Primer plano de una chinche

Chinches, garrapatas y gusanos: guía contra las plagas para viajeros

Algunos son simplemente asquerosos, otros pueden hacerte daño de verdad. A continuación te explicamos cómo evitar que los bichos te estropeen tus viajes.

Las chinches pueden picar a los viajeros e interrumpir sus viajes, pero otros insectos que encontrarás en la carretera podrían ponerte mucho más enfermo.

Fotografía de Allen Brisson-Smith, The New York Times, Redux
Por Johanna Read
Publicado 20 oct 2023, 12:35 CEST

Aunque las chinches han acaparado los titulares últimamente (también por una amenza de plaga en España), estos pequeños chupasangres son más repugnantes que peligrosos. De hecho, "el animal más mortífero del mundo es el mosquito", afirma Molly Keck, entomóloga especializada en control de plagas de Texas A&M AgriLife (Estados Unidos). Los bichos espeluznantes (insectos, arácnidos, gusanos y otros) están por todas partes.

Los bichos pueden ser portadores de patógenos como bacterias, nematodos, protozoos y virus que transmiten a los humanos enfermedades difíciles de diagnosticar. Muchas de estas enfermedades (por ejemplo, el dengue o la enfermedad de Lyme) pueden comenzar con síntomas vagos como dolor de cabeza, fatiga o fiebre, y no siempre hay una marca de picadura reveladora.

Cuando un viajero enferma, es comprensible que quiera volver a casa inmediatamente para recibir atención médica, dice William Spangler, médico de urgencias y director médico mundial de la aseguradora AIG Travel: "Probablemente sea mejor buscar tratamiento localmente, donde los profesionales conocen la enfermedad endémica y saben cómo tratarla".

Antes de un viaje, considera la posibilidad de visitar una clínica de medicina del viajero, que puede adaptar los medicamentos y vacunas a tu destino. Y sigue leyendo para informarte sobre todos los bichos que realmente quieres evitar.

Incluidas Cimex lectularius (chinche común) y Cimex hemipterus (chinche tropical).

Dónde están

Muebles, alfombras y maletas de todo el mundo.

Cómo pueden hacerte daño y qué hacer

"No hace falta viajar para contraer chinches", dice Keck: "Puedes contraerlas en tu colegio, sentado en una sala de espera o de un amigo que te visita".

Aunque las chinches pueden ser portadoras de virus, rara vez transmiten patógenos a los humanos. Sus picaduras son indoloras; los eccemas o zigzags de ronchas que pican son una reacción alérgica que puede aparecer hasta nueve días después. "En realidad, las picaduras sólo pueden tratarse con antihistamínicos, y el alivio será limitado", dice Spangler.

¿La buena noticia? Las chinches no pueden volar. Cuando no te chupan la sangre, prefieren esconderse en lugares oscuros, como los pliegues de los colchones.

"Para evitar traer chinches a casa, coloca las maletas en la bañera del hotel, donde no puedan trepar", dice Keck. "Luego inspecciona la cama levantando las sábanas y el cubrecolchón, mirando las zonas elásticas y comprobando todo alrededor de la cama". Si ves chinches marrón rojizo del tamaño de una semilla de manzana, sus huevos amarillo pálido o manchas de sangre, Keck dice que "pidas otra habitación que no toque a la que estás", es decir, ni la de al lado, ni la de arriba, ni la de abajo.

Las chinches prefieren el equipaje de tela al de plástico o metal, y es más fácil detectarlas en colores claros si haces una inspección con la linterna del móvil. Alégrate si hace frío cuando vuelvas a casa: guardar la maleta en el exterior durante 80 horas por debajo de los cero grados mata a las plagas. Lavar la ropa con agua caliente y secarla en secadora a alta temperatura durante media hora también ayuda.

(Relacionado: Las chinches están en todas partes y son buenas en lo suyo)

El culpable: los mosquitos

Entre ellos, los mosquitos Aedes, que transmiten el chikungunya, el dengue, la fiebre amarilla y el zika; los Culex, que causan la fiebre del Nilo Occidental; y los Anopheles, que propagan la malaria.

Dónde están

En todo el mundo excepto Islandia y la Antártida; las especies portadoras de enfermedades prefieren los climas tropicales, subtropicales y algunos templados.

Cómo pueden perjudicarte y qué hacer

"Las enfermedades transmitidas por mosquitos matan aproximadamente a un millón de personas al año en todo el mundo", afirma Spangler. Los mosquitos causan 200 millones de casos de paludismo al año, con unas 625 000 muertes, y se calcula que entre 100 y 400 millones de casos de dengue, con unas 40 000 muertes. Aunque el 80% de las infecciones por dengue son asintomáticas, recibe el apodo de "fiebre de los huesos rotos" por el intenso dolor que provoca.

Las personas que viven en países con mosquitos portadores de la enfermedad son las más afectadas, pero los viajeros no son inmunes. Además, el cambio climático está ampliando el territorio de los mosquitos. Estados Unidos, por ejemplo, ha sufrido casos de malaria adquirida localmente en 2023. Y la Organización Mundial de la Salud advierte de que, en esta década, el dengue se convertirá en una amenaza importante en más lugares de Europa y EE UU.

Al planificar un viaje, Spangler recomienda consultar la información oficial, los mapas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en caso de Estados Unidos (o la información del Ministerio de Salud en España), que ofrecen información de viaje sobre enfermedades como el dengue y la malaria. Las clínicas de medicina de viajes pueden aconsejarle si necesita pastillas para prevenir el paludismo y vacunas contra la fiebre amarilla. A principios de octubre se aprobó una segunda vacuna contra el paludismo. Tanto ésta como la vacuna contra el dengue, de uso limitado, son prometedoras para el futuro.

Lo mejor es prevenir las picaduras de mosquito. Utiliza repelente de insectos con picaridina o DEET y viste mangas y pantalones largos, a ser posible tratados con permetrina. Duerme con mosquitera, pero ten en cuenta que las nuevas investigaciones refutan las teorías anteriores de que los mosquitos de la malaria sólo pican por la noche. Según un estudio de 2022, entre el 20% y el 30% de las picaduras de mosquito Anopheles se producen durante el día.

Las enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria y el dengue, matan hasta un millón de personas al año. Puedes combatirlas con vacunas, repelentes de insectos y ropa que proteja la piel.

Fotografía de JAMES, CHARLIE HAMILTON, Nat Geo Image Collection

El culpable: jenjenes o beatillas

Unas 4000 especies de Ceratopogonidae.

Dónde están

En todo el mundo (excepto en la Antártida y el Ártico), especialmente cerca de costas, lagos y ríos.

Cómo pueden hacerte daño y qué hacer

A menudo tan pequeños como la punta de un lápiz pero de hasta 10 milímetros de largo, los jenjenes son un tipo de mosca. Dependiendo de su lugar de residencia, se les puede llamar "chinches" chupadoras y, en algunas partes de México, como chaquistles o chaquistes, en algunas partes de Estados Unidos, "five-O's", en referencia a las 5 de la tarde, cuando empiezan a darse un festín con los humanos.

Las beatillas son más molestas que peligrosas (aunque pueden transmitir enfermedades raras como la fiebre de Oropouche en América Central y del Sur). Según Keck, "los verdaderos jejenes o "chinches" chupadoras son muy fáciles de detectar porque su picadura es dolorosa". Algunas personas sufren una reacción alérgica aún peor, normalmente ronchas rojas que pican e hinchazón.

Los sprays contra insectos, incluso con DEET, sólo proporcionan una protección limitada. Llevar mangas y pantalones largos (considera la posibilidad de meterlos dentro de los calcetines), previene las picaduras. Los sombreros con una red fina pueden protegerte la cara.

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    Los jejenes picadores son moscas cuyas picaduras pueden provocar reacciones alérgicas intensas.

    Fotografía de David Liittschwager, Nat Geo Image Collection

    El culpable: las garrapatas

    Ixodidae (garrapatas duras) y Argasidae (garrapatas blandas); unas 60 de las 900 especies pueden transmitir enfermedades a los humanos, entre ellas la "garrapata de la enfermedad de Lyme" Ixodes scapularis.

    Dónde están

    En zonas de hierba y arbustos (incluso en las ciudades) de todos los continentes excepto la Antártida.

    Cómo pueden hacerte daño y qué hacer

    Técnicamente un arácnido de ocho patas, las garrapatas son chupasangres. No pueden volar ni saltar, pero algunas aguardan en las puntas de los arbustos de los caminos transitados y pueden trepar rápidamente a una persona (o mascota) que pase rozando.

    Mientras comen, las garrapatas se mantienen en su sitio clavando un arpón de púas en la piel. Esto dificulta su eliminación. Pueden tardar uno o dos días en terminar su comida, pero las picaduras de garrapata suelen ser indoloras, a menudo pasan desapercibidas o se confunden con picaduras de mosquito.

    "Diferentes especies de garrapatas portan distintos patógenos infecciosos", afirma Lin H. Chen, presidente de la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero. Cada año se diagnostica la enfermedad de Lyme a unas 476 000 personas en Estados Unidos. Otras enfermedades estadounidenses transmitidas por garrapatas son la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, la tularemia y la anaplasmosis. Los viajeros que realizan extensas actividades al aire libre en Europa y Asia corren el riesgo de contraer encefalitis transmitida por garrapatas y podrían considerar la posibilidad de vacunarse.

    "Hay varios repelentes disponibles que tienen cierta eficacia", dice Spangler; "pero en las zonas propensas a las garrapatas, básicamente hay que limitar la piel expuesta con buen calzado, pantalones largos y mangas largas. Si has estado al aire libre cerca de hierba alta u otro follaje, realiza una inspección de todo el cuerpo en busca de garrapatas: es posible detectar una en la ropa (o incluso en la piel) antes de que se haya enganchado". Una ducha en las dos horas siguientes también puede ayudar a eliminar las garrapatas que aún no se hayan adherido.

    Las garrapatas son chupasangres que pueden transmitir la enfermedad de Lyme y otras dolencias.

    Fotografía de Dietmar Heinz, Picture Press, Redux

    El culpable: Gusanos parásitos

    Entre ellos, los gusanos hematófagos (Schistosoma) y los anquilostomas (Ancylostoma duodenale y Necator americanus).

    Dónde están

    En países tropicales y subtropicales, sobre todo donde las condiciones de salubridad son deficientes, como en playas donde perros y gatos deambulan libremente.

    Cómo pueden perjudicarte y qué hacer

    Aunque los viajeros rara vez se infectan con lombrices parasitarias, sin duda es algo que hay que evitar. Los síntomas pueden ser leves (dolor de estómago) o graves (convulsiones), aunque incluso pensar en una infección por lombrices puede provocar náuseas. Es posible ingerir gusanos o sus huevos, sobre todo en carne poco hecha o verduras mal lavadas. Esto puede provocar triquinosis (causada por ascárides), tenias o incluso el gusano encontrado en el cerebro de una mujer australiana. Los niños, incluso en Estados Unidos, son conocidos por contagiar oxiuros, principalmente si no se lavan bien las manos después de ir al baño.

    Los viajeros también deben ser conscientes de "exposiciones ambientales como vadear en agua dulce", dice Chen, que tiene "riesgos potenciales de esquistosomiasis y leptospirosis" y de caminar descalzos por tierra y arena contaminadas con anquilostoma o Strongyloides.

    Alrededor de 230 millones de personas en todo el mundo padecen esquistosomiasis (también llamada bilharzia) y 200 000 mueren anualmente a causa de ella, la mayoría, aunque no exclusivamente, en África. Según los CDC, la malaria es la única enfermedad parasitaria más devastadora que la esquistosomiasis. El parásito de la sangre (esquistosoma) se reproduce en los caracoles de agua dulce de 78 países y se propaga principalmente cuando las personas infectadas orinan o defecan. El parásito puede sobrevivir 48 horas después de abandonar el caracol y penetrar en la piel humana en contacto con agua contaminada.

    Un saneamiento deficiente también puede provocar infecciones de lombrices a través de las plantas de los pies, sobre todo por la tierra y la arena donde defecan perros y gatos. Mantenerse calzado es la mejor manera de evitar larvas como anquilostomas y tricocéfalos y las lesiones, diarrea, anemia y prolapso rectal que pueden causar. Los medicamentos de venta con receta son eficaces contra muchos gusanos, siempre que el diagnóstico sea correcto.

    ¿Te da asco? No pasa nada, porque puede recordarte que debes tomar precauciones, como ponerte insecticida y cubrirte la piel en las zonas de mayor riesgo. Y, como dice Keck, "recuerda que hay muchos más insectos beneficiosos que perjudiciales. La mayoría no van a picar, morder, transmitir una enfermedad o hacerte daño de ninguna manera".

    Tipo de gusano parásito que causa la enfermedad esquistosomiasis, frecuente en lugares con malas condiciones sanitarias.

    Fotografía de NIGEL DOWNER, Science Source

    Johanna Read es una periodista afincada en Vancouver que se dedica al turismo responsable. Síguela en Instagram.

    Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.

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