La mayoría de ballenas azules son «zurdas»
Las ballenas azules muestran preferencia por girar hacia un lado de su cuerpo dependiendo de dónde cacen.
Un nuevo estudio añade información sorprendente sobre ballet submarino de estos grandes mamíferos: no giran de forma aleatoria. En su lugar, los gigantes de 24 metros muestran preferencia por su lado derecho o izquierdo, el equivalente a la predominancia manual en humanos.
Aunque las ballenas azules pasan gran parte de su vida bajo la superficie, la mayoría de lo que sabemos de ellas es gracias a breves observaciones cuando nadan a poca profundidad. Por eso el autor principal del estudio, Ari Friedlaender, biólogo marino de la Universidad de California, Santa Cruz, y en la Universidad estatal de Oregón, se propuso cambiar esto. Su primer reto: colocar un acelerómetro de tres ejes —que registra movimientos precisos— en un animal de 200 toneladas. «Es fácil acercarse a una ballena», afirma Friedlaender, que recibió financiación de la National Geographic Society. «Es difícil acercarse lo suficiente como para colocarles algo en la espalda».
Giros para cazar
Friedlaender y sus colegas subieron a un pequeño barco maniobrable hacia el santuario marino nacional del archipiélago del Norte de California, que alberga una gran población de ballenas azules. El equipo esperó hasta que una ballena emergió y siguió al animal desde una distancia segura hasta que la espalda del gigante apareció sobre las olas. A continuación, Friedlaender colocó el acelerómetro con una vara larga. Mediante este método, los científicos consiguieron colocar dispositivos a 63 ballenas.
Los datos resultantes han revelado dos tipos principales de conductas alimenticias que dependen de la profundidad del océano. A más de 60 metros bajo la superficie, los bancos de kril son densos y las ballenas generalmente se sumergen para capturar a su presa dando un pequeño giro hacia la derecha. Cerca de la superficie, donde el kril es menos denso, las ballenas dan giros de más de 180 grados, lo que podría ser un movimiento adicional para atrapar más comida.
Lo sorprendente es que los acelerómetros revelaron que las ballenas giran hacia la izquierda con mucha más frecuencia que a la derecha en esta zona a poca profundidad.
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Grandes e inteligentes
Friedlaender cree que esta preferencia puede explicarse por las conexiones entre el cerebro y los ojos de la ballena. Como ocurre con la mayoría de animales, el ojo derecho de la ballena está conectado al hemisferio izquierdo del cerebro, y viceversa. Entre otras cosas, el hemisferio controla los movimientos practicados. La preferencia del cerebro por un lado —como ser diestro en los humanos— se conoce como lateralidad.
Sin embargo, los ojos de la ballena están separados hacia los lados, no dispuestos mirando hacia delante, como los nuestros. Por eso «si una ballena viene desde abajo y gira a la izquierda, su ojo derecho apuntará hacia arriba, hacia su presa», afirma Friedlaender, cuyo estudio se publicó el 20 de noviembre en Current Biology. Sugiere que la conexión del ojo derecho con el hemisferio izquierdo proporciona a la ballena una ventaja cuando caza.
Frank Fish, biólogo marino de la Universidad de West Chester, Pensilvania, dice que «la capacidad de obtener datos de buena calidad sobre este tipo de animales es increíble».
«Me fío mucho de los datos que muestran lateralidad», afirma Fish, que no participó en el estudio.
Sin estudios neurológicos detallados, es imposible determinar con exactitud cómo han desarrollado lateralidad, según señala. Sin embargo, cada vez está más claro que los humanos no son ni mucho menos los únicos animales que muestran preferencia por el lado derecho o izquierdo del cuerpo.
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