En la era del sobreturismo, opta por estos destinos
Lugares del mundo menos visitados ven una nueva oportunidad ante el problema de sobreturismo que sufren ciudades como Venecia.
Este año, muchos destinos están poniendo freno al sobreturismo: Venecia ha anunciado que pretende cobrar entrada, Brujas ha limitado los cruceros a dos por día y París ha declarado su intención de prohibir los autobuses turísticos en el centro de la ciudad.
Paralelamente, se está desarrollando un nuevo fenómeno. El undertourism —que podría traducirse como «hipoturismo» o «subturismo»— es una táctica de marketing cada vez más habitual que se usa en destinos menos frecuentados. El mensaje que transmiten es «venid aquí, no estamos tan abarrotados como los vecinos». «Visitadnos, no tendréis que hacer cola para conseguir me gustas en Instagram», claman.
Es una medida astuta, ya que los titulares aciagos disuaden a los turistas que no quieren pasarse las vacaciones esquivando palos de selfi. Un ejemplo de ello es Lisboa: ¿es una coincidencia que los viajes a la capital portuguesa —antes poco visitada— se hayan disparado desde que Barcelona empezó a disuadir a los turistas?
Sin embargo, incluso los lugares menos visitados corren el riesgo de convertirse en víctimas de su propio éxito. «Los lugares que se promocionan como “poco visitados” serán zonas de catástrofes de sobreturismo en el futuro si no adoptan enfoques de planificación turística más responsables», advierte Justin Francis, consejero delegado de Responsible Travel.
¿Cómo podemos ayudar? Una forma de hacerlo es tener una experiencia más profunda y no la actitud relámpago que adopta la mayoría de los visitantes. Se trata de un enfoque que están adoptando hasta los destinos inundados de visitantes, publicitando activamente rincones menos visitados: Venecia, por ejemplo, sugiere cambiar la plaza de San Marcos por Lido, una isla con playas donde la mayoría de los restaurantes y los hoteles tienen propietarios locales. Venezia Autentica —una empresa emergente que destaca a los consagrados artesanos de la ciudad— aleja a los visitantes de las trampas para turistas y en su lugar les indica bares, tiendas y restaurantes locales.
El hipoturismo también puede consistir en prestar más atención a lo que te rodea cuando estás allí. Por ejemplo, la última campaña de marketing de Viena insta a los visitantes a dejar sus teléfonos móviles y estar completamente presentes en la capital austriaca. O puede significar escoger un destino que necesite turismo, como Bali durante las erupciones del monte Agung, Puerto Rico tras el huracán María o Sri Lanka desde que el Ministerio del Exterior británico relajó sus consejos sobre las visitas al país tras los bombardeos de Pascua.
Considera estas cinco alternativas en lugar de los destinos favoritos de todo el mundo cuando planifiques tu próximo viaje.
¿Te gusta Machu Picchu? Visita Kuélap
Con 400 casas de piedra encaramadas en la cima y un nuevo teleférico para llegar hasta allí, es el momento perfecto para visitar este sitio inca que, además, es más antiguo que Machu Picchu.
¿Te gusta Venecia? Visita Trieste
Trieste es una elegante ciudad italiana encajada junto a Eslovenia a solo un par de horas en tren de Venecia. Se contrapone al resplandeciente golfo de Trieste e incluso tiene su propio canal, bordeado de palacios.
¿Te gusta Phuket? Visita Kep
Ante la creciente popularidad de la costa camboyana, Kep —rodeado de selvas, mares de aguas transparentes y puestos donde se vende cangrejo— ha conservado su actitud de localidad relajada y nada fiestera. Además, las playas son igual de fantásticas que las de Tailandia.
¿Te gusta Lisboa? Visita Guimarães
Esta pequeña y preciosa ciudad al nordeste de Oporto fue la cuna de Portugal; el primer rey del país, Afonso I, nació aquí a principios del siglo XII. Hoy, alberga una ciudad vieja intacta, un castillo del siglo XI y abundantes iglesias doradas.
¿Te gusta Brujas? Visita Bruselas
Quizá carezca del brillo de los canales de Brujas, pero la capital belga ofrece arquitectura medieval, restaurantes animados, numerosas tiendas de chocolate y, por si fuera poco, una gran oferta de cerveza. Además, como ciudad trabajadora, es refrescante y sin pretensiones.
Julia Buckley es una periodista autónoma en Reino Unido. Síguela en Twitter.
Artículo del número de septiembre de 2019 de la revista National Geographic Traveller (UK) adaptado y traducido al español.