30 años de grabaciones submarinas revelan los hábitos alimenticios de las criaturas pelágicas
Tras revisar vídeos grabados bajo el agua desde finales de los ochenta, los científicos han sido capaces de comprobar quién se come a quién en el fondo del mar.
De los principales ecosistemas del planeta, el pelágico es el menos conocido, aunque es el más grande. Sin embargo, un nuevo y exhaustivo estudio en el que se han revisado 30 años de vídeos de vehículos remotos submarinos (ROV) ha ayudado a los investigadores a unir las piezas de un puzle más preciso sobre quién se come a quién en el océano profundo.
Investigaciones previas para comprender las redes tróficas pelágicas dependían de lo que Anela Choy, investigadora marina del Monterey Bay Aquarium Research Institute (MBARI), denomina «métodos anticuados». «Como mirar en las tripas [de los peces]», explicó.
Además de diseccionar los contenidos del estómago de animales marinos, los científicos han estudiado las redes tróficas analizando los marcadores bioquímicos naturales como los isótopos estables y los ácidos grasos. Esto les ayuda a vincular a los depredadores marinos con sus presas más probables.
Estos métodos proporcionan solo una manera de entender las redes tróficas pelágicas, pero el papel de los animales gelatinosos como depredadores y presas puede ser difícil de representar al completo. Los animales marinos gelatinosos están hechos principalmente de agua y o bien son digeridos rápidamente o bien pueden resultar dañados cuando los capturan.
Por eso Choy y un equipo de investigadores del MBARI revisaron 30 años de vídeos que había recopilado el instituto.
A diferencia de otras criaturas marinas, las medusas no huyen de la luz y el sonido de los ROV. Esto permite a los científicos observar cómo y qué comen. Cuando observan a criaturas más translúcidas, incluso pueden ver los estómagos de los animales directamente.
«Tardamos muchísimo tiempo», afirmó Choy, pero viendo vídeos de depredación de medusas pudieron ver lo importantes que eran estas especies en las redes tróficas pelágicas. Descubrieron que algunas especies se alimentaban de hasta 22 tipos de organismos marinos diferentes, lo que las convierte en una parte mucho más integral de la red trófica de lo que se creía anteriormente.
Estos hallazgos se publicaron recientemente en la revista Proceedings of the Royal Society B.