Aventurera del Año 2018: Mirna Valerio
Mirna Valerio cree que todos nos merecemos explorar el mundo con el cuerpo que tenemos.
«Me siento bien en un cuerpo grande». Eso es lo que Mirna Valerio —corredora de ultramaratón, escritora y educadora— quiere que sepan sus detractores. En 2017, su historia se hizo viral y Valerio se bio sometida a elogios y escrutinio público. Pese al racismo y a la humillación física, ella sigue desafiando los estereotipos e inspirando a los demás a hacer lo mismo.
«Creo que la gente tiene problemas a la hora de entender la idea de que la forma física viene en diversas formas y que la gente puede participar en competiciones atléticas sin importar el tipo de cuerpo que tengan», afirma. «Quiero seguir llevando mi culo enorme a lugares donde la gente cree que no encajo. Esa ha sido la naturaleza de mi vida. Voy a seguir haciéndolo y voy a hacerlo con orgullo».
Un amor para toda la vida
Cuando Valerio tenía ocho años, vio cómo el perfil de los edificios de Brooklyn desaparecía en la distancia desde la ventana de un autobús. Fue el comienzo de un amor para toda la vida por las actividades al aire libre. Los edificios de hormigón y el claxon de los coches dieron paso a las exuberantes montañas Catskill, donde pasó un mes en un campamento.
«Me enamoré de nadar en el lago, del senderismo, de estar fuera todo el día incluso cuando estaba lloviendo», afirma Valerio. «Recuerdo las vistas y los olores... está todo grabado en mi memoria».
Fue un momento de descubrimiento de su propia fuerza y atletismo y de la paz que encontró en la naturaleza.
Valerio formaba parte de los equipos de hockey hierba y lacrosse en el instituto, pero encontró un nuevo tipo de comodidad al correr. «Era diferente a los deportes de equipo. Soy introvertida por naturaleza y fue una forma de empezar el día usando mi cuerpo y haciendo que fluyera la sangre. Me hizo sentir muy bien».
Tras la universidad, Valerio tuvo varios factores estresantes en su carrera y su vida personal. Paró de hacer ejercicio y ganó peso.
«Siempre estamos trabajando. Todo gira en torno al trabajo, todo gira en torno a ganar dinero, no creamos tiempo ni espacio suficiente en nuestras vidas para estar al aire libre y lejos del yugo de la rutina», afirma.
Cuando Valerio decidió volver a correr años después, tenía un nuevo desafío al que enfrentarse.
Enfrentándose a las críticas
«Nunca había tenido ningún problema de imagen corporal... no era un concepto presente en mi cultura familiar ni escolar», explica. «No empecé a recibir comentarios hasta que aparecí en estas carreras y me decían cosas como "No me puedo creer que aún estés ahí", "Eres un poco pesada para estar corriendo, deberías caminar" o "Vas a lesionarte las rodillas"».
Cuando Fat Girl Running empezó a atraer la atención, esas voces se amplificaron. Valerio abrió el blog en 2012 mientras entrenaba para su primera maratón como una manera de compartir historias con amigos y familia. Sus seguidores aumentaron y también lo hicieron los comentarios negativos.
«Creo que hay cierto racismo y machismo inherente, especialmente con la imagen y la forma física. No les gusta verme en la portada de una revista porque no represento su idea de fitness».
Pero Valerio dice que no va a dejarlo, y dicho espíritu inquebrantable que afianzó su lugar como Aventurera del Año 2018.