Acampar en el jardín y otras formas de conocer el mundo sin salir de casa

Esto es lo último del mundo del turismo: los nuevos carriles bici de París, robots de limpieza en los aeropuertos y hoteles «antivirus».

Por Redacción National Geographic
Publicado 18 may 2020, 10:43 CEST
Acampada en el jardín

Con unos malvaviscos, una manta de picnic, una colchoneta y unas tabletas, la familia Wolf pasará la noche de acampada en el jardín en Portland, Oregón.

Fotografía de Susan Seubert

Los humanos somos nómadas por naturaleza; al fin y al cabo, descendemos de cazadores-recolectores. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 significa que la gente que suele tener ganas de conocer el mundo está atrapada entre confinamientos y reaperturas cautelosas, entre salir a ver el mundo y ver cómo pasa la vida desde la ventana o en las pantallas.

Pero aún hay formas de moverse: ya sea como los parisinos, que pueden volver a pasear por las calles de su ciudad, o los estadounidenses, que acampan en sus jardines. Estamos viviendo una etapa en la que soñamos con los viajes futuros, pero el mundo del turismo está respondiendo a las nuevas realidades y planeando un futuro mejor.

Malvaviscos en el jardín

Las familias más viajeras han tenido que echar mano de la creatividad en una época de restricciones pandémicas; han recurrido a safaris en casa y a excursiones de realidad virtual en Machu Picchu. Cuando la fotógrafa Susan Seubert, de Portland, Oregón, supo que los vecinos estaban montando una tienda de campaña en el jardín, les preguntó si podía fotografiarlos como parte de su proyecto para documentar la vida cotidiana durante el confinamiento.

«Nuestra calle va hasta un parque municipal, así que es un lugar fantástico para acampar», afirma Seubert. Les dio ingredientes para hacer malvaviscos, se quedó a tres metros de distancia con un trípode y los fotografió mientras hacían una hoguera y se preparaban para pasar la noche.

No era la primera vez que la familia Wolf acampaba en casa. De hecho, Bryan Wolf cuenta que han dormido en el jardín casi el 70 por ciento de las noches desde el comienzo del confinamiento. «La acampada se convirtió en una forma de evadir las realidades de la cuarentena. La verdad es que no habíamos previsto que el regalo del tiempo y la conexión sería algo bueno», afirma Wolf.

Rue de Rivoli, París

Un ciclista con mascarilla circula por la rue de Rivoli desierta en París.

Fotografía de Gonzalo Fuentes, Reuters

La reapertura de París

La semana pasada terminó oficialmente le confinement en Francia tras ocho semanas de cuarentena. Al salir de sus casas, los parisinos han visto que tienen nuevos carriles bici por toda la capital. De hecho, la rue de Rivoli, una de las principales arterias urbanas que linda con el Louvre, se ha cerrado por completo al tráfico de vehículos privados. En los próximos días se desvelarán un total de 50 kilómetros de nuevos carriles bici temporales. París va a recurrir a les vélos para combatir la contaminación y promover un medio de transporte que fomenta el distanciamiento social. El plan de más de 20 millones de euros para estimular el ciclismo financia las reparaciones de bicis de particulares de hasta 50 euros.

Aunque Francia aún restringe las visitas internacionales, puedes viajar de forma virtual y admirar Notre Dame de París. Un año después del incendio catastrófico, Paris Musées ha desvelado una exposición virtual de la gran catedral en 100 obras de arte. (Tras una demora de varias semanas durante el confinamiento, las obras en este querido monumento han proseguido con nuevas normas de higiene y seguridad.) La exposición, que recorre la historia y la evolución de la catedral gótica, exhibe cuadros, ilustraciones, grabados y fotografías de personalidades como Charles Le Brun, Victor Hugo, Eugène Atget y Brassaï. «La exposición revela puntos de vista inesperados de Notre Dame de París y muestra la diversidad de las obras que inspiró la catedral», afirma Charles Villeneuve de Janti, director de colecciones y comisario de la exhibición.

El nuevo hotel antivirus de Berlín

Mientras el Aeronaut Apartment Hotel de Berlín finalizaba sus obras de renovación esta primavera, llegó la crisis del coronavirus, que hizo que los constructores dotaran la propiedad de medidas de seguridad sólidas y elementos de diseño adaptados a los viajes pospandémicos.

El hotel quiere reabrir a principios de junio con el concepto de ser «más seguro que tu propia casa» basado en los estándares de los centros médicos. Incorporará prestaciones como esclusas higiénicas a la entrada, check-in y ascensores sin contacto y luz UV para desinfectar las habitaciones. El subdirector Ehab Bedaiwy dice que también desinfectarán los zapatos y el equipaje de los huéspedes y pondrán en marcha chequeos de temperatura similares a los que se hacen en algunos aeropuertos. «Pensamos en cómo podríamos adaptarnos y crear nuevos estándares», afirma. «Fue una decisión sencilla».

Según las autoridades turísticas, Aeronaut es el primer hotel de Berlín (y quizá de toda Alemania) que ha incorporado estas rigurosas medidas antivirus durante la fase de construcción. Dichas iniciativas reflejan la tendencia de intensificar la limpieza: Hilton, Marriott y Airbnb han anunciado nuevos protocolos y la Asociación Americana de Hoteles y Alojamientos publicó recientemente pautas de desinfección mejoradas.

Robots para viajes seguros

En la ciencia ficción, los robots suelen ser los malos (HAL 9000 en 2001: Una odisea del espacio, los Decepticons en Transformers). En cambio, la tecnología robótica se está empleando en iniciativas para combatir el coronavirus en todo el mundo. El Aeropuerto Internacional de Pittsburgh, en colaboración con Carnegie Robotics, ha desplegado cinco robots de limpieza autónomos que friegan el suelo y los desinfectan con luz ultravioleta. Es el primer aeropuerto estadounidense que lo hace. Se cree que la luz UV elimina microorganismos, una hipótesis que Carnegie Robotics está probando con el programa. «La gente ha mostrado interés y se pregunta qué son y qué hacen», cuenta Christina Cassotis, consejera delegada del aeropuerto. «Estamos buscando cualquier cosa que inspire seguridad al viajar. Si la gente tiene que estar en el aeropuerto, queremos que se sienta bien».

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    Parque Ang Moh Kio de Singapur

    En el parque Ang Moh Kio de Singapur, un perro robot llamado SPOT emite un mensaje pregrabado que insta al distanciamiento social para prevenir la propagación del coronavirus.

    Fotografía de ROSLAN RAHMAN, AFP/Getty Images

    En Singapur, unos robots de cuatro patas un pelín siniestros (apodados SPOT) instan a los visitantes de los parques municipales a que tengan hábitos saludables y se mantengan a una distancia mínima de un metro. El programa piloto puesto en marcha por los parques y el gobierno del país pretende minimizar el contacto físico entre los trabajadores del parque y reducir el personal necesario para patrullar los espacios abiertos. Los robots amarillos de patas larguiruchas funcionan por control remoto y contienen cámaras que recopilan datos sobre la cantidad de personas que hay y que impiden que se choquen con los humanos.

    El espíritu de los Apalaches en Asheville

    El coronavirus ha inspirado soluciones creativas en todo el mundo. En Asheville, Carolina del Norte (una ciudad famosa por recurrir a ideas ingeniosas que en parte se deben a las numerosas cervecerías locales y sus alocados diseños de latas de cerveza), los agricultores y los chefs han puesto en marcha We Give A Share. Se trata de un programa con una doble función: alimenta a los residentes y sustenta a las granjas durante la COVID-19. Los donantes compran una participación de la granja equivalente a una temporada entera de cajas de CSA (agricultura sostenida por la comunidad) y los productos donados se destinan a la Southside Community Kitchen, que prepara comida para los necesitados.

    Los hábiles cocineros locales están preparando «el primer Covid Cookbook de colaboración abierta», lleno de recetas de chefs de todo el mundo y cuyos beneficios se destinarán a Feeding America, una red de bancos de alimentos. La residente de Asheville Sarah Ubertaccio y la aficionada a la cocina Rachel Goodman pusieron en marcha el proyecto para compartir ideas de recetas con ingredientes limitados. El libro sigue en la cocina de pruebas, pero algunas recetas están disponibles en Internet.

    La región de la cordillera Azul es uno de los lugares más biodiversos del planeta, así que los lugareños están recolectando ingredientes comestibles en sus propios jardines. No Taste Like Home (una empresa de excursiones ecológicas de recolección) ha puesto en marcha una iniciativa para ayudar a los residentes a buscar hierbas, bayas y setas comestibles con consejos útiles sobre la cosecha, los usos medicinales, recetas y vídeos.

    Ayuda a los artesanos de la India y Laos

    Ock Pop Tok Living Crafts Center, Laos

    Los negocios de comercio justo como el Ock Pop Tok Living Crafts Center de Laos están teniendo dificultades debido a los cierres por la COVID-19. Puedes ayudarlos comprando chales, bolsos y otros productos textiles en su tienda online.

    Fotografía de Ock Pop Tok

    Muchos colectivos de artesanos de comercio justo preservan prácticas culturales (como el tejido oaxaqueño o la pintura de cerámica marroquí) y además dan trabajo a residentes locales y ofrecen clases a los visitantes (y oportunidades de compra ética).

    Pero negocios como Ock Pop Tock, un centro de tejido y teñido a orillas del Mekong en Luang Prabang, Laos, han sufrido un descenso drástico de los ingresos debido al confinamiento por el coronavirus. «Proporcionamos empleo a 90 personas, como tejedores y personas que trabajan en nuestras tiendas y restaurantes, y nos hemos comprometido a pagarles el sueldo aunque el centro esté cerrado», afirma la portavoz Valérie Olla. «La mejor forma de apoyar la subsistencia de nuestros artesanos es comprar en nuestra tienda online». Entre los artículos textiles de oferta (muchos elaborados en los talleres domésticos de los artesanos durante la crisis) hay faldas tradicionales de Laos llamadas sinhs, delicados chales ikat y salvamanteles batik.

    A las afueras de Jaipur, en la India, el Studio Bagru de impresión de bloque suele proporcionar empleo a 100 impresores, tallistas y profesores, y talleres para cientos de turistas y visitantes cada año. «Desde el confinamiento que ordenó el gobierno el 22 de marzo, todo se ha detenido en la India. Todos los aspectos de la cadena de suministro se han visto afectados, de las materias primas como la fibra y la tela a los suministros de impresión como la tinta y los tintes. Los artesanos han sufrido por los pedidos cancelados por los compradores», explica Jeremy Fritzhand, fundador de Studio Bagru. Para ayudarlos a sobrevivir, puedes prerreservar clases flexibles en fechas futuras, hacer una donación al fondo para artesanos o comprar bloques de impresión de madera y tela para hacer proyectos en casa.

    Regreso a Australia

    Según los últimos datos de la Oficina de Estadísticas Australiana, la cantidad de turistas que visitan Australia figura en mínimos históricos debido a la COVID-19. Con todo, esta semana puedes practicar esnórquel en la Gran Barrera de Coral, hacer ejercicio con los entrenadores personales de Chris Hemsworth, adentrarte en la región vinícola del país y recorrer sus maravillas naturales, todo con eventos retransmitidos en directo.

    Phillipa Harrison, directora general de Tourism Australia, explica que el objetivo de la semana «Live from Aus» es intrigar e inspirar a los futuros viajeros desde casa. «La verdad es que nadie sabe cómo será el turismo en Australia en el futuro. Ni en ningún otro país, ya puestos», afirma. Pero «también hemos visto cómo ha recurrido la gente a las redes sociales y a los canales digitales cada vez más durante esta crisis y la importancia de estas plataformas para los negocios turísticos, ya que el marketing, la comunicación y las herramientas sociales adoptarán un papel más relevante en un mundo post-COVID-19».

    Navegar o no navegar

    La semana pasada, la línea de cruceros Princess anunció la cancelación de todos los viajes a destinos como Alaska, el Caribe, Europa, Japón, Australia y Hawái. En cambio, su línea hermana Carnival ha adoptado un enfoque diferente: quiere retomar todos sus cruceros el 1 de agosto. A la espera de la aprobación gubernamental y de nuevos protocolos, ocho barcos saldrán de Miami, Puerto Cañaveral y Galveston, puertos a los que se puede llegar en coche. El hecho de que algunos cruceros se convirtieran en zonas calientes de infección de coronavirus esta primavera no ha disuadido a los futuros pasajeros. Carnival ha recibido una oleada de reservas para agosto, un 200 por ciento más que el mismo periodo el año pasado.

    Las últimas noticias turísticas

    -Podcasts de viajes virtuales: Un buen podcast de viajes es como una postal con sonido: derrama detalles sobre un destino para una audiencia ansiosa por viajar. Hemos volado con podcasts como Get Lost, donde el escritor de viajes Joe Stills y sus invitados (combatientes de la caza furtiva en Sudáfrica o el egiptólogo Ramy Romany, por ejemplo) se adentran en destinos tan variopintos como las selvas de Costa Rica o las estepas de Siberia; y The Bitter Southerner, que explora temas como la historia de la Autoridad del Valle de Tennessee y el papel del quingombó en el gumbo de Nueva Orleáns, narrados con el acento georgiano del presentador Chuck Reese. Y en un reciente episodio de The Daily del New York Times, el gurú del turismo Rick Steves se ha puesto poético y nostálgico sobre lo que está haciendo durante la pandemia.

    -Baila con una Rockette: Las legendarias compañías de baile de Manhattan siguen descansando, pero puedes aprender pasos desde los salones de figuras reconocidas con las clases en directo del Dance Theater of Harlem, de lunes a viernes a las 18:30 EST, que profundiza en las posiciones de ballet simples o en pasos de bomba afrocubana. Y las Rockettes del Radio City Music Hall están dando clases de baile y fitness que te pondrán el corazón a mil por Instagram Live. En ambos casos, las sesiones se graban y puedes verlas cuando quieras bajo demanda.

    -Practica submarinismo: Los submarinistas aspirantes pueden empezar su certificación desde tierra firme, incluso en pijama desde el sofá. PADI, una organización de formación de submarinistas muy popular, ofrece un programa virtual que enseña la parte teórica, conceptos como la influencia de la profundidad en la respiración y qué señales manuales pueden usarse bajo el agua. Cuando reabran las tiendas de buceo y las piscinas, podrás aprender la parte práctica. Kristin Valette, directora de marketing internacional de PADI, indica que tras conseguir el certificado no es necesario viajar a destinos lejanos. «No deberían pasarse por alto el litoral local, los lagos ni las canteras, ya que los submarinistas pueden toparse con sorpresas inesperadas, fauna silvestre y belleza en lugares cerca de casa».

    Blane Bachelor y Mary Winston Nicklin han contribuido a este artículo.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

    Fotografía aérea de Stromness

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