Esta antigua sociedad nativa americana fue tan poderosa como los aztecas y los incas
En su día, Spiro fue «el grupo más poderoso que ha existido jamás» en Norteamérica. Esta nueva y revolucionaria exposición en Oklahoma comparte su historia.
Cuando los desenterraron en 1935, los montículos de Spiro, en Oklahoma, el periódico Kansas City Star los describió como «una tumba del rey Tut en el valle de Arkansas». Los montículos albergaban miles de objetos decorados y sofisticados de pueblos misisipianos nativos americanos que prosperaron en la zona antes de la llegada de los colonos europeos.
Vasos hechos con conchas con grabados de seres mitológicos. Grandes pipas con efigies. Cestas con cuentas. Estos son algunos de los objetos de importancia arqueológica excavados en los montículos de Spiro. Aunque suele ignorarse, este yacimiento nativo americano en la región del Medio Oeste de Estados Unidos es una de las mejores fuentes de objetos nativos americanos misisipianos que se ha descubierto jamás.
Los montículos de Spiro, ubicados en la frontera entre Oklahoma y Arkansas, formaban parte de un complejo urbano poblado entre el 800 y el 1450 d.C. En su apogeo, albergó una población de unas 10 000 personas. La confederación misisipiana política, comercial y religiosa incorporó más de 60 tribus diferentes y se extendió desde la costa del Golfo hasta Florida y los Grandes Lagos y desde las Rocosas hasta la costa de Virginia.
La población de Spiro, así como otros grupos misisipianos del este de Norteamérica, fue igual a la de los aztecas y los incas, pero a pesar de su tamaño y su sociedad comercial sofisticada, su legado apenas se conoce.
Una exposición revolucionaria aspira a cambiar eso. La exhibición «Spiro y el arte del mundo misisipiano» se encuentra en el National Cowboy & Western Heritage Museum, en Oklahoma City, hasta el 9 de mayo y es la mayor presentación de los montículos de Spiro realizada jamás por un museo.
Según Dennis Peterson, director ejecutivo del Centro Arqueológico de los montículos de Spiro, la exposición ayuda a documentar «al grupo más poderoso que ha existido» en Estados Unidos.
«Las personas que vivieron [en Spiro] acabaron controlando la denominada cultura misisipiana. Así que Spiro comerció, se comunicó o controló directamente casi todo Estados Unidos salvo el extremo nordeste y el extremo noroeste durante más de 350 años sin apenas utilizar guerras violentas», afirma.
Los descubrimientos arqueológicos de Spiro proporcionan información importante sobre la cultura del antiguo pueblo misisipiano.
Un tesoro cultural
«Lo que hace que Spiro sea tan único es que no solo es el montículo con más objetos descubierto en Norteamérica, sino que también incluía objetos de todo el mundo conocido [en Norteamérica]», afirma Eric Singleton, comisario del National Cowboy & Western Heritage Museum que lideró la nueva exposición.
«Hay cobre del lago Superior, vasos grabados hechos con conchas de los cayos de Florida, cuentas del mar de Cortés y artículos del valle de México, por mencionar unos pocos», continúa Singleton. «Invitaron a personas de todo el mundo conocido a que trajeran sus objetos sagrados a Spiro para actuar sobre ellos de forma ritual».
Entre los tesoros de los montículos de Spiro figuran conchas de la costa del Golfo convertidas en vasos y talladas con diseños simbólicos, como hombres disfrazados y criaturas mitológicas.
Entre los miles de objetos recuperados en Spiro figuraban esculturas de madera, grandes pipas y platos con efigies y joyas hechas con conchas.
Como comisario principal, Singleton escogió artefactos que representaran las diferentes naciones y su importancia ritual. Placas de cobre grabadas, esculturas de madera, miles de perlas y cuentas, grandes pipas con efigies y joyas y vasos hechos con conchas grabadas figuran entre los miles de objetos recuperados en Spiro.
Además de los artefactos históricos originales, la exposición también muestra las obras de artistas nativos americanos contemporáneos que descienden del pueblo Spiro. «El aspecto más importante de esto es colaborar con artistas contemporáneos y mostrar la continuación cultural y la resiliencia de la comunidad», afirma Singleton.
Chase Kahwinhut Earles, un ceramista tradicional y contemporáneo y miembro del pueblo Caddo, es uno de los 12 artistas de 16 tribus diferentes que aparecen en la exposición.
«Con algunas de mis obras, trato de educar a la gente sobre la cultura de los constructores de los montículos. El pueblo Spiro son los hermanos y hermanas del pueblo Caddo. Se puede ver muchas de la influencia y los diseños de los Caddo en Spiro», afirma Earles. «Por ejemplo, [una de mis obras] es una pieza grabada Spiro, pero parece nueva por los elementos de diseño que he puesto en ella».
Los misterios de los montículos
El pueblo de Spiro creó comunidades agrícolas muy desarrolladas en el Medio Oeste y el Sudoeste de Estados Unidos que incluían grandes plataformas de tierra y túmulos funerarios. Tradicionalmente, los líderes construían sus casas sobre la del jefe anterior, lo que significa que cuanto más alto es el montículo, más prestigioso era el líder actual.
El túmulo Craig —el segundo más grande y el único montículo funerario de Spiro— contenía los restos de líderes importantes, así como ropa, abrigos de piel, cestas y otros objetos para facilitar su transición al más allá, dice Peterson.
El yacimiento de los montículos de Spiro fue abandonado por su población en el siglo XVI. Los historiadores señalan una sequía prolongada y los conflictos políticos internos como factores contribuyentes. El yacimiento quedó prácticamente intacto hasta la década de 1930, cuando los cazatesoros oyeron hablar de que había antigüedades enterradas. A continuación se produciría uno de los episodios de saqueos más largos y cuantiosos en Norteamérica.
En 1936, cuando un saqueo masivo destruyó casi un tercio de los montículos de Spiro, comenzaron las excavaciones científicas, que desvelaron más de 600 tumbas parciales o completas y miles de artefactos.
Hoy, los 12 montículos restantes son un yacimiento arqueológico donde los visitantes pueden descubrir esta sociedad nativa americana antaño poderosa.
La legislación protegió Spiro en 1935 y comenzó una excavación arqueológica apoyada por el gobierno. En la actualidad, más de 65 centros públicos de Estados Unidos y decenas de instituciones de todo el mundo poseen artefactos de Spiro, entre ellos el Instituto Smithsoniano, el Louvre, el Museo Británico y el Museo Nacional de Alemania.
La importancia de la nueva exhibición se debe a que sus comisarios han trabajado directamente con descendientes del pueblo Spiro antes de exponer los objetos públicamente. Contactar con la Nación Caddo, los wichita y las tribus afiliadas antes de seguir adelante con la exposición fue el primer paso para compartir su historia.
«[Esta exposición] nunca se hizo desde el punto de vista de un museo; se hizo desde un punto de vista tribal y comunitario», afirma Singleton.
Equilibrar la necesidad de respeto y repatriación y la demanda de educación y exposiciones es una lucha constante para museos y tribus. El fin de la Ley de Protección y Repatriación de Tumbas de los Nativos Americanos (NAGPRA, por sus siglas en inglés) de 1990 era cambiar esa situación.
«Tras décadas y décadas, los arqueólogos han encontrado estos yacimientos, los han excavado y han hallado todas las cosas que contenían», dice Kelli Mosteller, directora del Centro de Patrimonio Cultural de la Nación Potawatomi en Shawnee, Oklahoma. «[Los museos] los exhibían y [decían]: “Vengan, miren y aprendan sobre este pueblo mitológico”. Se nos trataba como algo exótico».
Con la aprobación de la NAGPRA, el Congreso reconoció que los restos humanos de cualquier ascendencia «deben tratarse con dignidad y respeto». Esto quiere decir que cualquier resto humano, objetos funerarios, objetos sagrados y objetos de patrimonio cultural de nativos americanos extraídos en tierras federales o tribales se devolverán a la comunidad a la que pertenecen. Además, cualquier institución que reciba financiación federal debe hacer inventario de los artefactos nativos americanos que alberga y después consultar a la nación indígena para su repatriación.
«[La NAGPRA] proporciona un mecanismo para que las colecciones de restos ancestrales, objetos funerarios y otros objetos culturales nativos americanos sean devueltos a sus comunidades», afirma Jayne-Leigh Thomas, directora de la NAGPRA en la Universidad de Indiana. «Es una cuestión de soberanía tribal. Es una cuestión de respeto».
Donde la historia de Spiro
Hay muchos más lugares para aprender sobre las culturas Spiro y misisipiana en Oklahoma.
A tres horas al oeste de la capital estatal se encuentra el Centro Arqueológico de los montículos de Spiro, el único yacimiento arqueológico nativo americano prehistórico abierto al público en Oklahoma. Las visitas programadas profundizan en la rica cultura de estos antiguos pueblos misisipianos y el museo del yacimiento incluye una gran cantidad de investigaciones y réplicas de los artículos destacados descubiertos en Spiro.
Otros museos de Oklahoma con colecciones de obras de arte y artefactos de Spiro son: el Museo Sam Noble de Historia Natural de la Universidad de Oklahoma; el Museo Gilcrease en Tulsa; el Woolaroc en Bartlesville; el Museo del Río Rojo en Idabel; el Museo del condado de LeFlore, y el Centro Histórico de Oklahoma.
«Spiro y el arte del mundo misisipiano» estará abierta al público en Oklahoma City hasta el 9 de mayo. También se puede explorar la exposición a través de una visita virtual. Después, viajará al Museo de Arte de Birmingham en Alabama del 9 de octubre al 6 de febrero del 2022 y al Museo de Arte de Dallas del 13 de marzo del 2022 al 7 de agosto del 2022.
Heide Brandes es escritora y redactora autónoma en Oklahoma City. Sigue sus aventuras en Twitter e Instagram.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.