Descubierto un salón de banquetes peruano de 1.500 años de antigüedad
En el complejo de dos cámaras se habrían celebrado ceremonias moche.
Hace más de 1.500 años, una antigua sociedad andina gobernaba en la costa norte de Perú. Antes de la civilización inca y de la conquista hispana, el sofisticado pueblo moche vivió entre los siglos I y VIII. Manipularon hábilmente las inundaciones estacionales para construir canales de irrigación para cultivar en tierras áridas y construyeron asentamientos a lo largo de la costa que se extendían a lo largo de más de 345 kilómetros.
Pero entonces, en torno al año 700 d.C., la sociedad desapareció misteriosamente. Algunos expertos dicen que quedó destruida por una inundación catastrófica provocada por El Niño, que todavía afecta a la región en la actualidad. Otros dicen que la civilización sucumbió a los terremotos, la sequía o el avance de las dunas de arena, o especulan que factores sociales y culturales habrían destrozado la sociedad.
Ruinas monumentales, orfebrería, cerámica elaborada y sistemas de irrigación: estas son algunas de las reliquias que quedan de esta sociedad perdida. Sin embargo, un descubrimiento reciente ha arrojado luz sobre las prácticas ceremoniales de esta cultura enigmática, algunas de las cuales implicaban sacrificios humanos.
El pasado 8 de enero, un equipo de arqueólogos peruanos dio a conocer nuevos capítulos de la saga moche tras desenterrar un salón de banquetes ceremonial en el monumento Huaca Limón de Úcupe. El equipo encontró objetos y restos humanos entre las ruinas, ubicadas a menos de 30 kilómetros al sur de la ciudad de Chiclayo, en la región de Lambayeque, al norte del país.
Retrocedemos en el tiempo
El complejo arqueológico de Limón consta de dos cámaras y cinco estructuras piramidales truncadas sobre plataformas ligeramente elevadas. Cerca de las pirámides de adobe, el equipo dirigido por el explorador de National Geographic Walter Alva descubrió un modelo de arcilla que representaba la estructura. Este modelo aporta información sobre cómo planeaban sus edificios los arquitectos moche.
«Este hallazgo arqueológico es de gran importancia porque lo que hemos descubierto es una sala para banquetes ceremoniales que se usaban para celebraciones de los gobernantes moche», contó Walter Alva a un medio de noticias alemán. «Nos muestra la suntuosidad de aquella época».
Hay dos salas en el complejo: un salón de banquetes y una sala de reuniones. Una escalera lleva hasta el salón de banquetes, ubicado sobre una plataforma. Murales que representan animales marinos decoran la sala, dibujos de leones marinos y peces, como tollos y rayas. Mientras que otros murales moche representan a divinidades o diseños simbólicos y geométricos, los del complejo de Limón son naturalistas.
En un mural, que mide más de 9 metros de largo, un azul antaño intenso representa un fondo acuoso para la escena de un barco pintado mientras captura peces con anzuelos. La parte superior del mural está inconclusa. Los arqueólogos dicen que fue parcialmente desmontado y cubierto a propósito en torno al siglo V, cuando esta estructura en particular fue abandonada de repente.
En el salón de banquetes hay dos tronos escalonados que están el uno frente al otro. Uno es alto, con siete escalones, que según los expertos habría sido para el gobernante de la sociedad, quien recibía las ofrendas del banquete. El otro trono, más bajo, era probablemente para la persona que preparaba el banquete.
A un lado de la sala de banquetes hay un espacio para un pequeño taburete, quizá para la persona que dirigía el banquete. También hay más de 100 huecos para fuentes y platos que habrían contenido montones de comida, lo que refleja la cantidad y la variedad de las comidas ceremoniales moche.
Una sala de dimensiones similares está unida al salón de banquetes a través de un porche. Ahí descansa un podio circular de dos niveles, frente a la puerta, algo que según los arqueólogos se habría usado para dar avisos durante el banquete.
Pistas sobre el pasado
Según los arqueólogos, en este complejo de dos cámaras se habrían celebrado reuniones políticas y sociales para hombres y mujeres de la nobleza moche durante las etapas tempranas y medias de la civilización. Hasta ahora, dichas ceremonias que ponían de relieve a los individuos de la élite solo se habían observado representadas en ilustraciones en cerámica y murales.
La estructura está cerca del río Zaña, lo que hace más probable que una inundación extrema provocada por El Niño hubiera puesto fin a la sociedad moche. La misma agua utilizada para los innovadores sistemas de irrigación de la civilización podría haber provocado su misteriosa desaparición.
«Estas escenas se habían representado en la iconografía del mundo moche pero nunca habíamos tenido la suerte de encontrar el lugar físico donde tenían lugar», contó Alva a Reuters. «Es un hallazgo muy importante».