Imágenes de unas jirafas con leucismo, un trastorno genético poco común
Estas jirafas, adulta y cría, probablemente sufren un trastorno genético conocido como leucismo, diferente del albinismo.
Con un cuello alargado y un cuerpo brillante, es difícil no ver una jirafa blanca, especialmente cuando hay dos.
Una jirafa hembra y una cría fueron vistas por primera vez en una reserva de Kenia a principios de agosto por unos guardabosques del Programa de Conservación Hirola. La popularidad del vídeo que subieron hace poco a YouTube se puso por las nubes, con espectadores de todo el mundo maravillados por la rareza del pálido animal.
Aunque muchos han etiquetado a las jirafas como albinas, lo más probable es que padezca una peculiaridad genética denominada leucismo, que impide que las células de la piel produzcan pigmentos, pero permite que otros órganos, como los ojos, tengan un color oscuro. El albinismo, una enfermedad congénita, inhibe la producción de pigmento en todos los órganos y animales con este trastorno suelen tener los ojos rosas.
La enfermedad, aunque es rara, no es desconocida. La última vez se observó en una cría de jirafa en el Parque nacional de Tarangire, en Tanzania.
Pese a su incapacidad para producir pigmentos de colores, las jirafas y otros animales con leucismo no se enfrentan a desventajas genéticas en lo que a supervivencia se refiere, pero su color puede atraer una atención no deseada.
Más de la mitad de las jirafas no pasan de los seis años de edad, según la Fundación para la Conservación de las Jirafas. Son el objetivo de depredadores como leones y hienas.
En la sección de comentarios del vídeo del Programa de Conservación de Hirola, los espectadores también expresaron su preocupación por que la circulación de imágenes de los animales y de su localización los hiciera más susceptibles a la caza furtiva.
Tras el nacimiento de una jirafa blanca en el refugio, el Parque Nacional de Tarangire se encargó de que esta estuviese a salvo de los furtivos. Hirola no ha anunciado que vaya a tomar medidas de seguridad.
Señalaron en una entrada de blog que esta era la primera vez que muchos de los guardabosques habían visto una jirafa blanca. Se preguntaron de forma anecdótica si la enfermedad genética se estaría volviendo más común, pero ningún estudio desmiente ni confirma esta pregunta.
Las jirafas no son el único animal que ha llegado a los titulares por su singular pelo blanco. A principios de este mes, un rarísimo alce blanco fue visto en Suecia. También se han observado leones y pingüinos blancos con enfermedades de pigmentación similares.
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