Del antiguo Egipto a la actualidad: las mujeres que han gobernado el mundo
Las reinas del antiguo Egipto han allanado el camino de las lideresas modernas hacia posiciones de poder.
Las reinas y princesas modernas, que gobiernan desde las tierras altas de la meseta tibetana hasta la diminuta isla del Pacífico sur de Niue, rara vez han ostentado el poder de las lideresas del antiguo Egipto.
Estas mujeres no son meras figuras decorativas ni titiriteras que manejan a un hombre, sino gobernantes poderosas e implacables de civilizaciones avanzadas. En el antiguo Egipto, las mujeres tenían del tipo de derechos humanos por las que sus homólogas siguen luchando hoy en día: trabajaban, tenían derecho a la propiedad, dirigían negocios y se divorciaban de sus maridos. Kara Cooney, profesora de egiptología en la Universidad de California en Los Ángeles, escribe en su nuevo libro When Women Ruled the World que su sociedad estaba «a años luz de la nuestra respecto a la confianza que depositaban en el poder femenino».
«En un lugar del planeta, hace miles de años y contra todo pronóstico en el sistema dominado por varones en el que vivían, las mujeres gobernaron en repetidas ocasiones con un poder formal e inalterado», escribe Cooney en la introducción de la obra. Ninguna civilización más ha estado gobernada por mujeres de forma tan regular, sobre todo en tiempos de guerra, lo que hace que se pregunte: ¿Qué permitió en el antiguo Egipto este tipo de poder político e ideológico en el reconocido como sexo débil, afectado por el embarazo, la lactancia, los cambios hormonales mensuales y la menopausia?».
Cooney busca la respuesta en los perfiles de seis antiguas lideresas —Merneith, Neferusobek, Hatshepsut, Nefertiti, Tawosret y Cleopatra— a partir de los albores del imperio en el 3000 a.C. Todas ellas gobernaron como reinas y todas salvo una asumieron el papel oficial de faraón. Pero su reinado no fue tan liberal como parece: aunque les otorgaron poder absoluto, solían desempeñar el puesto de un líder masculino que era demasiado joven o anciano como para gobernar, y pese a ostentar este poder tuvieron que luchar contra el patriarcado. Poco después de su reinado, los logros de la mayoría de estas lideresas fueron borrados de la historia, sus estatuas fueron destruidas y sus nombres, olvidados. Pero durante breves instantes, gobernaron Egipto, y echar un vistazo al panorama mundial actual nos demuestra que sigue siendo algo único. «En pocas palabras, se desconfía mucho más de las lideresas modernas que de sus homólogas en el antiguo Egipto», escribe Cooney.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.