Estos murciélagos hibernan en madrigueras de nieve para sobrevivir al invierno
El murciélago japonés Murina ussuriensis pasa a ser, junto al oso polar, el único animal que hiberna en nieve.
Hasta hace poco, los osos polares eran los únicos mamíferos conocidos que hibernan en madrigueras hechas de nieve. Pero ahora, tras más de una década de investigación, los científicos de Japón han añadido otro mamífero a este grupo: el murciélago Murina ussuriensis.
¿Cómo sobrevive un murciélago diminuto sepultado bajo la nieve?
Se cree que, cuando las temperaturas descienden en otoño e invierno, los murciélagos cambian sus perchas en las hojas y cavidades de los árboles por la nieve que se acumula en el suelo. Una vez allí, crean pequeñas depresiones que se van cubriendo de nieve conforme esta cae. Sus movimientos y calor corporal crean una pequeña cavidad en la que se acurrucan y aguardan a que llegue la primavera.
Lo creas o no, un hoyo dentro de la nieve es un entorno más cálido y estable que las cavidades de los árboles donde suelen refugiarse estos animales, según explica Hirofumi Hirawaka, biólogo de fauna salvaje en el Instituto de Investigación de Ingeniería de Montes y Productos Forestales de Japón y autor principal de un nuevo estudio publicado este mes en la revista de naturaleza Scientific Reports.
Hirawaka explica que esto se debe a que los árboles están expuestos al viento, y en realidad la nieve funciona mejor como aislante que la madera.
Incluso permaneciendo inmóviles, los murciélagos deben sobrevivir a temperaturas peligrosamente bajas dentro de sus iglúes improvisados. Para hacerlo, ralentizan su respiración y su ritmo cardíaco y mantienen su temperatura corporal justo por encima de la del mundo congelado que les rodea.
En este estado, solo necesitan una cantidad de energía mínima para mantenerse con vida, según Hirawaka. «Creo que esto hizo que fuera posible que sobrevivieran en la nieve».
Murciélagos de la nieve
Justin Boyles, ecólogo fisiológico en la Universidad del Sur de Illinois afirma que, aunque estos murciélagos podrían ser los primeros quirópteros que se refugian en montones de nieve, se sabe que muchos pequeños mamíferos hibernan bajo la nieve.
De hecho, los murciélagos colorados que Boyles estudió como parte de su máster a veces se cubrían de nieve mientras hibernaban bajo una hojarasca.
Aquí, la diferencia es doble. Primero, los murciélagos Murina ussuriensis parecen buscar la nieve específicamente. Y, en segundo lugar, los murciélagos colorados podrían pasar una o dos semanas bajo la nieve, mientras que los Murina ussuriensis observados en el nuevo estudio parecen ser capaces de pasar mucho más tiempo.
Existen pruebas de que un murciélago del estudio hibernó en un banco de nieve desde, como mínimo, principios de diciembre de 2017 a mediados de abril de 2018, un periodo de más de cuatro meses.
Sin embargo, vivir en entornos tan extremos tiene un precio. Los investigadores descubrieron que un murciélago murió mientras hibernaba en su iglú.
Pero el hecho de que otros 36 ejemplares sobrevivieran sugiere que «el porcentaje de fracaso debe ser bajísimo», afirma Hirakawa.
De hecho, si muriesen demasiados murciélagos hibernando en nieve, es probable que la selección natural hubiera erradicado este comportamiento hace ya tiempo.
Desayuno en la cama
Una temperatura estable podría ser una de las muchas ventajas de hibernar en nieve. Los investigadores sugieren que los murciélagos también podrían haber desarrollado esta estratagema para esquivar a los depredadores, una hipótesis que, para Boyles, tiene mucho sentido.
Respecto a los murciélagos colorados que hibernan en la hojarasca, Boyles explica que «creíamos que cualquier cosa podría devorarlos. Pero no, parece que ningún depredador los encuentra».
Y lo más interesante es que la invernada en un banco de nieve podría aportar a los murciélagos un recurso indispensable e inagotable: agua.
«Siempre pensamos que la hibernación tenía como objetivo único ahorrar grasa y energía durante el invierno», afirma Boyles. «Pero cada vez más pruebas sugieren que el agua es un factor limitante real en la hibernación».
A diferencia de los osos, que solo reducen su temperatura corporal ligeramente durante la hibernación, los mamíferos pequeños como los murciélagos tienen que despertarse de vez en cuando para calentarse. Durante estos episodios, los murciélagos también salen en busca de agua.
Pero en un hibernáculo de nieve, las paredes están literalmente hechas de agua. Lo único que tienes que hacer es despertar y empezar a chupar.
Un proceso lento
El descubrimiento de los murciélagos que hibernan en nieve no fue fácil. Hirakawa y su coautor, Yu Nagasaka, oyeron hablar de anécdotas de murciélagos en la nieve por primera vez en 2005, y pasarían otros ocho años antes de observar el fenómeno con sus propios ojos.
«Tardamos 13 años desde que empezamos hasta que lo publicamos», afirma Hirakawa, señalando que completaron el estudio sin financiación formal.
«Nos enorgullece haber logrado este trabajo sin grandes recursos, a excepción de tiempo», afirma.
Por su parte, Boyles dice que es exactamente el tipo de trabajo que le gusta compartir con sus alumnos. Comienza con «una historieta de observación natural» pero progresa a la recopilación de pruebas, análisis y —finalmente— la publicación.
«Así debería hacerse la ciencia», afirma Boyles.