Cientos de ranas arlequín han sido liberadas para intentar salvar a su especie
Los científicos han liberado recientemente a cientos de ranas arlequín para recabar información sobre el hongo mortal que está llevando a la especie a la extinción.
Cientos de ranas coloridas de apenas el tamaño de la palma de la mano han sido liberadas en los bosques de Panamá, con la esperanza de revivir a una especie en peligro crítico de extinción.
Las ranas arlequín criadas en las instalaciones del Instituto Smithsonian en Panamá forman parte de un experimento para comprobar cómo les va a los anfibios en un país asediado por una enfermedad mortal y extendida. La población ha descendido más de un 80 por ciento en las últimas tres generaciones y en Panamá las poblaciones salvajes existen solo en algunas áreas protegidas.
Los científicos han dado a 500 ranas una marca única visible bajo luz ultravioleta, mientras que otras 30 ranas fueron liberadas con transmisores por radio en miniatura, según Brian Gratwicke, coordinador internacional del proyecto del Smithsonian Panama Amphibian Rescue and Conservation y explorador de National Geographic.
En los próximos meses, los científicos las supervisarán para ver a dónde van estas ranas negras y amarillas y si sobreviven. Aunque los anfibios se enfrentan a amenazas por la pérdida de hábitat y el tráfico ilegal, su mayor amenaza de lejos es el hongo quítrido, que ha destruido a muchas poblaciones de ranas en Centroamérica.
El hongo, que se encuentra en Panamá desde la década de 1990, se alimenta de vertebrados vivos y provoca una enfermedad en anfibios llamada quitridiomicosis. Los científicos creen que afecta principalmente a la piel de las ranas, por la que respiran y absorben agua.