Un nuevo estudio revela que los tiburones tigre consumen aves terrestres
Se trata de la primera confirmación científica de que estos voraces depredadores consumen aves terrestres con regularidad.
Los tiburones tigre son unos de los depredadores más imponentes de los mares tropicales. Estos enormes peces, que pueden llegar a medir más de 4,5 metros, también tienen apetitos voraces: devoran cualquier cosa: desde tortugas marinas a ruedas de caucho.
Ahora, una nueva investigación sugiere que las crías de tiburón tigre tienen un plato aún más raro en el menú: aves terrestres comunes.
Marcus Drymon, líder del estudio, lo descubrió en 2010 cuando atrapó a un pequeño tiburón tigre durante un proyecto de investigación en el golfo de México.
«Lo subimos a bordo y, cuando nos disponíamos a medirlo, pesarlo, etiquetarlo y liberarlo, vomitó una [masa] enorme de plumas», cuenta Drymon, investigador de pesquerías de la Universidad del Estado de Misisipi.
«Al ser un científico, por supuesto, las recogí y las llevé al laboratorio para analizarlas».
Resulta que las plumas pertenecían a un cuitlacoche rojizo, que no era una de las muchas aves marinas —como gaviotas, pelícanos y cormoranes— que suelen comer los tiburones tigre.
Otros científicos habían documentado antes tiburones tigre que se habían alimentado de aves terrestres, pero se trataba de casos anecdóticos y puntuales. El nuevo estudio, publicado el 21 de mayo en la revista Ecology, es la primera prueba confirmada de que los tiburones tigre se alimentan de aves terrestres con regularidad.
En busca de tiburones
Tras ese hallazgo inicial, Drymon y sus colegas decidieron investigar las dietas de los tiburones tigre como parte de su proyecto.
Cuando los científicos atrapaban tiburones tigre que eran lo bastante pequeños como para manejarlos a bordo, llevaban a cabo un «lavado gástrico» colocando un tubo de PVC en la boca del tiburón, metiendo una manguera por el tubo y extrayendo el contenido estomacal en un colador para catalogarlo. A continuación, se liberaba al tiburón —a menudo ejemplares recién nacidos de menos de un metro— ileso.
Durante ocho años, de 105 tiburones estudiados, 41 tenían restos de aves parcialmente digeridas en el estómago. Cuando el equipo identificó los restos mediante análisis del ADN, descubrieron que pertenecían a 11 especies de aves terrestres norteamericanas.
Aves en movimiento
La mayoría, como los chingolos o gorriones pantaneros y los cucaracheros pantaneros, eran paseriformes, aves cantoras que pueden verse habitualmente en comederos para aves.
Pero ¿cómo acabaron estos marineros aviares de agua dulce en el estómago de un animal de agua salada? Drymon y sus colegas emplearon datos del proyecto de ciencia ciudadana eBird para determinar el momento estacional en el que las aves del estudio eran más abundantes en Misisipi y Alabama. Lo sorprendente es que cada especie aparecía en los estómagos de los tiburones durante el pico de su prevalencia local.
«Es una propuesta sólida que este fenómeno esté vinculado a la migración [de las aves cantoras]», afirma Drymon.
Como la mayoría de las aves cantoras eran devoradas en otoño, Drymon cree que las aves podrían ser abatidas hasta la superficie del océano por tormentas graves e impredecibles cuando parten hacia latitudes meridionales, lo que las convierte en presas fáciles para los tiburones.
También parece que los tiburones han advertido la abundancia estacional de presas con plumas, ya que el estudio de Drymon determinó que había el triple de tiburones tigre jóvenes en la zona entre agosto y noviembre. Dichas agrupaciones de tiburones tigre motivadas por la comida se observan en otras partes, como en French Frigate Shoals, Hawái, donde los depredadores se alimentan de los albatros que están emplumeciendo.
¿Comida para crías?
«Pero lo que hace nuestra situación aún más interesante es que la gran mayoría de estos individuos son tiburones tigre recién nacidos», afirma Drymon.
Es posible que las madres den a luz a sus crías en la parte norte del Golfo porque estas pueden aprovecharse de las oportunidades de alimentación que proporcionan las aves cantoras de forma estacional.
Samantha Munroe, bióloga marina de la Universidad de Adelaide, en Australia, escribe por email que el estudio «contribuye a modificar nuestra percepción de la conectividad entre las especies marinas y terrestres».
También «proporciona un buen punto de partida para una miríada de preguntas de investigación interesantes», afirma Munroe, que no participó en el estudio.
Por ejemplo, ¿son estas aves más nutritivas que otras presas? «Los futuros estudios que evalúen la energía o el valor nutricional de las aves terrestres frente a otros tipos de presas ayudarían a clasificar lo importantes que son las aves cantoras para la dieta y la supervivencia de los tiburones tigre», afirma.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.