¿Quién gobierna en alta mar? Forajidos y criaturas marinas desconocidas
He aquí cinco cosas que hay que saber sobre las aguas internacionales, una franja de océano sin gobierno y rebosante de vida por descubrir, volcanes submarinos y piratas modernos.
Las orcas son una de las muchas criaturas marinas que migran por alta mar. Un nuevo tratado de la ONU permite a los países crear zonas protegidas gestionadas internacionalmente para proteger especies que viven fuera de la jurisdicción de un país.
El alta mar es una vasta "tierra de nadie" de océanos sin gobierno.
Cada país tiene jurisdicción sobre las aguas que se extienden a 200 millas náuticas (370 kilómetros) de la costa, su Zona Económica Exclusiva (ZEE). Más allá de las ZEE se encuentran las aguas internacionales y más de dos tercios del océano mundial.
Estas aguas deshabitadas rara vez son vistas por la gente, pero están repletas de vida. En alta mar se encuentran más de 10 millones de especies, y en sus profundidades yacen millones de misteriosas criaturas desconocidas para la ciencia.
Por eso, un nuevo tratado de las Naciones Unidas (ONU) que entrará en vigor en marzo de 2023 pretende gobernar lo ingobernable, esbozando cómo los países del mundo podrían proteger colectivamente una franja de océano que cubre la mitad de la superficie de la Tierra.
Lleno de volcanes submarinos y especies ocultas, atravesado por piratas y forajidos, la alta mar no se parece a ningún otro lugar de la Tierra.
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5 hechos sorprendentes que ocurren en alta mar
1. Los piratas modernos vagan por alta mar
Piratas somalíes sentados en el pesquero donde fueron capturados por miembros de la Marina estadounidense en 2012. El robo a mano armada y el secuestro para pedir rescate son algunos de los delitos que cometen los piratas cerca de la costa y en alta mar.
La piratería no es un delito del pasado, ni se circunscribe solo al mundo de la informática e internet. Hoy en día, según la Interpol, la organización policial internacional, se parece más a un robo a mano armada o a un secuestro para pedir rescate que a una acción de espadachines al estilo de Hollywood. Cada año, los piratas modernos recaudan millones en rescates. Con menos frecuencia, los piratas modernos secuestran barcos.
Más del 90% de lo que fabricamos y vendemos se transporta por mar, y la piratería se produce tanto cerca de la costa como en alta mar. En 2020 se denunciaron 195 incidentes de piratería marítima a la Oficina Marítima Internacional.
Y los piratas no son los únicos delincuentes que se ven en alta mar. En estas aguas se trafica con drogas y personas, se vierten ilegalmente productos químicos y otros tipos de residuos, y se extrae ilegalmente pescado del agua.
Algunos de los que evaden las leyes en alta mar tienen fines más altruistas. A bordo de un buque, la tripulación se atiene a las leyes del país bajo el que vuela su barco, que es como la organización holandesa sin ánimo de lucro Women on Waves proporciona atención abortiva a mujeres que viven en países donde el procedimiento está prohibido.
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2. Las profundidades por descubrir ofrecen misterios para la imaginación
Cordilleras submarinas, fosas profundas, cañones y respiraderos hidrotermales se encuentran en las profundidades marinas y son el hogar de peces, ballenas, tortugas y corales. Y aunque hay muchas especies que los científicos saben que viven o migran por alta mar, la vida aquí es en gran medida un misterio. Se cree que en el océano viven entre 500 000 y 10 millones de especies desconocidas para el hombre.
Un naufragio convertido en arrecife de coral sirve de hábitat a peces y otras criaturas marinas. Barcos perdidos y especies por descubrir se esconden en alta mar.
Los científicos sólo han estudiado una pequeña parte de alta mar. Y los mayores misterios pueden residir en los hábitats de más difícil acceso.
Por ejemplo, los corales de aguas profundas son comunes aquí. El organismo vivo más antiguo del mundo, un coral de 8500 años de antigüedad, se encuentra en aguas internacionales.
Y algunas de estas especies por descubrir tienen valor medicinal. Se están probando compuestos hallados en esponjas de aguas profundas por su capacidad para combatir el cáncer y afecciones crónicas.
En la actualidad, menos del uno por ciento de alta mar está protegido, pero el nuevo tratado de la ONU permite a los países crear colectivamente áreas marinas protegidas (AMP) que pueden proteger porciones de alta mar de la sobrepesca y de las rutas de navegación.
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3. La pesca es fuente de apasionadas controversias
La pesca ha sido descrita como uno de los trabajos más peligrosos del mundo. El hecho mismo de si debiera o no permitirse en alta mar es objeto de un acalorado y constante debate.
Un estudio de 2018 demostró que la pesca en alta mar no era rentable, y que algo más de la mitad de ella estaba apuntalada por subsidios gubernamentales. Se calcula que unos 3600 buques faenan en alta mar, apenas el seis por ciento de toda la actividad pesquera. Pero la pesca aquí tiene un impacto desproporcionado sobre la sostenibilidad y los derechos humanos. Los buques pesqueros utilizan a menudo un método llamado arrastre de fondo, en el que enormes redes recogen todo lo que encuentran a su paso: peces comercializados, pero también arrecifes de coral y animales marinos raros o amenazados.
Algunos países, China por ejemplo, utilizan la alta mar para compensar la falta de peces en sus propias aguas agotadas. Los científicos estiman que alrededor del 70% de los peces de las aguas de los países pasan parte de su vida en alta mar, y un estudio publicado en 2015 descubrió que si se cerrara la pesca en alta mar, las poblaciones de peces cercanas en las ZEE podrían beneficiarse de las grandes poblaciones de peces que se desbordan hacia su territorio. El efecto podría aumentar la pesca comercial en aguas territoriales en un 18%.
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4. Son escenario de graves delitos
A miles de kilómetros de tierra, alta mar da cobertura a delitos como el trabajo forzado y el asesinato.
Una investigación del New York Times publicada en 2015 relataba historias de violencia, esclavitud, duros castigos y cosas peores para trabajadores a menudo engañados para trabajar a bordo de buques pesqueros y detenidos durante años. Los pesqueros de alta mar utilizan buques denominados de larga distancia. Se estacionan en mar abierto durante meses o años y son reabastecidos por buques que entregan suministros y recogen la pesca capturada, lo que permite al buque estacionado ocultarse de la supervisión.
Otra investigación publicada en 2019 por Associated Press descubrió que muchos de estos peces capturados por mano de obra esclava terminan consumidos en Estados Unidos.
Los activistas laborales y las fuerzas del orden han comenzado a utilizar satélites para vigilar los barcos en alta mar en busca de comportamientos sospechosos que concuerden con prácticas de trabajo forzoso.
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5. Proporcionan un valioso secuestro de carbono
Un buceador nada bajo un gran dosel de algas Sargassum. Las grandes algas como ésta extraen de forma natural el dióxido de carbono de la atmósfera, una función esencial para mitigar el cambio climático.
La vida marina, como el plancton y las algas, es responsable del almacenamiento de grandes cantidades de emisiones de dióxido de carbono en alta mar. Según un informe publicado en 2014, cada año extraen de la atmósfera 1500 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.
Ese mismo informe sugería que la alta mar extrae tanto carbono del aire que su valor se estima en 139 000 millones de euros. Dado que ese carbono es absorbido por plantas y animales que lo almacenan en sus cuerpos o lo transfieren al fondo marino, algunos científicos creen que debería prohibirse toda la pesca en alta mar.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en nationalgeographic.com.