¿Estás listo para renunciar a la moda rápida? Así funciona la "moda lenta"

Los expertos explican por qué un precio más alto no significa mejor calidad, y cómo la moda lenta puede encontrarse a distintos precios.

Por Lauren Potts
Publicado 7 jun 2024, 14:07 CEST
Mercado de ropa de segunda mano

La moderna rotación de la ropa tiene un enorme coste medioambiental y humano. Saber lo que tienes en tu armario y dedicar tiempo a considerar dónde puedes añadir una pieza versátil y de alta calidad ayuda a tu huella individual.

Fotografía de Elliot Ross, Nat Geo Image Collection

Muchos de nosotros nos hemos comprado un vestido o una camisa baratos por capricho, sólo para ponérnoslos una vez (o ninguna) y guardarlos en el fondo del armario. Tal vez incluso te hayas comprado un par de zapatos para darte cuenta de que ya tenías un par muy parecido en casa. O peor aún: a veces la prenda se deshace tras un solo lavado y acaba en la basura.

Estas experiencias compartidas con la llamada "moda rápida" suelen ir acompañadas de sentimiento de culpa, no sólo por el dinero gastado, sino también porque fomenta el trato poco ético de los trabajadores y se suma al impacto que la ropa no deseada tiene en nuestro planeta.

"La moda rápida tiene precios muy baratos, materiales de muy bajo coste, no paga al personal el salario mínimo legal de ese país o región, y una fuerte estrategia de marketing de 'cómpralo ahora o arrepiéntete", dice Jennfer Walderdorff, consultora de moda sostenible y autora de Look @ the Labels; "por el contrario, en la moda lenta los tejidos son de mayor calidad, se paga justamente al personal, no se llevan las cosas volando de A a B. Todo es más meditado en comparación con la moda rápida, que es más efímera, de microtendencias".

A pesar de la creciente concienciación sobre los costes humanos y medioambientales de la moda rápida, no todo el mundo tiene la opción de comprar de forma más sostenible. Con el aumento de la inflación en Estados Unidos, que incrementa todos los costes de la vida, y la escasez de opciones de tallas sostenibles, muchos se preguntan si pueden permitirse ropa ética y sostenible que les quede bien.

Pero los expertos aseguran que no hace falta arruinarse para comprar de forma sostenible y ética. Aquí tienes por dónde empezar.

Ya lo habrás oído antes: Reducir, reutilizar, reciclar... en ese orden

El primer paso es hacer inventario de lo que ya tienes. La estilista y experta en moda sostenible Roberta Lee recomienda hacer una "auditoría" del armario al menos una vez al año para revisar cada prenda y decidir si la conservas, la donas o la vendes. Ten en cuenta factores como el ajuste, el estado y la versatilidad y, a continuación, organiza las prendas por categorías para detectar las prendas que faltan o las que están duplicadas.

Los artículos que cumplen los requisitos pero necesitan algo de cariño pueden remendarse o incluso cambiar de estilo con la ayuda de un sastre. Walderdorff es partidaria de reparar las prendas, ya que se puede alargar su vida útil: sustituir botones, coser agujeros de polilla y rectificar manchas tiñendo la prenda de otro color. Excepto las medias, "casi todo se puede arreglar", añade.

Si realmente necesitas cambiar algo, invierte en prendas atemporales, dice Lee. Busca prendas de corte clásico que no pasen de moda y se puedan combinar con cualquier estilo.

"Involucrarse en la moda lenta no tiene que ver con la compra, sino con la mentalidad. Piensa en una cosa que te encantaría añadir a tu armario y cómo la utilizarías con las cosas que tienes. Si te cuesta, busca 'formas de llevar una americana'... te dará un plan estructurado".

Elegir prendas que no pasen de moda te ayudará a responder a la pregunta: "¿Puedo ponerme esto 100 veces?". Eso significa que se puede llevar en múltiples ocasiones, año tras año. "Si la respuesta es no, no inviertas", dice Lee.

Reutiliza comprando ropa usada y recicla la destruida

Comprar de segunda mano es una forma estupenda de encontrar ropa asequible y de calidad. Un estudio reciente sugiere incluso que comprar ropa de segunda mano de calidad puede durar más que la moda rápida, lo que la hace más asequible para el bolsillo si se tiene en cuenta el precio por prenda.  

Pero no lo utilices como justificación para comprar más, advierte Alana James, diseñadora de moda y profesora adjunta de la Universidad de Northumbria (en Reino Unido), cuya investigación se centra en la sostenibilidad: "Cuando el volumen de consumo refleja la moda rápida, puede ser algo negativo".

Si tu ropa ya no tiene arreglo, el reciclaje es una buena opción, aunque es un proceso que genera muchas emisiones y puede que sólo se aplique a prendas de un solo material. Los artículos de tejidos mixtos son difíciles de reciclar, dice Walderdorff, por eso es buena idea invertir en piezas de un solo material.

(Relacionado: ¿Qué hacemos con la ropa usada que ya no queremos? No está tan claro)

Comprar ropa nueva: ¿qué nos dicen la etiqueta, los materiales y el precio?

Las etiquetas pueden inducir a error. Algunas empresas utilizan la expresión "diseñado en" en lugar de "fabricado en" para que parezca de gama alta, dice Walderdorff.

Pero el país de fabricación no siempre lo dice todo. En su lugar, hay que fijarse en las prácticas de cada marca. Lee dirige el Directorio de Marcas Éticas, en el que figuran unas 100 empresas de todo el mundo que valoran la sostenibilidad y se responsabilizan de lo que ocurre con las prendas al final de su vida útil. Good on You también tiene una guía de marcas éticas y sostenibles.

Aunque la mayoría de la moda rápida es barata de comprar, algunas cuestan más pero no siempre se traducen en mejor calidad. "Algunas de esas [prendas] de precio medio están mal hechas: no tienen forro, el tejido es mixto, la composición es pobre", dice Walderdorff; "fíjate en si la prenda es translúcida, fina; [eso es] un indicio de que el material es de bajo coste [y, por tanto,] fast fashion".

Aunque elegir tejidos naturales como el algodón en lugar de sintéticos tiene sus ventajas, no es una solución perfecta. Por ejemplo, las fibras naturales tratadas con tintes o estampados pueden cambiar sus propiedades y su biodegradabilidad, afirma James.

En su lugar, compra prendas de mejor calidad que no haya que cambiar tan a menudo. Busca los distintivos de las prendas bien hechas, dice Walderdorff, como costuras rectas y apretadas sin hilos sueltos, confección que dé estructura y escotes que mantengan su forma.

La moda lenta puede encontrarse a precios muy variados, dice Lee: "Pero conviene recordar que la ropa de calidad costará más que la moda rápida, por eso la métrica del coste por uso es un factor importante a la hora de comprar ropa nueva".

En cuanto a los consumidores que necesitan un tallaje más amplio, no cabe duda de que el mundo de la moda sostenible necesita mejorar en accesibilidad. Sin embargo, todavía hay docenas de marcas de calidad que se adaptan a tallas más grandes: estas guías pueden ayudarte a empezar.

Fíjate en la frecuencia con la que una marca saca nuevas prendas

Algunas marcas son sinónimo de moda rápida, como las chinas Shein y Temu, cuyas prendas de bajo coste supusieron un tercio de todos los paquetes libres de impuestos que entraron en Estados Unidos en 2022.

Las marcas de moda rápida cambian notablemente el diseño de sus tiendas y sitios web con frecuencia para mostrar las nuevas llegadas. James dice que esto suele suceder cada dos o tres semanas, si no más rápido. "La moda rápida tiene ciclos de vida cortos, una colección muy amplia, y se ve mucho en muy poco tiempo", añade Walderdorff.

Las marcas tienen que cumplir sus promesas

James afirma que es un "campo de minas" saber qué marcas se limitan a afirmar que son sostenibles y cuáles ponen realmente en práctica sus palabras. Lee está de acuerdo y advierte a la gente que tenga cuidado con las marcas que animan a sus clientes a entregar la ropa que no quieren a cambio de un vale para gastar en la tienda. "Todo el modelo [consiste en] impulsar el consumo y hacer que te sientas descontento con lo que tienes".

Cada vez que compramos a una marca, la estamos apoyando a ella y a sus valores, afirma James: "Se trata de ser considerado en tus compras y tener en cuenta el impacto que esas prendas tienen en el mundo".

Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

más popular

    ver más
    loading

    Descubre Nat Geo

    • Animales
    • Medio ambiente
    • Historia
    • Ciencia
    • Viajes y aventuras
    • Fotografía
    • Espacio

    Sobre nosotros

    Suscripción

    • Revista NatGeo
    • Revista NatGeo Kids
    • Disney+

    Síguenos

    Copyright © 1996-2015 National Geographic Society. Copyright © 2015-2024 National Geographic Partners, LLC. All rights reserved