¿Cómo funcionan las tormentas de arena y polvo y por qué son tan destructivas?

Hace casi un siglo que sabemos cómo mitigarlas, pero es probable que estas tormentas crezcan en intensidad a medida que se extienda la agricultura y se intensifique el cambio climático.

Por Pete McKenzie
Una tormenta de arena atraviesa las pirámides de Meroë, en Sudán, en 2021

Una tormenta de arena atraviesa las pirámides de Meroë, en Sudán, en 2021. El polvo y las tormentas de arena pueden causar estragos al introducirse en nuestro sistema respiratorio y reducir repentinamente la visibilidad.

Fotografía de Nichole Sobecki, Nat Geo Image Collection

Mayo de 2023, el sol aún no había salido por la Interestatal 55 en el centro de Illinois (Estados Unidos) cuando el viento empezó a soplar desde el este, enviando una capa de tierra seca sobre los campos cercanos ondeando hacia el cielo y reduciendo la visibilidad a casi cero para los vehículos que circulaban a toda velocidad por la autopista. Decenas de coches se estrellaron. La policía del estado de Illinois informó posteriormente de que 37 personas habían sido hospitalizadas y al menos siete habían muerto.

La tragedia ilustra un problema más amplio. Las tormentas de polvo han matado a cientos de personas en Estados Unidos en la última década, una tasa de mortalidad similar a la de los huracanes, los incendios forestales y los tornados. Es probable que esas víctimas aumenten a medida que se intensifique el cambio climático.

Hace décadas que sabemos cómo prevenir estas tormentas, pero la ayuda no llega a las manos de los agricultores que la necesitan. Esto es lo que hay que saber sobre las tormentas de polvo y arena, y qué hacer si te pilla una.

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¿Qué son las tormentas de polvo y arena?

Las tormentas de polvo suelen producirse cuando fuertes vientos azotan zonas secas sin cubierta vegetal, explica Natalie Mahowald, profesora de ciencias atmosféricas de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Cuando el viento azota la tierra, rompe la capa de polvo que hay sobre el suelo y levanta las ligeras y diminutas partículas de polvo en el aire. Finalmente, el polvo y el viento se combinan para crear enormes nubes que se extienden por el paisaje.

Históricamente, las tormentas de polvo han sido más intensas en las regiones secas del suroeste de Estados Unidos, que en la década de 1930 recibieron el apodo de Dust Bowl (cuenco de polvo) por la prevalencia de las tormentas de polvo que allí se producían. La agricultura puede contribuir a estas tormentas mediante prácticas como el laboreo, que consiste en eliminar las plantas y romper el suelo para exponerlo a la humedad y el aire. En el proceso, la labranza rompe los lazos que mantienen unido el suelo. Si la humedad de la lluvia no llega, el suelo se convierte en polvo, dejándolo vulnerable a los fuertes vientos.

Tormenta de arena en el Parque Nacional del Valle de la Muerte, California.

Una tormenta de polvo cubre los árboles de Josué en el Parque Nacional del Valle de la Muerte, California.

Fotografía de Michael Melford, Nat Geo Image Collection

Las tormentas de arena también son provocadas por el viento que levanta partículas sueltas, pero suelen limitarse a regiones desérticas, como el desierto de Gobi en China o el Sáhara en el norte de África. Suelen ser más pequeñas que las tormentas de polvo, ya que la arena es relativamente pesada y, por tanto, más difícil de mantener en el aire para el viento.  

Recientemente, un equipo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) descubrió que unas 232 personas habían muerto por accidentes de tráfico relacionados con tormentas de polvo entre 2007 y 2017.

En algunos años, las muertes por tormentas de polvo fueron "comparables a algunos desastres naturales bien cubiertos como huracanes, tornados e incendios forestales", dice Daniel Tong, autor principal del artículo y profesor asociado de química atmosférica en la Universidad George Mason.

Las tormentas de polvo afectan a los conductores sobre todo porque les impiden ver, pero el polvo también puede disminuir la tracción de los neumáticos en la carretera, haciendo que los coches patinen sin control. Más allá de las muertes por accidentes de tráfico, las tormentas de polvo también empeoran enfermedades como el asma y dañan los pulmones. "El polvo penetra en el sistema respiratorio", explica Mahowald. "No es bueno para los humanos".

Según un estudio de 2020, los niveles de polvo arrastrado por el viento en gran parte de las Grandes Llanuras del centro de Estados Unidos se han duplicado en las dos últimas décadas, lo que el estudio atribuye a la expansión de la agricultura y a la intensificación del cambio climático.

Los expertos prevén que esa tendencia continúe. "Creo que van a empeorar", afirma Mahowald. "Probablemente tendremos una expansión de las tierras agrícolas, y eso permite más tormentas de polvo". Tong afirma que otro factor clave es el cambio climático, que hace que "las sequías sean más frecuentes y más graves", lo que aumenta el riesgo de que la tierra se seque y se vuelva susceptible a las tormentas de polvo.

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      El paso de Jiayu, punto de partida occidental de la Gran Muralla
      Una tormenta de arena envolvió Pekín en marzo de 2021, reduciendo la visibilidad a unos 800 ...
      Izquierda: Arriba:

      El paso de Jiayu, punto de partida occidental de la Gran Muralla, está cubierto de polvo tras una tormenta de marzo de 2021.

      Fotografía de Zhang Zhimin, Xinhua, eyevine, Redux
      Derecha: Abajo:

      Una tormenta de arena envolvió Pekín en marzo de 2021, reduciendo la visibilidad a unos 800 metros.

      Fotografía de Chen Yehua, Xinhua, eyevine, Redux

      Una respuesta sería reducir la cantidad de tierra utilizada para la agricultura: esto podría hacerse reduciendo el consumo, reduciendo la producción o intensificando la producción en un espacio más pequeño. Otras respuestas tradicionales incluyen cultivar sin labrar la tierra (lo que requiere otras intervenciones para preparar el suelo, como fertilizantes), o plantar "cultivos de cobertura" como centeno y cebada, que mantienen el suelo unido entre las cosechas y la siembra, según Jonathan Coppess, académico jurídico de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign y antiguo administrador de la Agencia de Servicios Agrícolas del Departamento de Agricultura. Otra solución sería integrar a los animales en los campos y plantar diversos cultivos.

      Irónicamente, el país aprendió a aplicar estas prácticas tras las tormentas del Dust Bowl de los años 30, dice Mahowald. "Sabemos lo que hay que hacer", afirma. "Simplemente parece que dejaron de prestar atención a la conservación del suelo".

      Coppess dice que las prácticas preventivas "se están adoptando cada vez más, pero claramente no son prevalentes." Señala la falta de apoyo gubernamental, con programas de ayuda a los agricultores que hacen frente a "mucha más demanda que financiación."

      No obstante, dice Coppess, incluso estas soluciones "no siempre van a funcionar". Esto es especialmente cierto, dice, cuando el cambio climático está empeorando estos fenómenos meteorológicos.

      (Relacionado: ¿Por qué esta tormenta de arena ha resultado mortal en la India?)

      ¿Qué hacemos mientras tanto?

      Cuando la tormenta de polvo de mayo azotó el centro de Illinois, Kevin Schott, director local de gestión de emergencias, estuvo entre los que respondieron. Schott ha trabajado durante décadas como bombero, incluida una temporada en Irak con la Guardia Nacional de Illinois, donde vio la devastación que pueden causar las tormentas de arena. Incluso cib esa experiencia, dice que no ha experimentado "nada como esto que yo recuerde" en referencia a la tormenta de polvo de mayo de 2023.

      Parte del problema fue que su equipo no estaba preparado. Como la mayoría de los estadounidenses, pensaban que las tormentas de polvo eran un problema del suroeste. Como resultado, el equipo de Schott carecía de equipamiento especializado, lo que significaba que mientras recuperaban a las víctimas sus ojos se llenaban de polvo y su única protección eran máscaras de baja calidad a través de las cuales las partículas pasaban fácilmente.

      Según Mahowald y Tong, aunque las tormentas de polvo seguirán siendo más intensas en el suroeste estadounidense, el problema afectará cada vez más a otros estados, por lo que esa falta de preparación supone un riesgo importante tanto para los equipos de primera intervención como para la gente corriente.

      Si te ves sorprendido por una tormenta de polvo, sal de la calzada siempre que sea seguro hacerlo, pon las luces intermitentes y espera a que amaine la tormenta. Ese simple consejo salvará vidas, dice Schott. Parte de la razón por la que la tormenta de polvo de Illinois fue tan mortal, dice, "fue que la gente simplemente no redujo la velocidad".

      Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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