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Página del fotógrafo
Klaus Nigge
La águilas marciales, como esta del Parque Nacional del Serengueti (Tanzania), ocasionalmente pueden cazar cachorros de león, según un nuevo estudio.
Los pelícanos vuelan sobre el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Medicine Lake, en Montana (Estados Unidos). El pájaro en primer plano tiene una perilla en el pico, que crece durante la temporada de apareamiento y se desprende cuando ésta concluye.
Este pato buceador, Malvasía cabeciblanca, resulta inconfundible por su característica cola larga y afilada, que suele mantener erguida mientras nada. El hábitat de este anátido se ha visto afectado en los últimos años por una especie invasora de origen americano, la malvasía canela, con la cual se aparea provocando variaciones genéticas que dificultan su conservación. Su distribución en España se encuentra principalmente en las zonas de Castilla-La Mancha, Valencia y Andalucía. Igual que el resto de aves en peligro de extinción, la pérdida de su hábitat, la caza furtiva y el deterioro de los humedales hacen que la población española de esta ave acuática siga en declive.
Cada año, al terminar la época estival, el instinto natural de las cigüeñas europeas las guia hasta África. Sin embargo, más de un 80% de los animales adultos que forman las poblaciones de España y Centroeuropa deciden acortar el viaje e invernar en España. Los vertederos que se extienden por nuestro territorio, así como algunos arrozales, son el motivo de que estas poblaciones decidan fijarse a medio camino desde hace algunas décadas. Pocas aves resultan tan familiares en nuestro territorio, e incluso en nuestras ciudades, como la cigüeña blanca, que hace años abandonó sus hábitats para acercarse a los asentamientos humanos en busca de alimento. Esta especie fue catalogada como preocupación menor por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En una granja de avestruces en Alemania, un polluelo se esconde entre las enormes patas de uno de sus padres. En el siglo XIX, las plumas de avestruz se pusieron tan de moda en Europa que la caza mermó las poblaciones de las aves en gran parte de su área de distribución. Se domesticaron en Sudáfrica en la década de 1860 y ahora los crían en todo el mundo por sus plumas, carne y cuero.
Los flamencos comparten las funciones de cuidado de las crías en Yucatán, México. Mientras unos cuantos se quedan a cargo de los polluelos, el resto de los adultos salen en busca de comida y vuelven por turnos para asegurarse de que todos reciban alimentos.
Unos flamencos se acicalan durante la tarde. Las aves pueden vivir hasta 50 años.
Tras la prohibición del DDT y la aprobación de leyes para proteger su hábitat, los pigargos americanos se retiraron de la lista de especies en peligro de extinción en 1995. Con aproximadamente 10 000 parejas reproductoras en estado silvestre, los retiraron de la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción en 2007.
La población de águilas calvas descendió a menos de 500 parejas reproductoras, pero les otorgaron protección con la Ley de Especies en peligro de extinción de 1973 y se han recuperado lo suficiente como para que las retiren de la lista de animales en peligro de extinción, un éxito de la conservación.
Un águila calva joven desciende en las islas Aleutianas.