El planeta se pone de acuerdo para solucionar la crisis de los residuos plásticos

El tratado sobre la contaminación por plásticos, llamado París Plus, ambiciona con ser el acuerdo climático más ambicioso desde 2015.

Por Laura Parker
Publicado 3 mar 2022, 12:16 CET
Botellas de plástico que esperan a ser recicladas en Tokio.

Botellas de plástico que esperan a ser recicladas en Tokio. La ONU ha acordado avanzar en un tratado mundial para tratar el problema de los residuos de plástico.

Fotografía de David Guttenfelder, Nat Geo Image Collection

Frente a la sede africana de las Naciones Unidas en Nairobi, una obra de arte de nueve metros de altura con un grifo que "vomita" un largo chorro de residuos plásticos ilustra de forma dramática el creciente flujo de plástico que ensucia el mundo. En el salón principal, 175 delegados de la ONU dieron este miércoles los primeros pasos formales para cerrar el grifo. Acordaron negociar el primer tratado global para frenar la contaminación por plásticos, una medida que se considera el acuerdo medioambiental más importante desde el acuerdo climático de París en 2015.

El marco del acuerdo se elaboró la semana pasada antes de la votación de los delegados. Crea una hoja de ruta para las negociaciones del tratado que se iniciarán en mayo. Inger Andersen, que dirige el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, declaró ante todos los delegados que "este es un momento histórico".

Monumento de 9 metros de altura con el lema "Cierra el grifo de los plásticos", obra ...

Este monumento de 9 metros de altura con el lema "Cierra el grifo de los plásticos", obra del activista y artista canadiense Benjamin von Wong, utiliza residuos de plástico recuperados en el mayor barrio marginal de Nairobi, Kibera. Se encuentra frente a la sede africana de la ONU en Nairobi.

Fotografía de Tony Karumba, AFP, Getty

Se prevé que la cantidad de residuos de plástico que llegan a los océanos se triplique de aquí a 2040, por lo que podría decirse que la votación no ha llegado precisamente demasiado pronto. El esfuerzo por construir un acuerdo internacional para controlar los crecientes residuos de plástico ha tardado casi cinco años en llegar a la línea de salida. ¿Cómo es posible que la ONU, lenta por naturaleza, haya llegado a una solución a tiempo para evitar un desastre medioambiental? A continuación se ofrece una guía de lo que debemos hacer, y además explicamos por qué un tratado mundial vinculante puede ser la mejor esperanza del mundo para contener una crisis de residuos plásticos que no conoce fronteras internacionales.

P: ¿Cómo podría un tratado mundial ayudar a resolver la crisis de los residuos plásticos?

R: Abordaría el núcleo del problema al exigir a los países que se comprometan a limpiar sus residuos de plástico. Como el tratado sería legalmente vinculante, podría tener más fuerza que el Acuerdo de París, que exige a los países que se comprometan voluntariamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. "Esto es como un 'París Plus'", dice Chris Dixon, jefe adjunto de la campaña sobre los océanos de la Agencia de Investigación Ambiental del Reino Unido. "El problema está en los detalles, pero esto asegura que la ambición del mandato se lleve a cabo. Este es el principio del viaje, no el final".

P: ¿Puede acelerarse este proceso?  

R: Los negociadores dicen que tienen previsto llegar a un acuerdo en un plazo de dos años, una rapidez asombrosa para la ONU. La ONU comenzó a explorar soluciones para los residuos plásticos en 2017. En 2019, se culpó a Estados Unidos, que produce más residuos plásticos per cápita que cualquier otra nación, de frustrar los esfuerzos para iniciar las conversaciones sobre el tratado, ya que la administración Trump se oponía a él. El pasado mes de noviembre, Estados Unidos dio marcha atrás y, junto con Francia, anunció su apoyo a un tratado jurídicamente vinculante. El planteamiento se basa en el tratado para acabar con la contaminación por mercurio (conocido como el Convenio de Minamata) que se finalizó en poco más de tres años. Y podría llevar menos tiempo que el acuerdo para abordar el cambio climático.

P: ¿Qué ha cambiado para que esto salga adelante?

R: Los residuos de plástico han proliferado en los últimos años y se han documentado en todas las partes del mundo. A medida que la producción de plástico ha aumentado (creciendo más rápido que la producción de cualquier otro material) el tema de los residuos ha adquirido una mayor urgencia. Esto, a su vez, ha atraído un amplio apoyo de todos los sectores para un tratado mundial. El American Chemistry Council, un grupo comercial de la industria que se opuso a un tratado legalmente vinculante en 2019, ahora apoya uno. A medida que se difundieron dos propuestas (una de Perú y Ruanda, la otra de Japón) el apoyo se multiplicó. Cuando los negociadores se reunieron en la capital de Kenia el mes pasado, entre los que apoyaban públicamente un tratado mundial había más de 300 científicos, más de 140 países y casi 100 dirigentes de empresas multinacionales, entre ellas algunas de las que más utilizan plásticos: Coca Cola Company, PepsiCo y Unilever.

P: ¿Qué hay sobre la mesa?

R: El lenguaje del marco es sólo una guía para las conversaciones reales del tratado. Por lo tanto, el lenguaje es básico en muchos puntos. Por ejemplo, los negociadores tuvieron que definir lo que implica el ciclo de vida del plástico. ¿Debería el tratado centrarse en cuándo el plástico se convierte en residuo? En ese caso, las soluciones girarían en torno a la ampliación de los programas de reutilización, el reciclaje y una gestión de residuos mejorada y financiada. ¿O el ciclo de vida del plástico es más amplio, lo que significa que el tratado incluiría todas las etapas del proceso, desde la producción de plástico virgen hasta el diseño de los envases, la distribución de los productos y su eliminación después del uso? La industria se centró en la gestión de residuos, pero los negociadores optaron por recomendar la definición más amplia. Abordar el problema desde múltiples ángulos ofrece más oportunidades para intervenir a lo largo del camino, y eso podría reducir la cantidad de envases que se convierten en residuos o eliminarlos por completo.

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    P: ¿Por qué necesitamos un tratado internacional? ¿No hay muchos países que ya se ocupan del problema?

    R: Es un problema global y necesitamos una solución global para resolverlo. Se calcula que unos ocho millones de toneladas de plástico se vierten en los mares cada año, y se sabe que viajan a través de los océanos. La normativa de un país no impide que los residuos de otro lleguen a sus costas. Las prohibiciones de las bolsas en un país no impiden que los países vecinos las introduzcan de contrabando para obtener un buen beneficio. Los residuos de plástico también se comercializan a nivel internacional; eso implica acuerdos internacionales. Y lo que es más importante, no hay normas ni políticas mundiales uniformes que guíen al sector. Las definiciones de los plásticos biodegradables varían según el fabricante. Y prácticamente nadie puede resolver las diferentes normas sobre los plásticos que pueden ir al contenedor de reciclaje. Mientras tanto, las empresas multinacionales que venden en varios países pueden encontrarse con cientos de normas que afectan a cuestiones como el diseño de los productos o el grosor de los envases. Estas empresas apoyan firmemente la armonización de las definiciones, los parámetros de información y las metodologías que simplificarán las prácticas del sector y mejorarán la gestión de los residuos.

    P: ¿Cómo de serio es el problema de los residuos de plástico?

    R: El 40% de todos los plásticos que se fabrican hoy en día se destinan a envases, la mayoría de los cuales se desechan a los pocos minutos de abrirlos. A nivel mundial, sólo se recicla el 9% de los plásticos. Tanto los residuos como la producción están aumentando: entre 1950 y 2020, la producción de plástico, que se fabrica a partir de combustibles fósiles, pasó de unos dos millones de toneladas anuales a algo más de 500 millones. Se prevé que la producción siga aumentando hasta alcanzar los 1000 millones de toneladas en 2050. Cada vez es mayor el consenso entre científicos, activistas y funcionarios electos de que, para frenar realmente el crecimiento de los residuos plásticos, hay que reducir su producción. La industria no está de acuerdo.

    P: ¿Exige el marco una limitación o reducción de la producción de plástico virgen?

     R: No, no lo hace. El marco tampoco incluye el requisito de que las cifras de producción se comuniquen junto con otras estadísticas. La recopilación de datos de producción representa el primer paso antes de que se pueda redactar cualquier normativa, y es un paso que la industria querría evitar. A este respecto, el marco contiene una única frase, en la que se pide a los negociadores que "especifiquen la presentación de informes a nivel nacional, según proceda"; no es una directriz firme, pero deja la puerta abierta a una redacción más precisa durante las conversaciones sobre el tratado.

    El marco ha recibido elogios de todas las partes implicadas. El Consejo Internacional de Asociaciones de Fabricantes de Productos Químicos afirmó en un comunicado que estaba "satisfecho con el resultado y apoya plenamente un acuerdo jurídicamente vinculante...".

    Ellen MacArthur, fundadora de la Fundación sin ánimo de lucro Ellen MacArthur, es partidaria de crear una "economía circular" para reducir los residuos de cualquier tipo mediante la reutilización y el reciclaje. Calificó el acuerdo de mandato como clave para tratar "la raíz de las causas de la contaminación por plástico, no sólo los síntomas".

    El miércoles en Nairobi, Anderson dijo a la delegación de la ONU que llegar a un acuerdo para avanzar hacia un tratado "habría sido impensable hace unos años. Pero hoy... estáis dando un paso crucial para cambiar el rumbo de la contaminación por plástico". A continuación, recordó cómo su madre escuchó a un par de empresarios estadounidenses en un café de Dinamarca unos años antes de que él naciera. Los hombres colocaron delante de ellos bloques de colores hechos de un nuevo y extraño material, y ella les oyó decir: "Esto es plástico. Esto es el futuro".

    "Mira, en el espacio de una vida, hemos creado un enorme problema...", dijo Anderson. "Ahora debemos hacer que la forma errónea de fabricar y utilizar el plástico sea el pasado".

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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