza por mí a santa Ana, y mi amiga Lubna, que vive en Arabia Saudí, literalmente viajaba a la Mecca para rezar por mí cuando las veces que he ido a Siria. Adoro y respeto ese aspecto de la fe, que cada uno tenga sus creencias y que eso les ayude a superar épocas difíciles.
Jillani: En periodismo, resulta inevitable documentar comunidades de las que uno no forma parte. Pero dudo que sea siempre una experiencia fácil o cómoda. ¿Cómo sorteas esa línea entre ser respetuosa e inquisitiva?
Addario: Siempre he creído que es importante ser inquisitiva, hacer preguntas, aprender sobre lo que una desconoce. Creo que gran parte del odio y la incomprensión se debe a la ignorancia y la arrogancia, y es una vergüenza. Sí, me sentí rara como no musulmana al documentar un reportaje integral sobre el islam, pero no finjo saber lo que no sé. Fotografío lo que veo y lo que creo que es una representación justa de una historia.