Asturias, un auténtico paraíso por descubrir
Entre playas vírgenes, valles, lagos y montañas, exploramos los rincones más mágicos del noroeste peninsular para empaparnos de su increíble cultura y sus aventuras más intrépidas.
Desde la costa del mar Cantábrico hasta la cima de sus montañas, el noroeste peninsular se dibuja como un auténtico paraíso natural en el que empaparse de la cultura de sus pueblos y ciudades, la armonía de su entorno, así como la gastronomía que ofrece, las aventuras y la más pura naturaleza.
A medida que se va abriendo paso la época estival, a menudo entre olas de calor y masificaciones turísticas, nuestra mente viaja rumbo a esos destinos en los que disfrutar de un merecido descanso, o bien vivir la mayor de las aventuras.
Tanto para las auténticas almas viajeras como para una escapada de fin de semana de desconexión en familia, Asturias es uno de esos lugares en los que, sea lo que sea, encontrarás lo que buscas.
Valles, bosques, ríos, lagos, montañas o espectaculares playas. Entre los paisajes de ensueño que se dibujan tras sus increíbles costas y cordilleras se esconde un suave clima que permite disfrutar del entorno con una temperatura de diez grados por debajo de la media peninsular.
Un destino perfecto para disfrutar del calor del verano sin tener que decidir tus actividades en función de la hora del día o la temperatura, por lo que Asturias se perfila como uno de los destinos con mayor oferta de actividades.
Taramundi, el germen del turismo rural
Al oeste de la geografía del Principado de Asturias y limitando con la frontera con Galicia, encontramos un espacio privilegiado enmarcado en la única Reserva de la Biosfera de Asturias que tiene costa y villas marineras: la comarca Oscos-Eo. Serpenteado por la Ría del Eo, que sigue su cauce hasta el Río Eo, este territorio de gran tradición ha situado a este enclave pionero en turismo rural también a la vanguardia de la etnografía y la artesanía de nuestra península.
Señal de que se trata de territorios de naturaleza protegida y sostenible, Asturias cuenta con seis Reservas de la Biosfera más entre sus fronteras. Un entorno idílico donde, ya en 1986, surgieron las primeras casas rurales. Hace hoy 33 años, este concejo del oeste asturiano daba vida al Hotel La Rectoral, un auténtico icono a día de hoy en el que entonces ya se gestaba este nuevo tipo de turismo.
De la mano de la reconocida artesana del telar, Pilar Quintana, pionera como emprendedora rural en este tipo de alojamientos, las casas de turismo rural comenzaron a florecer en este entorno. Hoy en día, la tradición continúa gracias a su hija, Susana Martínez Quintana, quien tomó el relevo de esta actividad artesanal al frente del telar.
Antes incluso de llegar hasta este entorno, la belleza de este mágico lugar ya va anunciándose. El acceso hasta Taramundi desde la conocida carretera del Puerto de la Garganta va mostrando al viajero pequeños retales de la increíble belleza paisajística que le aguarda en el destino final. Entre la verde vegetación, las pintorescas casas de piedra con sus negros tejados se sitúan a ambos lados de una sinuosa pero segura carretera que maravilla a todo el que pasa por ella.
Tierra de fuego: rumbo a la Edad del Hierro
La capital de este concejo asturiano, Taramundi, es uno de esos lugares que invita a callejear, a explorar tranquilamente de su historia, sus vecinos, sus platos y productos tradicionales y, por supuesto, su cultura, ya que se encuentra en un característico enclave en el que se habla el eonaviego, o gallego-asturiano.
Este pintoresco lugar cuenta además con una importante tradición histórica que marca fuertemente el carácter de su cultura: el hierro. No es casualidad que las navajas de Taramundi atraigan a cientos de viajeros hasta este enclave de la ferrería.
En la artesanía del hierro se distingue además entre las ferrerías y los mazos, es decir, aquellos lugares en los que se trabajaba, a través de la fuerza hidráulica de los molinos, el hierro obtenido en las ferrerías. Se cuenta que allí existieron edificaciones de mazos como el de Veiga de Llan, As Veigas, Aguillón o Bres.
Destino también para aquellos amantes de la fotografía etnográfica, Taramundi da cobijo a uno de los castros históricos más importantes: Os Castros. Levantado durante la Edad de Bronce, los castros son asentamientos que se caracterizan por ser aldeas fortificadas donde vivían los pueblos de la zona noroeste de la Península Ibérica antes de la conquista de Roma, en la Edad del Hierro. De entre los más de 300 castros que pueden encontrarse en Asturias, 70 se distribuyen por la comarca comprendida entre los ríos Navia y Eo.
Los pueblos con más encanto
Tras pasear por los rincones más mágicos de Taramundi, a la vuelta de la esquina esperan algunos de los pueblos más mágicos de Asturias. La Comarca de los Oscos es un lugar donde el tiempo se detiene entre sus casas de pizarra que, tras llover, se tornan del color de la plata.
Entre ellos, uno de los que más sorprende a los viajeros es As Veigas, tanto por su belleza como por un entorno rodeado de valles y frondosos bosques. El pequeño pueblo de Os Teixóis es un museo en vivo donde conocer el funcionamiento de una central eléctrica o un molino hidráulico. Si buscas artesanía, no olvides pasar por Bres. Santa Eulalia da vida a algunas de las tradiciones más asombrosas de nuestra península, como la elaboración de cerveza, jabones naturales, apicultura, etc.
Explorando rutas de senderismo y actividades acuáticas
Las actividades acuáticas y el turismo activo de Ferreira tampoco pasan desapercibidos ante los turistas que buscan aventura entre los parajes de Pumares, Quintá o Busqueimado. Rutas de senderismo como la de la cascada de la Seimeira, la de “Os Cortíos” o la del Forcón de los Ríos nunca pasan desapercibidas entre aquellas actividades que más gustan a los viajeros.
La arquitectura tradicional de estos pueblos también suscita gran interés, como es el caso de la iglesia de San Martín de Oscos o su precioso hórreo con tejado de Palloza, con visita obligada al Palacio de Mon o al Museo de la Casa Campesina de Villarquille.
Sin embargo, San Martín no es solo arquitectura, sino que también tiene en sus alrededores dos de las rutas más bonitas de la zona: aquella que va hasta la mina Carmina y hacia A Coba, en Grandas de Salime, donde disfrutarás de un precioso sendero de piedra rodeado de zonas emparradas hasta llegar a un puente de piedra y un viejo molino en ruinas.
Otro de los pueblecitos con encanto que no puedes perderte es Villanueva y su conjunto monástico de Santa María de Villanueva de Oscos, donde se realiza un Viacrucis Viviente en Semana Santa.
La ruta del ferrocarril, cascadas y otros lugares con magia
La llamada Pena do Encanto, en el concejo de San Tirso de Abres, es una espectacular cascada en medio de la naturaleza a la que podrás llegar desde el pueblo de Salcido. El río Eo es el gran protagonista acuático de El Llano, a donde acuden numerosos aficionados a la pesca. Famosos por la intensa ruta del ferrocarril minero Villaodriz-Ribadeo, pueblos como San Andrés, Prado, Solmayor o La Antigua también son paradas obligatorias en todos aquellos recorridos que busquen rincones con magia.
Por su parte, Vegadeo es una tierra marcada por los peregrinos que van a Santiago. Un precioso paisaje que enmarca la ruta del Estraperlo, la Senda Verde de As Minas y aquella que llega hasta el mazo de Meredo. La famosa tierra de Castropol es otro de esos lugares que enamora nada más llegar. Una villa llena de encanto que fue declarada Bien de Interés Cultural, famosa por el paso en barca que realizaban antiguamente los peregrinos.
Callejuelas empinadas, miradores de ensueño, intensos atardeceres de verano, playas vírgenes y montes repletos de vegetación y color, así como su amplia variedad de actividades, son tan solo algunos de los motivos por los que este pequeño concejo al noreste de Asturias enamorará tus sentidos este verano y te permitirá disfrutar de uno de los mejores climas de la península durante el verano.
Este contenido ha sido ofrecido por nuestro patrocinador, Turismo Asturias. No necesariamente refleja los puntos de vista de National Geographic o su equipo editorial.