El vertido del petrolero en la costa de China podría tener impactos medioambientales duraderos
El tipo de hidrocarburo que se ha vertido en el mar de la China Oriental es diferente al de la mayoría de vertidos de petróleo, por eso hay tantas incógnitas.
El choque entre un petrolero iraní y un carguero de Hong Kong en el mar de la China Oriental ha generado un nuevo problema al hundirse: un posible desastre medioambiental.
Cuando el petrolero, el Sanchi, chocó el 6 de enero, derramó crudo ligero en las aguas a unas 160 millas náuticas de Shanghái, un área con mucho tráfico de barcos que van y vienen de China y otros países cercanos. El New York Times informó que el petrolero ardió durante varios días mientras los equipos de rescate trataban de encontrar a los miembros de la tripulación desaparecidos, hasta que finalmente se hundió el 14 de enero.
El petrolero transportaba unas 150.000 toneladas de crudo ligero, un hidrocarburo de baja densidad, en el momento del accidente. No está claro cuánto crudo ligero se quemó o se derramó en el hundimiento.
Como hay tantas incógnitas en esta situación —el tamaño del vertido, su composición química, a dónde se extenderán los productos químicos—, es difícil predecir el impacto medioambiental de este vertido. Los incendios y los gases resultantes de este vertido han acabado casi con toda certeza con animales marinos, peces y aves que se encontraban cerca del lugar del accidente, según informó Nature.
A diferencia del petróleo crudo, que puede generar problemas medioambientales crónicos al hundirse en el océano profundo y quedarse allí durante años, el crudo ligero es mucho menos denso, y se evapora o se disuelve en el agua. Esto significa que la toxicidad a corto plazo podría ser una de las mayores preocupaciones.
La zona donde colisionaron los barcos se conoce como el «nuevo triángulo de las Bermudas», según el Washington Post, ya que es cada vez más peligrosa: al menos 33 barcos se perdieron en la zona en 2016.