Estas fotografías muestran la labor de los trabajadores esenciales en primera línea
Antes no se reconocía su trabajo, pero son quienes mantienen la sociedad en funcionamiento durante una crisis.
Estambul, Turquía—Un empleado municipal desinfecta una calle en Beyoglu, un distrito turístico sin turistas.
The workers who now find themselves on the frontlines of the COVID-19 pandemic have always been essential but we're just now noticing them. A worldwide health crisis forced us to realize that we depended on them—and that they're risking their lives. With the streets empty and much nonessential work stopped, we are finally seeing the faces of the people we need to survive.
Photographers also perform essential work, by showing us people we might not otherwise see—the fumigators working at night in Nairobi and the garbage collectors driving dark streets in Normandy. In South Africa, a photographer notices workers returning electricity to a poor neighborhood, while in Brazil, another finds a shopkeeper delivering groceries to his customers. In London, a doctor reads up on the coronavirus after a long shift, while just outside Paris, workers in a coffin factory double their production. (Learn about the new role played by paramedics and undertakers in France.)
How has our view of what constitutes vital work changed? National Geographic and Magnum Photos photographers bring you a global look at how coronavirus is affecting the worlds they see inside—and just outside—their windows.
La actual crisis de la COVID-19 ha restringido los movimientos de la mayoría de los fotógrafos Magnum. En el marco de una respuesta general encabezada por los fotógrafos, una nueva serie llamada “Diario de una pandemia” presentará nuevas imágenes selectas y "Conversaciones en cuarentena" presentará a los fotógrafos Magnum en diálogos francos y sin editar sobre su trabajo, los temas actuales y todo lo que hay entre medias. Sigue Magnum Photos en Instagram.
Nueva York, Estados Unidos—El trabajador de un supermercado de Brooklyn coloca papel de cocina durante los primeros días de la pandemia.
Atenas, Grecia—Un hombre vende fruta en una calle desierta. Le contó al fotógrafo Enri Canaj que tenía que ganarse la vida: «No puedo hacer nada más».
Nueva York, Estados Unidos—Mary Bolela, una enfermera de Misisipi, se presentó voluntaria para cuidar a los pacientes con COVID-19 en Nueva York. La asignaron a un hospital temporal en Coler Campus, en la isla Roosevelt. En la foto venía de comprar refrescos para sus colegas durante un descanso.
Nesoddtangen, Noruega—«Mi mujer Anna es médica y va a trabajar a diario», cuenta Jonas Bendiksen. «La fotografié mientras tomaba el café por la mañana en su merecido día de descanso».
Johannesburgo, Sudáfrica—Mojaleda trabaja de guardia de seguridad en un centro comercial a más de nueve kilómetros de su casa. «Me preocupa usar el transporte público ahora mismo», cuenta. «Debido a las restricciones actuales, llegar hasta aquí ha sido más difícil».
Las Vegas, Nevada, Estados Unidos—«Este es Steve, el empleado de correos que entrega las cartas en la nueva casa de mis padres en Las Vegas», cuenta la fotógrafa Daniella Zalcman. «Por suerte, su ruta le permite quedarse en su furgoneta y no interactuar con nadie mientras trabaja cada día».
Topanga, California, Estados Unidos—Raul Hernández (izq.) y su padre Ignacio Hernández trabajan en un proyecto de construcción de casas. «Nuestros vecinos trabajaban en un restaurante y en un gimnasio. Ambos perdieron sus trabajos. Nos sentimos muy afortunados de haber conservado nuestros empleos», afirma Ignacio.
Londres, Inglaterra—Nono toma nota de un pedido por teléfono en la cafetería japonesa de su padre, que ha tenido que suspender a todos sus empleados. Pasa la mayor parte del tiempo haciendo deberes, pero a veces su padre la deja ayudarle.
Itacaré, Brasil—La única iglesia católica de la ciudad lleva más de tres semanas cerrada, pero el padre Ednaldo Cardoso ha ofrecido consejo espiritual por WhatsApp.
Delhi-Territorio de la Capital Nacional, la India—«El personal de mantenimiento y seguridad de nuestra sociedad de vivienda ha trabajado las 24 horas para mantenernos a todos a salvo y cómodo. Fumigaron todo el complejo de apartamentos mientras una de mis vecinas observaba el humo desde el balcóns», afirma la fotógrafa Smita Sharma.
Tepic, México—Los miembros de la banda Revelación Norteña tocan frente a la catedral de Tepic. Solían actuar en fiestas, pero como todo se ha parado han tratado de ganar dinero tocando en la calle.
Florencia, Italia—Leonardo Palloni es carnicero en Florencia. Ante las largas colas para entrar a los supermercados, mucha gente recurre a tiendas pequeñas como la suya para comprar comida.
Thokoza, Sudáfrica—«Hemos tenido muchos apagones, lo que ha dificultado que mucha gente mantenga el distanciamiento social sin electricidad», cuenta el fotógrafo Lindokuhle Sobekwa. Estos trabajadores municipales reparan un cable defectuoso.
Bristol, Inglaterra—Las enfermeras aplauden a los empleados del Servicio Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) frente al hospital Bristol Royal Infirmary, un gran hospital universitario.
Kuala Lumpur, Malasia—Los trabajadores de este supermercado de un centro comercial de Kuala Lumpur llevan mascarillas, protectores faciales y guantes para protegerse. Colocan desinfectante para manos en las cajas y los carritos de la compra se limpian dos veces después de cada uso.
Chevilly-Larue, Francia—Desde mediados de marzo, los trabajadores de una fábrica de ataúdes cerca de París han duplicado la producción.
Barcelona, España—Durante el confinamiento, los veterinarios solo examinan a los animales que necesitan tratamiento urgente, como Peterino, el gato de 15 años del fotógrafo Paolo Verzone.
Nueva York, Estados Unidos—Un conductor detiene el autobús frente al Hospital East Elmhurst en Queens. Los trabajadores del servicio de transporte público de Nueva York se han visto muy afectados por el coronavirus: han fallecido 83.
Madrid, España—A la fotógrafa Cristina García Rodero le gustaría dar las gracias a todos los farmacéuticos. «Con su dedicación y su coraje, hacen que sea posible que compremos mascarillas, alcohol, desinfectantes y guantes».
São Paulo, Brasil—Los repartidores de comida esperan a que les den sus paquetes en un pequeño mercado en el edificio Copan, el mayor edificio residencial de Latinoamérica.
París, Francia—El psiquiatra Marc Windisch lee poemas cerca de la Torre Eiffel para reconfortar a la gente.
Nairobi, Kenia—La noche es competencia de los trabajadores esenciales: el cuerpo de bomberos, los conductores de ambulancias, los guardias de seguridad y los equipos de fumigación como este.
Topanga, California, Estados Unidos—Mike Bae, dueño de la General Store del cañón de Topanga, ha proporcionado mascarillas, desinfectante y guantes a sus ocho empleados. Sus ventas han aumentado desde que empezó la pandemia.
Johannesburgo, Sudáfrica—La fotoperiodista Xanderleigh Dookey informa sobre un edificio abandonado que se ha convertido en el hogar de las personas que no tienen a dónde ir. «Somos los ojos y los oídos de la gente, aún más cuando nuestro mundo está confinado», cuenta la fotógrafa Gulshan Khan, que inmortalizó a Dookey cuando trabajaba.
Moscú, Rusia—En la panadería, el rostro de la mujer que trabaja tras el mostrador se refleja en el expositor.
Regina, Canadá—La fotógrafa Sara Hylton se puso en cuarentena durante dos semanas tras volver a Canadá desde la India. Durante la cuarentena, su madre Lyn la visitó a diario para traerle comida o el periódico. «Aunque aún no nos hemos abrazado ni tocado, doy gracias por ver a mi madre preciosa y sana en carne y hueso. Mi trabajadora esencial», afirma Hylton.
Val-D'oise, Francia—Estos guantes, esenciales pero desechables, estaban tirados por un aparcamiento de París.
Normandía, Francia—Los recolectores de basura trabajan en calles vacías con ventanas cerradas.
Costa do Cacao, Brasil—André regenta un pequeño supermercado con su mujer. Entrega los pedidos a sus clientes para que la gente no acuda en bandada a su minimercado.
Londres, Inglaterra—Caroline Smith, médica de urgencias, estudia las estadísticas del coronavirus en casa.
Cracovia, Polonia—Una pequeña empresa de producción y diseño llamada Yeti ha empezado a producir equipo de protección individual para los hospitales locales.
Bérgamo, Italia—Un trabajador del cementerio se viste para su lúgubre trabajo (traje oscuro, guantes y mascarilla), aunque en Italia se han prohibido los funerales.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com