Descubriendo la imborrable Cartago, la gran ciudad que rivalizó con Roma
Los conquistadores romanos intentaron borrar el pasado de esta antigua ciudad portuaria tunecina, pero estos lugares históricos arrojan luz sobre las verdaderas glorias de Cartago.
Del 650 a.C. al 146 a.C., Cartago fue la ciudad comercial más poderosa del Mediterráneo. Su sofisticado puerto de 200 muelles y su acaudalada población sustentaban una extensa metrópolis de templos, mercados y haciendas a las afueras de la actual ciudad de Túnez, a 20 minutos en coche. Incluso ocupó un lugar destacado en la mitología griega como patria de la legendaria Dido, cuya picante historia de matrimonio forzado y amor ilícito inspiró poemas, óperas e innumerables óleos clásicos.
Pero hace unos 2000 años, Cartago fue arrasada por su rival, la República de Roma. Los cartagineses fueron asesinados o vendidos como esclavos, y los romanos construyeron una nueva Cartago sobre las ruinas.
Una representación contemporánea muestra a los antiguos cartagineses defendiendo su ciudad contra el Imperio Romano en el 149 a.C.
Desde que los romanos saquearon la ciudad y destruyeron la mayor parte de sus bibliotecas y archivos, no se sabe "prácticamente nada" del pueblo cartaginés a partir de fuentes primarias. "En el caso de Cartago, existen enormes lagunas", afirma Richard Miles, autor de Carthage Must Be Destroyed: The Rise and Fall of an Ancient Civilization [Cartago debe ser destruida: Auge y caída de una antigua civilización].
En la actualidad, el Ministerio de Cultura tunecino y la Unión Europea están llevando a cabo una labor de revitalización de Cartago con el fin de restaurar varios lugares cartagineses, ofrecer a los visitantes una experiencia mejorada y proteger mejor lo que queda del legado casi perdido de la ciudad.
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Cartago debe ser destruida
Alrededor del año 200 a.C., "Cartago [era] la superpotencia mediterránea original", afirma Miles. Gracias a su vasto control sobre los puertos comerciales y varias rutas terrestres del norte de África, "Cartago era el gran conector. Tomó todo tipo de influencias (griegas, fenicias, italianas, de la península ibérica, los nubios y los libios del norte de África) y las fusionó en algo único".
Sin embargo, a medida que el poder de la Roma crecía al otro lado del Mediterráneo, también lo hacía su rivalidad con los cartagineses. Entre ambas potencias estallaron tres guerras que duraron casi 100 años.
Estas antiguas tinajas fenicias, que contenían restos de sacrificios humanos, fueron halladas en las ruinas de Cartago.
Una foto de 1909 muestra a un par de hombres entre las ruinas de la antigua Cartago, a las afueras de Túnez.
En el 149 a.C., Roma sitió Cartago, quemó su famosa flota y casi arrasó la ciudad. "La destrucción de Cartago fue un acto de venganza", afirma Miles, añadiendo que los romanos querían asegurarse de que los cartagineses no volvieran a desafiarles. "Delenda est Carthago [Cartago debe ser destruida]" eran palabras que repetía a menudo el senador romano Catón.
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Explorando la antigua Cartago
Sin embargo, Roma no pudo borrar Cartago de la historia en su totalidad, afirma Miles. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, el antiguo emplazamiento de Cartago, en la cima de la colina de Byrsa, domina el puerto púnico que hizo crecer el poder de la ciudad. Aquí los visitantes pueden explorar la que fuera próspera Acrópolis de Byrsa, que alberga un museo, una necrópolis y varias casas cartaginesas notablemente conservadas.
"Las casas (justo antes de la destrucción [de Cartago]) están perfectamente conservadas. Esa parte de la colina de Byrsa es algo que hay que visitar sin duda", afirma el arqueólogo Stefano Cespa, que, con el Instituto Arqueológico Alemán de Roma, ha pasado la última década excavando yacimientos cartagineses en los alrededores de la ciudad.
Reconstruida en la década de 1960, la Villa de la Pajarera, con un pórtico con columnas, un patio con suelo de mosaico y una terraza con vistas al golfo de Túnez, permite a los visitantes hacerse una idea de cómo era Cartago bajo la dominación romana.
La remodelación del Museo Nacional de Cartago adyacente (cuya reapertura está prevista para junio de 2026) "conectará las salas de exposición del museo con el exterior y las vistas de Cartago", explica Gabriela Carillo, arquitecta que colabora en el proyecto. Otros aspectos de la renovación se centrarán en el paisaje, la accesibilidad y el medio ambiente.
Desde el complejo de la colina de Byrsa, los visitantes pueden descender para explorar el puerto en forma de media luna que en su día sirvió a la impresionante flota naval cartaginesa. Miles añade que el puerto pudo haber desempeñado un papel directo en la destrucción de la ciudad, ya que la flota militar atracada allí violó el tratado entre los imperios de Roma y Cartago. Hoy en día, el puerto sólo lo utilizan barcos de pesca, y un pequeño sendero recorre el borde.
Los turistas visitan el Museo Nacional de Cartago, que exhibe objetos arqueológicos de las épocas púnica y romana.
Un visitante pasea por las ruinas de las Termas Antoninas de Cartago, de la época romana, que fueron uno de los mayores complejos de baños del imperio.
Justo al final de la calle se encuentra el Tophet de Salammbo, un cementerio que, según Cespa, era el lugar de enterramiento de animales y niños utilizados para sacrificios rituales. Sin embargo, añade que puede tratarse de un rumor difundido por romanos y griegos. Hasta la fecha, se han encontrado aquí más de 20 000 urnas enterradas bajo losas de piedra, lo que lo convierte en uno de los mayores cementerios de la época fenicia.
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En la colina y en los alrededores de la ciudad también pueden verse vestigios del dominio de romano sobre Cartago. Las Termas de Antonino (un extenso complejo de ruinas situado junto al palacio presidencial de Túnez) es uno de los lugares históricos más populares, repleto de muros, túneles y pórticos extraordinariamente bien conservados. Cerca se encuentra un amplio teatro romano, donde los visitantes pueden observar a los arqueólogos mientras restauran estructuras y restauran intrincados mosaicos.
A poca distancia a pie se encuentran los yacimientos gemelos del Circo de Cartago, que se inspiró en el Circo Máximo de Roma. Crespa y su equipo llevan varios años estudiando estos lugares, llamados Barrio Magon y Barrio Didion. "En estos dos yacimientos hay casi 2000 años de estratigrafía", explica Crespa. "Ahí están todas las fases de la antigua Cartago, desde la fundación fenicia hasta la época púnica, pasando por la época romana y los periodos medieval, bizantino tardío e islámico".
"Demuestra que no se puede destruir algo totalmente", dice Miles. "Siempre hay algo del pasado que sobrevive".
Lo que hay que saber para visitar Cartago
Entra en la ciudad por el aeropuerto de Túnez-Cartago. Toma el tren ligero hasta Túnez o Cartago, o pide un taxi por unos 30 dinares (10 euros).
Visita el barrio de Sidi Bou Saïd, situado en lo alto de una colina, famoso por sus encantadores edificios blancos y azules de principios del siglo XX, sus tiendas de artesanía y sus impresionantes vistas de la costa.
Descubre los lugares históricos con una visita autoguiada en bicicleta eléctrica. Le Lemon Tour alquila bicicletas electrónicas y proporciona un mapa de los lugares clave.
Un único billete adquirido en cualquiera de los lugares históricos te dará acceso a todos ellos durante un día.
Nick Hilden escribe para 'Afar', 'Washington Post', 'Esquire' y 'Popular Science'. Síguelo en Twitter o Instagram.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.