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Página del fotógrafo
Jason Gulley
Unos manatís se reunen en la confluencia de dos ríos en el centro norte de Florida (Estados Unidos). Un nuevo estudio sugiere que un hábitat cambiante ha permitido que cada vez más manatís prosperen en la región.
Una manatí y su cría surcan a través de la pradera de zostera en Hunter Springs, en Crystal Rivers (Florida; Estados Unidos). En los últimos años, los desechos agrícolas causaron una floración de algas que mató muchas de las camas de zostera en Hunter Springs, lo que motivó a los conservacionistas a mejorar el hábitat y la calidad del agua. El resultado: más manatíes, como esta pareja, volvieron en el invierno de 2022-2023. El fotógrafo estadounidense y National Geographic Explorer Jason Gulley fotografió a muchas madres manatíes a y sus crías pero la expresión en la cara de esta pequeña y las burbujas que salían de sus aletas, combinada con la esperanzadora historia de fondo, la han convertido en una de las fotografías favoritas de Jason. 'Claro como el Crystal' ganó un reconocimiento especial en la categoría Submarina.
Los manatíes se reúnen en el fondo arenoso cerca de Homosassa Springs, donde el agua es cálida en invierno. Las entradas de agua cálida formadas naturalmente eran donde los manatíes solían pasar el invierno, pero el desarrollo urbano destruyó su hidrología natural.
El agua caliente del canal de descarga de Tampa Electric Company (y de otras centrales eléctricas de Florida) proporciona a los manatíes un inesperado refugio invernal cuando el océano se enfría demasiado.
Un manatí tomando un tentempié en una balsa de vegetación en el río Ichetucknee de Florida.
A pocos pasos del campamento base del Everest, un par de investigadores se sumergen en una cueva glaciar en el glaciar Khumbu de Nepal. Entre 1984 y 2015, el aumento de las temperaturas y el deshielo redujeron la superficie de hielo del Campo Base del Everest en la asombrosa cifra de 30 metros.
Jason Gulley navega por una cueva del glaciar Ngozumpa, en Nepal, agachándose al caminar. Incluso los espeleólogos más experimentados tienen dificultades para descender cuevas cubiertas de hielo.
El investigador de glaciares Matt Covington avanza por una estrecha sección de una cueva dentro del glaciar Ngozumpa, durante una expedición en 2018. Arrastrarse a altitudes de entre 4500 y 5500 metros sobre el nivel del mar es una de las partes más exigentes físicamente de la exploración de cuevas.
El glaciólogo Doug Benn examina el techo de una cueva glaciar en el glaciar Khumbu de Nepal. Todo el techo de la cueva está formado por bloques de hielo rotos que se habían congelado juntos.
Las luces eléctricas de la capital sherpa de Namche Bazaar iluminan el cielo nocturno. Namche Bazaar y otros asentamientos sherpas cercanos reciben electricidad de una pequeña central hidroeléctrica. Estas infraestructuras son vulnerables a las inundaciones provocadas por los lagos glaciares.