La movilidad del futuro toma forma en Madrid al reutilizar la energía del Metro
La capital acoge proyectos piloto innovadores que abren camino hacia la economía circular.
El proyecto se enmarca dentro del Plan de Celdas Reversibles para la eficiencia energética del suburbano, que tiene el objetivo de reaprovechar la energía que liberan los convoyes al frenar.
Al girar la esquina entre la madrileña calle del Doctor Esquerdo y Sainz de Baranda encontramos la estación de metro que inauguró la fase de pruebas del proyecto que pretendía llevar la energía cinética que generan los vehículos del metro de Madrid al frenar hasta una estación de carga de coches eléctricos. La estación funcionó de manera efectiva durante meses, aunque a día de hoy aparece cerrada y los usuarios de los mapas de electrolineras denunciaban su mal funcionamiento.
La puesta en marcha de este proyecto piloto de I+D, denominado ‘Train2Car’, formaba parte de la iniciativa del Ministerio de Ciencia e Innovación en la Comunidad de Madrid. Los planes de los impulsores del programa pasaban por instalar en los siguientes años hasta 150 metrolineras por toda la red de Metro, simulando y diseñando un sistema de control de energía regenerada que implemente las estrategias de gestión inteligente de la red, y que permita alimentar el parque de coches eléctricos.
Innovación energética en los sistemas ferroviarios
Aunque de momento este proyecto no ha continuado su trayectoria hacia la carga de vehículos eléctricos, se enmarca dentro del Plan de Celdas Reversibles para la eficiencia energética del suburbano, que tiene el objetivo de reaprovechar la energía que liberan los convoyes al frenar y ahorrar 650 MWh anuales que son derivados al resto de la red eléctrica. Según los datos del informe de 2020, este plan supuso una mejora del 0’80% de la eficiencia energética de la tracción de los vehículos.
Entre 2014 y 2016 se probó su eficiencia en la estación de Campo de las Naciones mediante la instalación de cuatro celdas que comenzaron a funcionar en 2018. La Consejería de Transporte, Vivienda e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid apoyó este plan con 1’2 millones de euros para la instalación de estos equipos de recuperación de energía, cifra que se estima será compensada en 6 años.
“Cuando los trenes frenan, como pasa con cualquier vehículo, tienen una energía cinética disponible que no aprovechan y pueden devolver”, explica un portavoz de Metro de Madrid en declaraciones a National Geographic. “Pero a día de hoy, solo se aprovecha si hay cerca otro tren que pueda reutilizarla, ya que no se acumula. Los trenes llevan en el techo unas resistencias destinadas a quemar ese excedente, lo que también supone un aumento de la temperatura de los túneles”.
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Con esta nueva tecnología, el ahorro es por tanto doble: por un lado, se evita el desperdicio de la energía que estas reutilizando y, por otro, se ahorra la que estas dejando de necesitar para refrigerar el sistema. Desde los propios trenes hasta la iluminación, climatización, los ascensores, los tornos o las escaleras se alimentarán del circuito energético interno, en lugar de provenir de las eléctricas.
La madrileña estación de La Moraleja fue la primera en instaurar estas celdas reversibles a principios del 2018, seguida por las estaciones de Barrio del Puerto, Hospital de Móstoles y La Peseta en 2019. “Estas cuatro primeras estaciones se ubicaron en zonas donde más ahorro energético generan, ya que hay estaciones donde, por el paso continuo de trenes, la energía ya es reutilizada y no es necesario quemar excedente”, afirman desde Metro de Madrid. La ampliación de la línea 11 con la parada de Comillas también contó con la instalación de estas celdas reversibles.
Siguiendo el ejemplo de ciudades como Bilbao o Barcelona, Madrid suma esta iniciativa a los programas de ahorro energético, que convierten estaciones de metro como Passeig de Gràcia, en Barcelona, en pequeñas smart cities. Esta estación cuenta, desde el pasado año 2014, con un sistema que supervisa la temperatura, el clima exterior, la humedad y la cantidad de pasajeros para adaptar sistemas como la iluminación, la ventilación o las escaleras.
“La implantación de estos equipos supondrá un menor consumo de energía, lo que implicará menor contaminación y emisiones de CO2, mejorando la calidad del medio ambiente en general de la ciudad”, afirma en un comunicado la Comunidad de Madrid.
Intregrado en el proyecto europeo Myrails
Con este Plan de Celdas Reversibles, Metro de Madrid entró a formar parte del Myrails, un proyecto europeo de I+D subvencionado por la Unión Europea creado con el objetivo de desarrollar medidas de energía específicas del sector ferroviario destinadas a poner en marcha nuevas tecnologías al servicio de la eficiencia energética.
El proyecto va enfocado a conocer cuánta energía podrían ahorrar los sistemas ferroviarios y de metro europeos la innovación tecnológica para reducir el consumo energético y las emisiones de CO2.
Dentro de este macroproyecto europeo destinado a la sostenibilidad ambiental también reman países como Francia, Italia, Holanda, República Checa, Reino Unido y Suiza. Así, la innovación tecnológica se enfoca en lograr la disminución del impacto ambiental del transporte público y en contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.