Esta mujer del antiguo Egipto podría haber muerto durante el parto
El hallazgo de la tumba de 3.700 años de una mujer embarazada podría aportar pruebas sobre la tasa de supervivencia en esta civilización antigua.
En el antiguo Egipto, las mujeres embarazadas rezaban a Tueris, la diosa hipopótamo de la fertilidad, y a Bes, el dios enano de la guerra que protegía a los niños pequeños y a las madres. A modo de protección, llevaban amuletos en collares y pulseras. Ser una madre formalizaba su papel en la sociedad y potenciaba su condición social. La antigua cultura veneraba a los niños y adoraba la fertilidad, pero dar a luz solía resultar mortal.
La tumba descubierta recientemente en Egipto, que alberga a una mujer embarazada con un bebé no nato y tiene una antigüedad de 3.700 años, contiene pruebas de la mortalidad materna en épocas pasadas. Según un comunicado del Ministerio de Antigüedades, una excavación conjunta italiano-americana descubrió el esqueleto de la mujer en un cementerio cerca de Asuán, en el sur de Egipto, con el bebé en la zona pélvica y cabeza abajo, lo que indicaba que el parto podría haber provocado la muerte.
Según la profesora Sandra Wheeler, bioarqueóloga y profesora de la Universidad de Florida Central, el hallazgo de un feto todavía dentro de una mujer perteneciente a este periodo es muy inusual. «Respalda la idea de que el parto era precario y que la mortalidad materna era un riesgo constante», afirma. «Es algo a lo que algunas mujeres todavía hacen frente hoy en día».
Sin la presencia de tejidos blandos, Wheeler advierte que resulta imposible determinar la causa de la muerte de la mujer con seguridad. El comunicado de prensa sobre el descubrimiento señaló que la pelvis de la madre estaba desalineada, algo que, según ella, podría ser una señal de traumatismo o desnutrición durante los años fundamentales del desarrollo de la mujer. Estas pistas, «nos desvelan las vidas [de las mujeres] y sus infancias», afirma.
Aunque Wheeler no participó en este reciente hallazgo, ella y otros arqueólogos están elaborando un panorama general de las mujeres en el antiguo Egipto, desde el embarazo al parto y al destete de los bebés. Están excavando un cementerio en el oasis de Dakhla, en el desierto occidental de Egipto, donde se enterraron 200 fetos prematuros que probablemente fueron abortos espontáneos. «Se incluye en la idea de personalidad», afirma. «¿Los consideraban personas completas? Están enterrados como si lo fueran».
Es difícil determinar las tasas o las causas precisas de la mortalidad materna en el antiguo Egipto, pero los investigadores analizan datos modernos de comunidades que aún carecen de acceso a profesionales médicos o clínicas para entender los riesgos a los que se exponían hace miles de años. «Creemos que [la mortalidad materna e infantil] es un problema antiguo, pero no lo es», afirma Wheeler.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.