Recorre estas rutas poco conocidas para explorar la naturaleza europea
Explora los paisajes naturales de Europa a través de senderos que pasan desapercibidos.
El turismo internacional está en auge. En 2017 se produjo un aumento del seis por ciento en viajeros internacionales y casi un 52 por ciento de estadounidenses planean visitar Europa en los dos próximos años, según la Organización Mundial del Turismo. Aunque el aumento del turismo tiene sus beneficios —crecimiento económico, conexión de comunidades, fomento de una mejor comprensión del mundo—, también tiene inconvenientes.
El turismo excesivo supone una carga para la infraestructura, los residentes y los paisajes naturales del destino visitado. En Europa, eso suele implicar que las ciudades sufren carreteras colapsadas y maravillas arquitectónicas abarrotadas, pero este hacinamiento no se limita a los paisajes urbanos. Las rutas de senderismo más populares, como la de Cinque Terre, en Italia, y el Tour del Mont Blanc, en Francia, también reciben un gran número de visitantes al año, trayendo mucho tráfico peatonal a las zonas montañosas más prístinas del continente.
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Para evitar las aglomeraciones en los paisajes naturales más famosos de Europa, recorre las regiones que pasan desapercibidas, donde los caminos serpentean por localidades costeras idílicas, monasterios en cimas montañosas y pintorescas cataratas y gargantas.
Austria, Eslovenia e Italia: Alpe Adria Trail
El sendero Alpe Adria, con un total de 750 kilómetros que atraviesan Austria, Eslovenia e Italia, comienza en Grossglockner, la montaña más alta de Austria, y llega hasta Muggia, una localidad costera del norte de Italia.
Se suele tardar un mes en recorrer este sendero de larga distancia de 43 etapas suele. La mayoría de excursionistas conquista de dos a cinco etapas de la ruta cada vez, en un periodo de cuatro días a dos semanas. Esta ruta, desde los lagos montañosos de Carintia a las paredes verticales y barrancos empinados en la parte de las Dolomitas de Friùli-Venezia Giulia, se ha descrito como un viaje por el Jardín del Edén.
En un viaje de 10 días con Mountain Travel Sobek, recorre 96 kilómetros por las etapas más hermosas de la ruta, de Salzburgo, en Austria, a Trieste, en Italia. Caminarás junto a ríos y lagos montañosos y descubrirás las cumbres más altas y los valles más exuberantes de la región, pasando por monumentos como Garnet Gate, en Austria, o el santuario del monte Lussari, en Italia. En un solo día, recorre los tres países y termina el viaje encumbrando el pico de Vršič de 1.610 metros, el paso de montaña más alto de Eslovenia.
Grecia: Sendero de los monasterios de la garganta de Lousios
Aunque los visitantes suelen acudir en bandada a los lugares históricos —como Atenas, Delfos y Santorini— o a las coloridas islas de Grecia, hay muchos senderos accidentados más allá de las famosas islas mediterráneas que componen el país. Cuando atravieses la región de la garganta de Lousios en la península del Peloponeso, comienza en Karytanina y sigue hacia el norte hasta Dimitsana, una ruta poco frecuentada donde crecen abundantes flores silvestres cerca del murmullo de los arroyos y los campos salpicados de enormes cipreses y olivos.
En un viaje con Peregrine Adventures, pasarás un día recorriendo un tramo fácil de la garganta de Lousios de 14 kilómetros por el que podrás disfrutar de monasterios de montaña junto a una franja salvaje de caminos sin pavimentar. Piérdete entre las calles de la aldea medieval de Karitena, cerca de la confluencia de la garganta, antes de dirigirte a las localidades con tejados de terracota de Stemnitsa y Andritsena. Visita el cercano monasterio de Prodromos para conocer a los monjes y conocer la historia de cómo se construyó la estructura de madera y arcilla en la precaria fachada rocosa. Acaba en el monasterio bizantino del siglo X de Philosophou, que en su día fue la sede de una escuela secreta dirigida por monjes, conocida como krifó scholió, creada durante el gobierno otomano para enseñar a los jóvenes la religión y el idioma nativo.
España: O Camiño dos Faros
Aunque el Camino de Santiago, la peregrinación más famosa de España, atrae a un sinfín de senderistas, el alternativo (igual de atractivo) Camiño dos Faros es la joya secreta del país. Serpentea entre el terreno accidentado y salvaje de la Costa da Morte, en el norte de Galicia.
El Camiño dos Faros fue trazado por voluntarios locales y está repleto de un destacado patrimonio arqueológico. La ruta abarca casi 200 kilómetros de paisajes y promontorios gallegos.
Si viajas con On Foot Holidays, recorrerás una desafiante etapa de 10 días de la ruta, un trayecto en el que estarás de sol a sol en el camino, que pasa por altísimos tramos de acantilados para los senderistas más experimentados. La ruta atraviesa un terreno costero y salvaje salpicado de faros, aldeas pintorescas y numerosas playas vacías, culminando en el faro del cabo Finisterre, que converge con una etapa del Camino de Santiago. Esta península rocosa es un refugio ideal donde probar el marisco «del puerto al plato», la industria principal de la localidad.
Italia: La Vía Francígena
Aunque la Vía Francígena es una de las rutas de peregrinación menos conocidas de Europa, para muchos es una de las mejores. Durante la Edad Media, esta ruta medieval conectaba Canterbury con Roma, atravesando Inglaterra, Francia, Suiza e Italia. Se tarda unos 90 días en completar el tramo italiano de 945 kilómetros a un ritmo de entre 19 y 21 kilómetros al día.
Viaja con Wilderness Travel, la primera empresa de turismo de aventura que ofrece una caminata a través de esta ruta poco conocida en general, y recorre el sendero de los peregrinos durante 10 días, pasando por unos de los paisajes más icónicos del camino. Empieza desde Siena, atraviesa aldeas y ciudades históricas donde se pueden ver caminos romanos adoquinados, anfiteatros y antiguas tumbas etruscas. Camina hasta Buonconvento, una parada emblemática en un paisaje de la Toscana lleno de campos de trigo dorados, olivos y densos bosques que albergan aguas termales. Tras hacer senderismo por las localidades de Montefiascone, Viterbo, Capranica y Sutri, el final del camino lleva a Roma, y los senderistas culminan la ruta entrando directamente en la plaza de San Pedro.