8 cosas con las que la gente se suele equivocar sobre Roma

Desde gladiadores hasta el verdadero uso de los vomitorios, desmontamos los grandes mitos que todavía persisten sobre Roma y aclaramos lo que realmente pasaba.

Por Parissa DJangi
Publicado 6 nov 2024, 11:16 CET
Restauración de un busto romano

Restauración de un busto romano. Muchas estatuas romanas son blancas ahora. Pero, en la Antigüedad, estas esculturas estaban adornadas con pinturas colors e intrincados dibujos que las daban un aspecto muy real.

Fotografía de Andrea Frazzetta, Nat Geo Image Collection

La Antigua Roma sigue teniendo tirón en la cultura pop, desde los éxitos de taquilla de Hollywood hasta los videojuegos. Desde su creación en el año 31 a.C., el Imperio romano ejerció su influencia en todo el Mediterráneo y más allá. Pero, ¿qué pasa si la Roma que creemos conocer, con estadios mortales, decadencia y estatuas de mármol, es más ficción que realidad?

Desde torneos de gladiadores no tan mortales hasta el verdadero propósito del vomitorio, aquí está la verdad detrás de ocho falsos mitos sobre la antigua Roma.

Mito #1: Los gladiadores siempre luchaban hasta la muerte

En contraste con la representación de matar o morir del combate de gladiadores en las películas, no todos los combates eran una lucha a muerte. En su libro Naked Statues, Fat Gladiators, and War Elephants [Estatuas desnudas, gladiadores gordos y elefantes de guerra], el historiador Garrett Ryan estimó que los gladiadores morían en solo una quinta parte de las peleas.

Simplemente no valía la pena que los luchadores murieran en la arena: los gladiadores muertos no podían ganar dinero. Cada muerte supuso una pérdida económica para el lanista, o individuo que poseía, alquilaba y mantenía una compañía de gladiadores.

Eso no quiere decir que las peleas de gladiadores fueran seguras. Al fin y al cabo, eran un deporte sangriento, y cada batalla podía provocar lesiones graves y las peligrosas infecciones que a menudo las acompañaban.

El anfiteatro de Capua a vista de pájaro.

En el anfiteatro de Capua, donde estaba la escuela de gladiadores más famosa de Roma, se entrenaba a los guerreros para los brutales espectáculos que apasionaban al Imperio, incluidas figuras legendarias como Espartaco.

Fotografía de Andrea Frazzetta, Nat Geo Image Collection

Mito #2: El vomitorio era una habitación donde los romanos se purgaban después de festejar

Pese a lo que pueda parecer y lo que muchos pueden pensar, los antiguos romanos se excedían en los banquetes fastuosos. Comían tanto que tenían una habitación especial en sus villas donde podían purgarse antes de volver a atiborrarse: el vomitorio.

Los Vomitoria existía realmente, pero no tenían nada que ver con la emesis. En cambio, el vomitorio era una característica arquitectónica de los anfiteatros y arenas. El espacio permitía a los espectadores entrar y salir de la estructura de manera eficiente. Algo que en español también tiene ese significado, aunque como segunda acepción, y se usa en los estadios modernos.

Mito #3: Las estatuas de la antigua Roma estaban destinadas a ser blancas

La mayoría de la gente se imagina las estatuas antiguas como figuras serenas en mármol blanco y liso. Pero ese aspecto incoloro es más un accidente que un arte.

El mundo romano era a todo color, al igual que sus bustos y esculturas. Los artistas aplicaron vívidas capas de pintura a sus obras de arte de mármol para representar todo, desde tonos de piel hasta patillas. La pintura se desvaneció con el tiempo, dando a las esculturas su apariencia incolora en la actualidad.

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Mito #4: Nerón tocó el violín mientras Roma ardía

Nerón, que gobernó del 54 al 68 d.C., es a menudo recordado como uno de los emperadores más infames de la historia, con una reputación llena de historias de excesos y crueldad. Un mito perdurable afirma que cuando un gran incendio devastó Roma en el año 64 d.C., tocó fríamente un violín mientras la ciudad ardía.

Es una imagen vívida, pero también ficticia. Las principales fuentes que describen el gran incendio de Roma se escribieron mucho después del evento, lo que significa que no hubo testigos oculares que confirmaran la infame historia. Además, los violines ni siquiera existieron hasta la Edad Media.

En realidad, Nerón parece haberse tomado el fuego en serio. No estaba en la ciudad cuando comenzó, pero cuando le llegaron las noticias, corrió de regreso a Roma e hizo lo que pudo, incluso trató de frenar las llamas y brindar ayuda a los afectados.

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Mito #5: Las mujeres romanas estaban confinadas al hogar

Es cierto que Roma era una sociedad patriarcal, en la que las mujeres tenían menos libertades que los hombres, estaban privadas de sus derechos y no podían ocupar cargos públicos.

Pero eso no significa que las mujeres estuvieran secuestradas en sus casas, lejos de los asuntos públicos. En realidad, las mujeres romanas encontraron formas de controlar sus vidas, como poseer propiedades. Julia Félix fue una de esas mujeres, y fue propietaria de edificios y una casa de baños en Pompeya justo antes de la destrucción de la ciudad en el año 79 d.C.

Aunque carecían de derechos legales, algunas mujeres ejercían influencia sobre la política, especialmente las esposas, hermanas e hijas de emperadores y senadores. No fueron las únicas. En el año 195 a.C., las mujeres salieron a las calles de Roma para protestar contra la lex Oppia, una ley que limitaba lo que podían usar.

Mito #6: Todos en el Imperio Romano vestían y hablaban igual

En su apogeo en el siglo II, el Imperio romano se extendía desde la actual Inglaterra hasta Turquía. Abarcaba diferentes pueblos, culturas e idiomas, como el arameo, el griego y el galo.

Esta gente también se movía dentro del Imperio. En 1901, los restos de una mujer romana de la élite fueron descubiertos en York, Inglaterra. Más de un siglo después, un análisis de su esqueleto permitió a los investigadores determinar que probablemente era de ascendencia norteafricana. No fue la única. El Muro de Adriano, comúnmente conocido como la frontera de la Britania romana, contaba con soldados africanos como algunas de las tropas que lo operaban.

Incluso los emperadores no siempre procedían de la península itálica. Trajano nació en la actual España, mientras que Septimio Severo procedía de lo que hoy es Libia.

Mito #7: Los primeros mártires cristianos fueron masacrados principalmente en el Coliseo

En la historia del cristianismo primitivo, se destaca un capítulo: que los mártires fueron cruel, brutalmente torturados y asesinados en el Coliseo.

Simplemente no hay ninguna evidencia histórica de que esto haya sucedido en el Coliseo. En cambio, otros lugares de Roma, como el Circo Máximo, y las provincias habían sido el escenario de algunas ejecuciones religiosas.

Sin embargo, las historias de martirio en el Coliseo surgieron en el siglo V, y para entonces, el cristianismo ya había sido adoptado como religión oficial. En el siglo XVI, la Iglesia Católica había elevado el Coliseo a la categoría de lugar sagrado, supuestamente ungido por la sangre derramada de los mártires.

Mito #8: Roma cayó en el año 476 d.C.

Según la historia convencional, el Imperio romano cayó en el siglo V cuando el rey germánico Odoacro depuso al emperador Rómulo Augusto o Augústulo.

Técnicamente no fue el fin del Imperio romano. En el año 330 d.C., el Imperio se había dividido en dos partes: el Imperio de Occidente, con sede en Roma, y el Imperio de Oriente, con sede en Constantinopla. Aunque Augústulo había sido depuesto en 476, Zenón, el emperador del Imperio de Oriente, no lo había hecho. Esta parte del imperio sobrevivió como el Imperio bizantino durante el siguiente milenio.

Algunos han argumentado que la caída del Imperio occidental ha sido exagerada. Como señala el historiador Edward J. Watts en The Eternal Decline and Fall of Rome: The History of a Dangerous Idea [El declive eterno y la caída de Roma: la historia de una idea peligrosa], "nadie en Italia pensó que la vida romana había cambiado fundamentalmente después de la llegada [de Odoacro] [...] Todas las cosas que tradicionalmente marcaban a Roma como romana continuaron".

De hecho, gran parte de Roma aún perdura, en nuestra infraestructura, nuestro amor por el deporte y nuestras lenguas romances. Pero a pesar de que Roma ha sobrevivido de maneras sorprendentes, estos mitos inexactos y de larga data no tienen por qué hacerlo.

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    La Antigua Roma 101

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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