Este taxidermista autodidacta podría ser el último de la India
Este taxidermista preserva animales salvajes de todo el país para las generaciones futuras, pero le preocupa que su arte muera con él.
En un país de 1.300 millones de personas, es difícil imaginar que solo quede una de algo. Pero Santosh Anant Gaikwad podría ser el último taxidermista de animales salvajes de la India.
Gaikwad, de 44 años, originario de Mumbai, veterinario y profesor de anatomía en la Facultad de Veterinaria de Bombay, se interesó por este arte poco conocido tras visitar el principal museo de la ciudad en 2003.
Inspirado por la calidad de las colecciones de mamíferos y aves, se Gaikwad sintió obligado a aprender esta técnica, aunque nunca había escuchado la palabra taxidermia.
Gaikwad decidió aprender por sí mismo, ya que los únicos taxidermistas que encontró estaban jubilados o solo trabajaban en el mantenimiento de especímenes existentes. Por eso se hizo amigo de artistas para aprender las técnicas de escultura, pintura y curtido necesarias para elaborar un modelo preciso que estuviera cubierto de la piel del animal.
Empezó con gallinas y palomas que se trajo a casa desde el hospital veterinario donde trabajaba, y finalmente pasó a peces, gatos y perros. En 2008, empezó a trabajar con animales salvajes: leopardos, pavos reales e incluso un elefante, entre otros.
Tras dejar el hospital veterinario para dedicarse a la taxidermia a tiempo completo, Gaikwad trabaja en el Wildlife Taxidermy Center en el parque nacional Sanjay Gandhi. Ha preservado a cientos de animales salvajes a partir de especímenes enviados por el departamento forestal, zoos y museos de todo el país.
Sin embargo, apenas hay recursos para la taxidermia en la India, según explica Karen Dias, la fotógrafa cuyo trabajo con Gaikwad dio pie a este vídeo.
«Quiere aprender más y mejorar», explica Dias, pero el taxidermista autodidacta se ve entorpecido por la falta de oportunidades para trabajar con otros compañeros o asistir a simposios internacionales.
Un arte en vías de desaparición
La taxidermia, que apareció en los siglos XVIII y XIX, surgió en parte para promover las ideas ilustradas de la educación científica, en parte para crear piezas que decoraran las chimeneas de la creciente clase media, y en parte para preservar los especímenes de animales exóticos que se enviaban a la Europa imperial desde las colonias de todo el mundo.
Ahora, en un mundo en el que las extinciones de especies son cada vez más frecuentes, Gaikwad usa la taxidermia para la educación —y el asombro— de las generaciones futuras.
«El cadáver, o lo quemamos o lo enterramos. Y esa belleza natural desaparece para siempre. Este es nuestro patrimonio», explica Gaikwad. La taxidermia, en sus propias palabras «es el don que Dios me ha dado».
La taxidermia no forma parte de ningún plan de estudios en la India. Aunque ahora Santosh enseña a unos cuantos asistentes en el Wildlife Taxidermy Center, le preocupa que su labor muera con él.